Las pruebas contra el 'Gatico'
Jorge Luis Alfonso López fue detenido el 2 de agosto por su presunta participación en el asesinato del periodista Rafael Enrique Prins Velásquez, ocurrido el 19 de febrero de 2005.
El Espectador
Tres semanas antes de que lo asesinaran, el periodista y concejal de Magangué (Bolívar) Rafael Enrique Prins le dijo a una psicóloga que temía por su vida porque había dicho cosas que, según él, no debió haber dicho. Prins dirigía el periódico Apocalipsis, desde el que criticaba a la administración del entonces alcalde Jorge Luis Alfonso López, hijo de la empresaria del chance y cacica de la región Enilce López, alias La Gata.
Según testigos, el comunicador y el político eran amigos. No obstante, al parecer Alfonso había sacado a Prins de un cargo en el centro de salud del municipio y la relación se había roto. El hecho es que el periodista arreció sus críticas a la administración local y empezó a cuestionar los manejos que el alcalde hacía del Fondo Municipal de Tránsito y Transporte y de la Secretaría de Salud.
Entonces el 19 de febrero de 2005 y mientras Prins departía con unos amigos, un sicario le disparó en seis ocasiones y lo mató. Cuando representantes de la Fiscalía salieron a recorrer Magangué a ver quién sabía lo que había sucedido, varios ciudadanos les dijeron lo mismo: quien se pronuncia en contra de los López, paga las consecuencias. Por miedo, ninguno de los declarantes quiso dar su nombre.
Fue entonces que la Policía detuvo a una menor que decía saber lo sucedido. Fue ella quien señaló a Alfonso López como jefe de una banda criminal y aseguró que él le había ordenado a su jefe de sicarios, alias Román, asesinar a Prins porque en una nota de su periódico había hecho serios cuestionamientos al alcalde y su familia.
La menor agregó que a Alfonso López lo apodaban USA y que la organización la completaban José Nicolás Alvarino, alias Nico, según ella, un vendedor de armas a quien las autoridades le encontraron un arsenal en su casa y quien, además, era socio de la IPS Caribe de Magangué; Henry de Jesús Suárez, alias Yerry; Roberto José Salamandra López, alias El Mello, y Jáider Antonio Ramírez Bárcenas, quien para ese momento pertenecía a la Policía y fungía como escolta del alcalde.
La joven pertenecía a la supuesta organización y, al parecer, había sido violada por miembros de la misma, quedó embarazada y debió abortar. Ella era usada para enamorar a las víctimas, a quienes llevaba a lugares solitarios donde los sicarios los asesinaban.
Después apareció otro testigo: Augusto Guillermo de Hoyos, desmovilizado del bloque Norte de las Autodefensas, quien ratificó lo dicho por la adolescente e, incluso, aseveró que Alfonso López había ordenado matar a Prins influenciado por su madre, quien “se había puesto brava por las publicaciones del periodista”.
De Hoyos confirmó que alias Román y alias El Mello trabajaban para Alfonso López. Además mencionó a unos alias Chino y Águila, que las autoridades están tratando de identificar. Agregó que Enilce López hizo un montaje en su contra y que lo presionaron para que no acusara a Alfonso López.
Respecto a estos dos testimonios, Iván Cancino, abogado del exalcalde de Magangué, aseveró que “hay estudios que demuestran que la menor tiene predisposición a la mitomanía y De Hoyos está siendo procesado por extorsionar a la familia. Entonces ¿qué credibilidad pueden tener?”. Y agregó que pedirá la anulación del proceso.
Las autoridades tendrán que demostrar la culpabilidad de Alfonso López, otro miembro del clan de La Gata, la ama y señora de Magangué, condenada por sus vínculos con los ‘paras’ y siempre en el ojo del huracán.
Tres semanas antes de que lo asesinaran, el periodista y concejal de Magangué (Bolívar) Rafael Enrique Prins le dijo a una psicóloga que temía por su vida porque había dicho cosas que, según él, no debió haber dicho. Prins dirigía el periódico Apocalipsis, desde el que criticaba a la administración del entonces alcalde Jorge Luis Alfonso López, hijo de la empresaria del chance y cacica de la región Enilce López, alias La Gata.
Según testigos, el comunicador y el político eran amigos. No obstante, al parecer Alfonso había sacado a Prins de un cargo en el centro de salud del municipio y la relación se había roto. El hecho es que el periodista arreció sus críticas a la administración local y empezó a cuestionar los manejos que el alcalde hacía del Fondo Municipal de Tránsito y Transporte y de la Secretaría de Salud.
Entonces el 19 de febrero de 2005 y mientras Prins departía con unos amigos, un sicario le disparó en seis ocasiones y lo mató. Cuando representantes de la Fiscalía salieron a recorrer Magangué a ver quién sabía lo que había sucedido, varios ciudadanos les dijeron lo mismo: quien se pronuncia en contra de los López, paga las consecuencias. Por miedo, ninguno de los declarantes quiso dar su nombre.
Fue entonces que la Policía detuvo a una menor que decía saber lo sucedido. Fue ella quien señaló a Alfonso López como jefe de una banda criminal y aseguró que él le había ordenado a su jefe de sicarios, alias Román, asesinar a Prins porque en una nota de su periódico había hecho serios cuestionamientos al alcalde y su familia.
La menor agregó que a Alfonso López lo apodaban USA y que la organización la completaban José Nicolás Alvarino, alias Nico, según ella, un vendedor de armas a quien las autoridades le encontraron un arsenal en su casa y quien, además, era socio de la IPS Caribe de Magangué; Henry de Jesús Suárez, alias Yerry; Roberto José Salamandra López, alias El Mello, y Jáider Antonio Ramírez Bárcenas, quien para ese momento pertenecía a la Policía y fungía como escolta del alcalde.
La joven pertenecía a la supuesta organización y, al parecer, había sido violada por miembros de la misma, quedó embarazada y debió abortar. Ella era usada para enamorar a las víctimas, a quienes llevaba a lugares solitarios donde los sicarios los asesinaban.
Después apareció otro testigo: Augusto Guillermo de Hoyos, desmovilizado del bloque Norte de las Autodefensas, quien ratificó lo dicho por la adolescente e, incluso, aseveró que Alfonso López había ordenado matar a Prins influenciado por su madre, quien “se había puesto brava por las publicaciones del periodista”.
De Hoyos confirmó que alias Román y alias El Mello trabajaban para Alfonso López. Además mencionó a unos alias Chino y Águila, que las autoridades están tratando de identificar. Agregó que Enilce López hizo un montaje en su contra y que lo presionaron para que no acusara a Alfonso López.
Respecto a estos dos testimonios, Iván Cancino, abogado del exalcalde de Magangué, aseveró que “hay estudios que demuestran que la menor tiene predisposición a la mitomanía y De Hoyos está siendo procesado por extorsionar a la familia. Entonces ¿qué credibilidad pueden tener?”. Y agregó que pedirá la anulación del proceso.
Las autoridades tendrán que demostrar la culpabilidad de Alfonso López, otro miembro del clan de La Gata, la ama y señora de Magangué, condenada por sus vínculos con los ‘paras’ y siempre en el ojo del huracán.