Liberan a 50 trabajadores de una mina de esmeraldas en Maripí, Boyacá
Ocho hombres armados secuestraron en la tarde del pasado viernes 28 de abril a los funcionarios de la empresa Santa Rosa. En las últimas horas, el Ejército logró capturar a tres de los secuestradores.
Durante la media noche del viernes 28 de abril, la empresa Esmeraldas Santa Rosa aseguró que un grupo de hombres armados ingresaron a la fuerza a las instalaciones de la compañía, ubicada en Maripí, Boyacá. A través de un comunicado prensa, la compañía aseguró que 50 de sus trabajadores estaban secuestrados, que los criminales desarmaron al personal de seguridad e ingresaron a los niveles más profundos de la mina.
“De inmediato activamos un protocolo de seguridad y dimos aviso a la administración municipal, priorizando la vida e integridad de los vigilantes y trabajadores”, dice el comunicado. En las horas de la mañana de este sábado, el gobernador de Boyacá. Ramiro Barragán, confirmó que los trabajadores ya eran libres y que el Ejército logró capturar a tres de los ocho secuestradores.
La mina Santa Rosa opera desde 1997 y desde entonces tiene 26 años para explotarla. Según datos de la Agencia Nacional de Minería, cuenta con más de 300 empleados, quienes hacen presencia en Maripí y el municipio colindante de Muzo. El gerente de la compañía, Germán Forero Jiménez, ha dicho públicamente que esta compañía es de las más importantes en el sector de las esmeraldas, solo superada por MTC, de capital estadounidense y dirigida por Charles Burgess.
La empresa esmeraldera nació en 1981 en el municipio de Maripí y cuenta con tres títulos mineros otorgados por el gobierno nacional. Además, tiene una sede en Usaquén (norte de Bogotá), donde gestiona sus actividades comerciales.
Desde la década pasada, se sabe que Esmeraldas Santa Rosa fue comprada por cuestionados hombres del mundo de las esmeraldas. El 38 por ciento de sus acciones lo tuvo la familia de Víctor Carranza, el fallecido zar esmeraldero que fue señalado de conformar grupos paramilitares, pero del que judicialmente nunca se comprobó nada.
Sin embargo, en 2010, Jesús Hernando Sánchez, amigo y sucesor de Víctor Carranza compró el 25 por ciento a través de la firma Emerald Planet, de la que es único accionista. Ese año, Carlos Julio Molina Murcia, pariente de Gilberto Molina (un narco esmeraldero cercano al cartel de Medellín), le vendió su 15 por ciento a Thorn Investment Limited, de Houston. Los hermanos Hugo y Orlando Rodríguez Daza figuran con un 12 por ciento, y Tiberio González, con un 10 por ciento.
Jesús Hernando Sánchez fue señalado en 2019 por el propio Otoniel, el extraditado líder del Clan del Golfo, como uno de sus últimos enemigos. Las comunicaciones del grupo criminal, que fueron interceptadas por las autoridades, indicaban que Sánchez y otros cuestionados esmeralderos estaban en la mira del grupo sucesor del paramilitarismo, quien intenta desde entonces consolidar una estructura criminal en Bogotá y Cundinamarca.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Durante la media noche del viernes 28 de abril, la empresa Esmeraldas Santa Rosa aseguró que un grupo de hombres armados ingresaron a la fuerza a las instalaciones de la compañía, ubicada en Maripí, Boyacá. A través de un comunicado prensa, la compañía aseguró que 50 de sus trabajadores estaban secuestrados, que los criminales desarmaron al personal de seguridad e ingresaron a los niveles más profundos de la mina.
“De inmediato activamos un protocolo de seguridad y dimos aviso a la administración municipal, priorizando la vida e integridad de los vigilantes y trabajadores”, dice el comunicado. En las horas de la mañana de este sábado, el gobernador de Boyacá. Ramiro Barragán, confirmó que los trabajadores ya eran libres y que el Ejército logró capturar a tres de los ocho secuestradores.
La mina Santa Rosa opera desde 1997 y desde entonces tiene 26 años para explotarla. Según datos de la Agencia Nacional de Minería, cuenta con más de 300 empleados, quienes hacen presencia en Maripí y el municipio colindante de Muzo. El gerente de la compañía, Germán Forero Jiménez, ha dicho públicamente que esta compañía es de las más importantes en el sector de las esmeraldas, solo superada por MTC, de capital estadounidense y dirigida por Charles Burgess.
La empresa esmeraldera nació en 1981 en el municipio de Maripí y cuenta con tres títulos mineros otorgados por el gobierno nacional. Además, tiene una sede en Usaquén (norte de Bogotá), donde gestiona sus actividades comerciales.
Desde la década pasada, se sabe que Esmeraldas Santa Rosa fue comprada por cuestionados hombres del mundo de las esmeraldas. El 38 por ciento de sus acciones lo tuvo la familia de Víctor Carranza, el fallecido zar esmeraldero que fue señalado de conformar grupos paramilitares, pero del que judicialmente nunca se comprobó nada.
Sin embargo, en 2010, Jesús Hernando Sánchez, amigo y sucesor de Víctor Carranza compró el 25 por ciento a través de la firma Emerald Planet, de la que es único accionista. Ese año, Carlos Julio Molina Murcia, pariente de Gilberto Molina (un narco esmeraldero cercano al cartel de Medellín), le vendió su 15 por ciento a Thorn Investment Limited, de Houston. Los hermanos Hugo y Orlando Rodríguez Daza figuran con un 12 por ciento, y Tiberio González, con un 10 por ciento.
Jesús Hernando Sánchez fue señalado en 2019 por el propio Otoniel, el extraditado líder del Clan del Golfo, como uno de sus últimos enemigos. Las comunicaciones del grupo criminal, que fueron interceptadas por las autoridades, indicaban que Sánchez y otros cuestionados esmeralderos estaban en la mira del grupo sucesor del paramilitarismo, quien intenta desde entonces consolidar una estructura criminal en Bogotá y Cundinamarca.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.