Las rutas de la cocaína en el Meta de “Otoniel”, “Iván Márquez” y “Gentil Duarte”
Recientes investigaciones de la Fuerza Pública dan cuenta de cómo estas grandes cabezas del narcotráfico tienen control sobre el tráfico de droga por este neurálgico departamento para los grupos criminales.
José David Escobar Moreno / @JoseDEM18 / jescobar@elespectador.com
El Meta ha sido desde los tiempos de Pablo Escobar una zona clave en las primeras etapas de fabricación de la cocaína. Fue en las vastas llanuras del Yarí, entre el sur de este departamento y el norte el Guaviare, que se instaló el complejo de Tranquilandia, en donde la gente del cartel de Medellín instaló laboratorios de cocaína y pistas aéreas clandestinas para hacer los envíos de cocaína a Norteamérica. Recientes operativos e investigaciones de agentes antinarcóticos de la Policía dan cuenta de que por el Meta actualmente pasan corredores estratégicos de tres grandes cabezas del crimen organizado en Colombia: alias Otoniel, Iván Márquez y Gentil Duarte.
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El Meta ha sido desde los tiempos de Pablo Escobar una zona clave en las primeras etapas de fabricación de la cocaína. Fue en las vastas llanuras del Yarí, entre el sur de este departamento y el norte el Guaviare, que se instaló el complejo de Tranquilandia, en donde la gente del cartel de Medellín instaló laboratorios de cocaína y pistas aéreas clandestinas para hacer los envíos de cocaína a Norteamérica. Recientes operativos e investigaciones de agentes antinarcóticos de la Policía dan cuenta de que por el Meta actualmente pasan corredores estratégicos de tres grandes cabezas del crimen organizado en Colombia: alias Otoniel, Iván Márquez y Gentil Duarte.
Estos tres hombres, que son los más buscados por las autoridades colombianas, vienen enviando a hombres de su confianza al departamento para montar estructuras del narcotráfico. El Meta es una zona abandonada por el Estado, es un corredor estratégico a Bogotá y otras regiones del país, y colinda con departamentos con cultivos de cocaína como Guaviare y Caquetá. Las disidencias están en el departamento en zonas que las Farc controlaban. En el caso de Otoniel, envió a una ficha que, al igual que él, conoce los Llanos, pues integró el bloque Centauros de los paramilitares, comandado por su hermano alias Giovanni y Don Mario. En el departamento hay varios corredores que terminan en Venezuela.
Sobre la incursión del líder del Clan del Golfo al departamento se supo durante la primera semana de 2021. El presidente Iván Duque anunció la captura de alias Aquiles, un exparamilitar del bloque Centauros y el hombre que Otoniel designó para expandir su red de narcotráfico en el Meta, sobre todo en San Martín, Barranca de Upía y Cumaral, municipios en los que hicieron presencia los paramilitares. Las investigaciones de la Dijín señalan que Aquiles llegó a ese departamento en noviembre pasado junto con 40 hombres y desde allí coordinaba una ruta de tráfico de drogas por el río Meta hacia el Orinoco, que conectaba con Venezuela.
En diciembre de 2020, la Dirección Antinarcóticos de la Policía también reportó la llegada a ese municipio de hombres de Romaña, quien retomó las armas junto a Iván Márquez en agosto de 2019. El pasado 7 de diciembre en Puerto Concordia, en el sur del Meta, miembros de la Policía recibieron información de un desmovilizado de las Farc, a través de una llamada a la línea antidrogas 167, sobre la ubicación de una caleta de media tonelada de cocaína que iba a ser vendida a alias Romaña. Los investigadores lograron establecer que la cocaína provenía de al menos tres laboratorios ubicados en Guaviare y Meta, donde trabaja un experimentado químico cercano a Romaña, conocido con el alias de Cusumbo.
Asimismo, se conoció que el acopio y transporte de los cargamentos los coordina alias la Yola, una mujer que guarda un vínculo de varios años con las Farc, pues facilitaba instalar laboratorios en sus predios en La Uribe, Meta. Romaña es un curtido guerrillero del bloque Oriental, de la desaparecida guerrilla de las Farc, quien por décadas hizo de la serranía de La Macarena una de sus principales retaguardias. “La dificultad de ingresar con su organización criminal de manera directa a los Llanos lo hizo buscar otra estrategia: incursionar por medio de aliados narcotraficantes, quienes le continúan pagando el gramaje a Gentil Duarte, pero le venden la totalidad de la droga a Márquez para que fortalezca sus alianzas con carteles mexicanos”, dice un funcionario de la Policía.
Fue precisamente en Puerto Concordia donde la Policía identificó una ruta de narcotráfico de Iván Mordisco, líder de las disidencias de las Farc que salieron del Acuerdo de Paz en 2016 y que son dirigidas por Gentil Duarte. Esta ruta de narcotráfico transnacional tendría como destino final el cartel de Sinaloa, la temida organización criminal liderada por Ismael el Mayo Zambada y los hijos del Chapo Guzmán. En esta ruta, que según los investigadores nace en el norte de Guaviare y el sur del Meta, se transporta desde este punto la base de coca a laboratorios de procesamiento de la droga ubicados de manera clandestina en Boyacá, Casanare y Vichada.
Los alijos de cocaína, transportados en camionetas de gama media y alta, por vías poco concurridas de los Llanos Orientales, son llevados a la frontera venezolana a estados como Amazonas y Apure. Allí, en pistas clandestinas, un emisario del cartel de Sinaloa y uno de las estructuras narcotraficantes coordina el vuelo y la entrega de los dineros a la organización criminal productora. Estos aviones, que salen de pistas clandestinas en Venezuela, llegarían también a pistas de esta naturaleza en Guatemala, Salvador u Honduras, donde organizaciones criminales locales las acopian para luego hacerlas llegar al cartel de Sinaloa, principalmente.
Este complicado escenario lo ha advertido el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, quien por cuenta de estas denuncias fue amenazado de muerte en diciembre de 2020 por las disidencias, las cuales ofrecen, según la Policía, $1.000 millones a quien atente contra el mandatario regional. “En el sur del Meta las disidencias de las Farc, comandadas por Gentil Duarte, quieren llenar de coca esa zona del departamento, pero no la tienen fácil. Ese delincuente se está disputando el territorio con sus antiguos compinches y ahora enemigos Iván Márquez, Santrich y compañía”, señaló en octubre de 2020 el gobernador Zuluaga a El Espectador.
La Policía y el Ejército hacen frecuentes operativos en el Meta contra el narcotráfico, en los que desmantelan laboratorios de procesamiento de cocaína, incautan droga o realizan capturas. Sin embargo, como suele pasar en gran parte de las estructuras criminales, los detenidos o muertos terminan siendo reemplazados con facilidad. La Defensoría del Pueblo alertó en agosto de 2020 que, por ejemplo, en San Martín el Clan del Golfo estaba reclutando jóvenes y menores de 18 años en sus filas. “Se aprovechan de esta situación, porque de por sí esta zona tiene pocas alternativas para los jóvenes. Ahora con la pandemia es más difícil la situación”, concluye un líder social del sur del Meta que pide reserva de su nombre por seguridad.