Las víctimas de lesiones oculares del Esmad que tuvieron que salir del país
Leidy Cadena y Sara Cárdenas perdieron un ojo, respectivamente, durante el paro nacional de 2021. En los últimos meses, recibieron amenazas y ataques, luego de denunciar los hechos ante las autoridades. Hoy se asilan en Europa y denuncian que hay pocos avances de la Fiscalía para determinar quiénes fueron sus agresores.
David Escobar Moreno
Reclamar justicia, ser hostigadas y amenazadas. Sentir terror, miedo a perder la vida. Luego vender todas sus pertenencias y salir corriendo del país para buscar asilo en otro. Llorar. Llorar mucho. Así se podrían resumir los últimos meses de Sara Cárdenas y Leidy Cadena, dos de las decenas de víctimas de lesiones oculares que dejó el Esmad durante el paro nacional de 2021, en contra de la reforma tributaria del gobierno Duque. El Espectador habló con ellas, quienes salieron de Colombia entre julio y noviembre de 2021 y cuentan los difíciles momentos que han vivido en el último tiempo para preservar sus vidas. Además, denuncian que han sido casi que nulos los avances de la Fiscalía para determinar quiénes fueron sus agresores.
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Reclamar justicia, ser hostigadas y amenazadas. Sentir terror, miedo a perder la vida. Luego vender todas sus pertenencias y salir corriendo del país para buscar asilo en otro. Llorar. Llorar mucho. Así se podrían resumir los últimos meses de Sara Cárdenas y Leidy Cadena, dos de las decenas de víctimas de lesiones oculares que dejó el Esmad durante el paro nacional de 2021, en contra de la reforma tributaria del gobierno Duque. El Espectador habló con ellas, quienes salieron de Colombia entre julio y noviembre de 2021 y cuentan los difíciles momentos que han vivido en el último tiempo para preservar sus vidas. Además, denuncian que han sido casi que nulos los avances de la Fiscalía para determinar quiénes fueron sus agresores.
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Las historias de Sara Cárdenas y Leidy Cadena de cómo salieron del país no son muy distintas. Además de que ambas, y sus familias, viajaron al mismo país -el cual no es mencionado por solicitud de ellas-, tuvieron que sufrir en Colombia amenazas de muerte, hostigamientos por uniformados de la Policía y hasta ataques a sus viviendas. Sandra Pérez, madre de Sara Cárdenas, y que también fue atacada el 5 de mayo de 2021 por el Esmad, cuenta que recibieron mensajes y llamadas en las que les advertían que las iban a matar o que “le iban a sacar el otro ojo a su hija”. Incluso, una semana después de salir del país, sus vecinos le contaron que les habían roto las ventanas del apartamento.
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“Luego de recibir el ataque, denunciamos todo lo que sucedió ese día. A partir de ahí empezamos a recibir llamadas y mensajes de desconocidos amenazándonos. Después recibí citaciones de la Policía para que fuera y declarara en un CAI, a las que no asistimos. Solo lo hicimos ante la Fiscalía. En ese momento, tuve que esconder a mi otra hija con un familiar en otra zona de la ciudad. Estábamos muy asustadas. Asimismo, antes de que nos rompieran los vidrios de donde vivíamos, en tres oportunidades nos apuntaron con un láser a las ventanas del apartamento”, señaló Sandra Pérez, madre de Sara Cárdenas.
En el caso de Leidy Cadena, ella sí asistió a esas citaciones de la Policía, incluso señaló que sus amigos, los que la acompañaban el 28 de abril, cuando fue atacada, fueron citados a declarar. También cuenta que los meses siguientes, ella y su novio eran requisados sin motivo alguno. “Cuando fui atacada por el Esmad, incluso hubo un policía que fue hasta el hospital San Ignacio para que declarara, horas después de haber perdido mi ojo derecho, algo inexplicable. Pero el hecho que nos obligó a salir del país fue cuando, en octubre de 2021, encontramos que habían metido tubos de pólvora por debajo de la puerta de mi casa. Ahí sentí que realmente mi vida estaba en peligro”, dice Leidy Cadena.
