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                                                                                                                                Las perlas de la absolución del exconcejal Carlos Romero

                                                                                                                                Julio Gómez aseguró que le dio $50 millones para un negocio que no se realizó, en 2007. Romero lo niega. Decisión de la Fiscalía abre muchos interrogantes.

                                                                                                                                JUAN DAVID LAVERDE PALMA, SANTIAGO MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

                                                                                                                                Cortesía Revista Semana / El exconcejal Carlos Arturo Romero, absuelto por la justicia.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En su relato Gómez manifestó que le dijo a Romero cómo debían ser gestionados esos convenios y resaltó: “Yo le digo que tenga la plena seguridad, que establecemos unos compromisos tanto para Linio Baena como para él, en un porcentaje de los que se pueda realizar. Esto equivaldría al 10% del valor total de los convenios que (Baena) firmara con las localidades y que a su vez sacara a licitación para ser adjudicados a mis empresas”. De acuerdo con su versión, “Romero me dice que ‘listo’ y que va a conseguir la cita” con Linio Baena.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Un año y cinco meses después de esta explosiva denuncia, sin mucho ruido, la Fiscalía archivó el expediente en favor de Romero. En una decisión de 18 páginas —proferida el pasado 5 de marzo y conocida por El Espectador—, el ente investigador concluyó que no se pudieron comprobar los señalamientos del contratista, que los hechos narrados por Gómez no se enmarcaban en ningún delito que afectara la administración pública y que el supuesto ingreso de $50 millones a la campaña de Carlos Romero es un tema que “debería generar una investigación de carácter administrativa” y no penal. La tesis fundamental del archivo es que como Gómez es un criminal que adelantó una “comisión”, no puede alegar que resultó estafado.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                La Fiscalía terminó por exculpar a Romero al presentar tres hipótesis sobre por qué la entrega de los $50 millones no fue un ilícito. La primera, que estos recursos de Julio Gómez —condenado a 10 años de prisión por ser uno de los mayores desfalcadores de la capital— fueron ingresados legalmente en la campaña del exconcejal. “Es decir, que el ingreso de esos $50 millones a la campaña política de Romero, cuando más debería generar una investigación de carácter administrativa por el Consejo Nacional Electoral, que escapa del resorte legal de la Fiscalía”, concluyó Valbuena.

                                                                                                                                La segunda hipótesis del ente investigador es que si Gómez le dio esa plata a Romero con el compromiso de que lo beneficiaría con contratos de la Secretaría de Obras Públicas, no se comprobó que el exconcejal intercediera por él, ya que el propio contratista aceptó que “al final no se pudo hacer el negocio”. Finalmente, que de haber sido cierta la transacción de $50 millones, Romero habría engañado a Julio Gómez, pero que estos hechos no se podían investigar por tratarse de una presunta estafa a un criminal que se exponía, por su cuenta y riesgo, a este desenlace en tanto estaba entregando un dinero que buscaba un provecho ilegal. “Se trata de una tesis exótica”, le dijo a El Espectador un reputado abogado.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Espectador se comunicó con el exconcejal Carlos Romero, quien repitió que jamás recibió ningún dinero por parte de Julio Gómez, que la declaración del detenido contratista es totalmente falsa, que así lo corroboró la Fiscalía y que por eso le archivó el proceso. “Nunca recibí los $50 millones ni he tenido relaciones comerciales con ese señor. Lo vi apenas 6 o 7 minutos una sola vez. Soy un hombre honorable y le exijo respeto”, dijo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Al margen de la controversia jurídica, en el ajedrez político de Bogotá esta decisión representa un alivio para la campaña a la Alcaldía de Clara López, quien puntea en las encuestas. Al final de cuentas, para la Fiscalía —que jamás comprobó o desvirtuó si Julio Gómez le dio esos $50 millones al exconcejal Romero—, nada se hubiera podido hacer en materia penal en este caso. O bien porque este es un tema de resorte administrativo que debe indagar el Consejo Nacional Electoral o bien porque un criminal confeso como Gómez no tiene derecho a declararse víctima de estafa.

                                                                                                                                La respuesta del fiscal Valbuena

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Frente a los señalamientos del abogado Daniel Prado, quien representa al Distrito en el caso del carrusel de la contratación, el fiscal Juan Vicente Valbuena precisó que son acusaciones sin sentido y que no entiende por qué los abogados de víctimas sostienen que él ha querido “callar” a Emilio Tapia. Agregó que Tapia sigue siendo un testigo importante para la Fiscalía, ya que en el proceso por el polémico contrato de ambulancias los testimonios del contratista son el eje fundamental de la investigación que ha permitido condenar a la mayoría de implicados. Valbuena insistió en que no se trata de una persecución contra Tapia, como alega Prado, ya que su captura por lavado de activos y la ruptura de los preacuerdos no fue una jugada para silenciarlo. El fiscal manifestó que Tapia ha continuado colaborando en otros procesos y que las relaciones están en buen estado, ya que se presentaron dos escritos de acusación por el cartel de la contratación en los que el testigo admitió su responsabilidad. Finalmente, concluyó que en el documento de archivo contra el exconcejal Romero se presentan claramente los argumentos de por qué se tomó la decisión.

                                                                                                                                Carlos Romero: un dirigente aguerrido

                                                                                                                                El exsecretario de las Juventudes Comunistas y expresidente de la Unión Patriótica y varias veces concejal de Bogotá, Carlos Arturo Romero, ha sido durante años un aguerrido dirigente de izquierda. En su juventud estuvo varias veces preso al ser perseguido por sus ideales de izquierda. Sus compañeros lo apodaban Taxi. “Me tenían que preguntar cuándo estaba libre”, le dijo Romero a KienyKe en una entrevista de 2013. De ser secretario de las Juventudes Comunistas pasó, a inicios de los 90, a presidir la Unión Patriótica que, para ese momento, ya tenía a dos candidatos presidenciales asesinados: Bernardo Jaramillo Ossa y Jaime Pardo Leal. Sobrevivió al exterminio de la UP y ya en 2006 fue uno de los protagonistas de la creación del Polo Democrático Alternativo, al que pertenece su esposa, la exalcaldesa (e) de Bogotá, Clara López. Pese a que fue varias veces concejal, nunca pudo dar el salto al Congreso. Hoy se encuentra algo retirado del mundo político.

                                                                                                                                Los enredos penales de Julio Gómez

                                                                                                                                El cuestionado empresario Julio Gómez fue uno de los protagonistas del carrusel de la contratación en Bogotá y, tras convertirse en testigo clave de la Fiscalía, se ha vuelto, además, en uno de los protagonistas del proceso que se adelanta por el detrimento causado a la ciudad entre unos empresarios, algunos funcionarios corruptos y varios concejales.

                                                                                                                                El 14 de julio del año pasado, Gómez fue condenado a 10 años y 29 días de prisión por los delitos de peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos y cohecho propio por el juez 40 penal de Bogotá, después de que el mismo Gómez confesara que les ayudó a los cuestionados primos Miguel, Manuel y Guido Nule a apoderarse de los mejores contratos del IDU, con la promesa de beneficiar a algunos funcionarios de la administración del entonces alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, con unas “comisiones de éxito” cercanas al 8% del valor de cada contrato.
                                                                                                                                 jlaverde@elespectador.com

                                                                                                                                Cortesía Revista Semana / El exconcejal Carlos Arturo Romero, absuelto por la justicia.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En su relato Gómez manifestó que le dijo a Romero cómo debían ser gestionados esos convenios y resaltó: “Yo le digo que tenga la plena seguridad, que establecemos unos compromisos tanto para Linio Baena como para él, en un porcentaje de los que se pueda realizar. Esto equivaldría al 10% del valor total de los convenios que (Baena) firmara con las localidades y que a su vez sacara a licitación para ser adjudicados a mis empresas”. De acuerdo con su versión, “Romero me dice que ‘listo’ y que va a conseguir la cita” con Linio Baena.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Un año y cinco meses después de esta explosiva denuncia, sin mucho ruido, la Fiscalía archivó el expediente en favor de Romero. En una decisión de 18 páginas —proferida el pasado 5 de marzo y conocida por El Espectador—, el ente investigador concluyó que no se pudieron comprobar los señalamientos del contratista, que los hechos narrados por Gómez no se enmarcaban en ningún delito que afectara la administración pública y que el supuesto ingreso de $50 millones a la campaña de Carlos Romero es un tema que “debería generar una investigación de carácter administrativa” y no penal. La tesis fundamental del archivo es que como Gómez es un criminal que adelantó una “comisión”, no puede alegar que resultó estafado.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                La Fiscalía terminó por exculpar a Romero al presentar tres hipótesis sobre por qué la entrega de los $50 millones no fue un ilícito. La primera, que estos recursos de Julio Gómez —condenado a 10 años de prisión por ser uno de los mayores desfalcadores de la capital— fueron ingresados legalmente en la campaña del exconcejal. “Es decir, que el ingreso de esos $50 millones a la campaña política de Romero, cuando más debería generar una investigación de carácter administrativa por el Consejo Nacional Electoral, que escapa del resorte legal de la Fiscalía”, concluyó Valbuena.