La decisión
A finales de julio de 2021, la familia de Sara Cárdenas tomó la decisión de salir del país. La suma de amenazas y hostigamientos terminaron, asegura la víctima de lesión ocular, obligándolos a buscar asilo por fuera de Colombia. “Un amigo nos recomendó este país (donde actualmente están) y empezamos a averiguar cómo tramitar el asilo. Vendimos todo, absolutamente todo lo que teníamos para poder comprar los tiquetes. La noche que los compramos nos entró un miedo y un terror que no se imagina, además porque el vuelo era en tres días. Menos mal salimos rápido del país, porque a los pocos días fue que nos rompieron las ventanas”, contó la madre de Sara Cárdenas.
Finalmente, el 18 de julio de 2021, Sara Cárdenas y su familia salieron del país, en medio de algunas trabas que dos aerolíneas le pusieron para llegar a su destino final. “Cuando nos sentamos en el último avión, de las dos escalas que hicimos, nos atacamos a llorar con mis hijas. Fue muy paradójico que la Policía de acá nos tratara tan bien y nos dijera ‘ya están a salvo, aquí nadie les va a hacer nada’”, señaló Sandra Pérez. Fue esta última quien alentó a Leidy Cadena de salir del país, luego de encontrar la pólvora en su casa. El 3 de noviembre pasado, y después de vender casi todas sus pertenencias, Cadena y dos familiares salieron de Colombia.
Aunque ambas familias narran que ha sido difícil asimilar el desarraigo, también cuentan que donde están no les hace falta nada y ya tienen acceso a educación. Sin embargo, en cuanto a la salud de Leidy y Sara, las noticias no son alentadoras. La primera podría quedar invidente, ya que el esfuerzo que hace con su ojo izquierdo puede generar paulatinamente la pérdida de la visión. “Si es difícil saber que no puedo ver por un ojo, ha sido más complejo saber que hay una opción de que quede ciega. Tengo fe en que nunca llegue ese día”, aseguró Cadena. Sara Cárdenas, por su parte, aún no tiene muy claro si su cara puede quedar desfigurare si retira por completo su ojo derecho que perdió la visión el día que fue atacada por el Esmad.
Mientras este artículo se escribía, El Espetador conoció las denuncias que interpuso en diciembre pasado y este 6 de abril de 2022 una de las tías de Sara Cárdenas, quien vive en Colombia y se ha encargado de seguir de cerca las investigaciones del caso de su sobrina. Los documentos dan cuenta de que, desde diciembre de 2021, recibe llamadas y que fue abordada por un extraño que le indicó: “Calladita se ve mejor”, “¿Es que se quiere morir? Deje de investigar”, entre otras frases. La mujer cuenta con una medida de protección, pero la familia dice que esta es brindada por integrantes de la Policía, un asunto que para ellos no representa ninguna garantía.
Este diario pudo establecer por tres fuentes diferentes que hay al menos otras dos víctimas de lesiones oculares del Esmad que intentan salir del país para buscar asilo por el mismo motivo: sienten que, por denunciar los hechos de los que fueron víctimas, sus vidas están en grave peligro. A principios de marzo, la familia de Sara Cárdenas fue notificada de que su solicitud de asilo fue aceptada, mientras que en el caso de Leidy Cadena su caso todavía está en estudio, pues aseguran que la llegada de refugiados ucranianos ha ralentizado los procesos.
En cuanto a las denuncias que interpusieron en la Fiscalía General, tanto Leidy Cadena como Sara Cárdenas, aseguran que sus abogados en Colombia no han recibido información sobre avances en la investigación. A su vez, señalan que el ente investigador tiene varias pruebas (videos y testimonios) y que no se explican por qué, casi un año después de los ataques oculares, no han tenido mayor información ni se haya identificado a sus agresores.