                                                                                                                                La segunda hipótesis del ente investigador es que si Gómez le dio esa plata a Romero con el compromiso de que lo beneficiaría con contratos de la Secretaría de Obras Públicas, no se comprobó que el exconcejal intercediera por él, ya que el propio contratista aceptó que “al final no se pudo hacer el negocio”. Finalmente, que de haber sido cierta la transacción de $50 millones, Romero habría engañado a Julio Gómez, pero que estos hechos no se podían investigar por tratarse de una presunta estafa a un criminal que se exponía, por su cuenta y riesgo, a este desenlace en tanto estaba entregando un dinero que buscaba un provecho ilegal. “Se trata de una tesis exótica”, le dijo a El Espectador un reputado abogado.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Espectador se comunicó con el exconcejal Carlos Romero, quien repitió que jamás recibió ningún dinero por parte de Julio Gómez, que la declaración del detenido contratista es totalmente falsa, que así lo corroboró la Fiscalía y que por eso le archivó el proceso. “Nunca recibí los $50 millones ni he tenido relaciones comerciales con ese señor. Lo vi apenas 6 o 7 minutos una sola vez. Soy un hombre honorable y le exijo respeto”, dijo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Al margen de la controversia jurídica, en el ajedrez político de Bogotá esta decisión representa un alivio para la campaña a la Alcaldía de Clara López, quien puntea en las encuestas. Al final de cuentas, para la Fiscalía —que jamás comprobó o desvirtuó si Julio Gómez le dio esos $50 millones al exconcejal Romero—, nada se hubiera podido hacer en materia penal en este caso. O bien porque este es un tema de resorte administrativo que debe indagar el Consejo Nacional Electoral o bien porque un criminal confeso como Gómez no tiene derecho a declararse víctima de estafa.

                                                                                                                                La respuesta del fiscal Valbuena

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Frente a los señalamientos del abogado Daniel Prado, quien representa al Distrito en el caso del carrusel de la contratación, el fiscal Juan Vicente Valbuena precisó que son acusaciones sin sentido y que no entiende por qué los abogados de víctimas sostienen que él ha querido “callar” a Emilio Tapia. Agregó que Tapia sigue siendo un testigo importante para la Fiscalía, ya que en el proceso por el polémico contrato de ambulancias los testimonios del contratista son el eje fundamental de la investigación que ha permitido condenar a la mayoría de implicados. Valbuena insistió en que no se trata de una persecución contra Tapia, como alega Prado, ya que su captura por lavado de activos y la ruptura de los preacuerdos no fue una jugada para silenciarlo. El fiscal manifestó que Tapia ha continuado colaborando en otros procesos y que las relaciones están en buen estado, ya que se presentaron dos escritos de acusación por el cartel de la contratación en los que el testigo admitió su responsabilidad. Finalmente, concluyó que en el documento de archivo contra el exconcejal Romero se presentan claramente los argumentos de por qué se tomó la decisión.

                                                                                                                                Carlos Romero: un dirigente aguerrido

                                                                                                                                El exsecretario de las Juventudes Comunistas y expresidente de la Unión Patriótica y varias veces concejal de Bogotá, Carlos Arturo Romero, ha sido durante años un aguerrido dirigente de izquierda. En su juventud estuvo varias veces preso al ser perseguido por sus ideales de izquierda. Sus compañeros lo apodaban Taxi. “Me tenían que preguntar cuándo estaba libre”, le dijo Romero a KienyKe en una entrevista de 2013. De ser secretario de las Juventudes Comunistas pasó, a inicios de los 90, a presidir la Unión Patriótica que, para ese momento, ya tenía a dos candidatos presidenciales asesinados: Bernardo Jaramillo Ossa y Jaime Pardo Leal. Sobrevivió al exterminio de la UP y ya en 2006 fue uno de los protagonistas de la creación del Polo Democrático Alternativo, al que pertenece su esposa, la exalcaldesa (e) de Bogotá, Clara López. Pese a que fue varias veces concejal, nunca pudo dar el salto al Congreso. Hoy se encuentra algo retirado del mundo político.

                                                                                                                                Los enredos penales de Julio Gómez

                                                                                                                                El cuestionado empresario Julio Gómez fue uno de los protagonistas del carrusel de la contratación en Bogotá y, tras convertirse en testigo clave de la Fiscalía, se ha vuelto, además, en uno de los protagonistas del proceso que se adelanta por el detrimento causado a la ciudad entre unos empresarios, algunos funcionarios corruptos y varios concejales.

                                                                                                                                El 14 de julio del año pasado, Gómez fue condenado a 10 años y 29 días de prisión por los delitos de peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos y cohecho propio por el juez 40 penal de Bogotá, después de que el mismo Gómez confesara que les ayudó a los cuestionados primos Miguel, Manuel y Guido Nule a apoderarse de los mejores contratos del IDU, con la promesa de beneficiar a algunos funcionarios de la administración del entonces alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, con unas “comisiones de éxito” cercanas al 8% del valor de cada contrato.
                                                                                                                                 jlaverde@elespectador.com

                                                                                                                                Por JUAN DAVID LAVERDE PALMA, SANTIAGO MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

                                                                                                                                Temas recomendados:

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