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El patrullero Óscar Devia no pudo contener las lágrimas este 12 de octubre. Desde la cárcel especial de reclusión de la Policía Nacional en Facatativá (Cundinamarca), donde permanecía preso desde hace cuatro meses, atendió la audiencia con la cual recuperó su libertad. Estaba en detención preventiva por orden de la justicia penal militar, la cual lo procesaba por el homicidio del joven Santiago Murillo en Ibagué, el pasado 1 de mayo. A pesar de que el expediente aterrizó en la Fiscalía por orden de la Corte Constitucional, Devia seguía privado de su libertad y con un panorama judicial confuso hasta hoy.
En contexto: La historia de un patrullero preso sin pruebas en su contra
El juez segundo penal de Garantías de Ibagué, Jairo Zambrano, ya expidió la boleta de libertad dirigida al director de la cárcel de Facatativá. La defensa del patrullero Oscar Devia empezó a moverse en distintos frentes pues, aunque la justicia militar no tenía competencia para tomar decisiones y la Fiscalía ya había decidido que no tiene nada que ver con el crimen, el policía seguía en prisión como si el tiempo y el expediente no hubiese avanzado para él. El principal sospechoso de la Fiscalía es el mayor Jorge Mario Molano, cuya arma de dotación coincidió con el registro de bala hallada en el cuerpo del joven deportista Murillo.
“Hoy se le dio la libertad a Óscar Leonardo Devia por una audiencia que solicitó la Fiscalía 11 seccional de la Unidad de Vida de Ibagué. La fiscal delegada expuso ante el juez de control de garantías que mi cliente funge solo como testigo para las diligencias que cursan actualmente en juicio oral (contra el mayor Molano). La Fiscalía no tiene ninguna intención punitiva, ni lo considera autor, ni coautor, ni de ninguna manera vinculado a los hechos”, le dijo a El Espectador Sergio Clavijo, apoderado de la familia Devia.
En contexto: Mayor de la Policía a juicio por homicidio de Santiago Murillo en el Paro Nacional
La historia judicial de Devia comenzó el pasado 1 de mayo, en el marco del paro nacional, cuando fungiendo como miembro de la Policía Metropolitana de Ibagué acudió a la calle 60 con carrera 5°. Allí, Santiago Murillo fue impactado por una bala dirigida al parecer desde donde estaba el mayor Molano, junto a otro uniformado, como explicó la Fiscalía en su acusación. Tras una investigación de semanas, la justicia penal militar vinculó a Devia con el homicidio, basada, entre otras pistas, en testimonios de miembros de la Policía. El pasado 9 de junio fue enviado a prisión, mientras a su vez la Fiscalía avanzaba con su investigación paralela.
Sin embargo, el caso tomó su rumbo definitivo hace mes y medio, cuando la Corte Constitucional decidió que el expediente Santiago Murillo iba a ser conocido únicamente por la Fiscalía. La defensa de Devia abrazó la noticia, no obstante, reprochó que el patrullero señalado por la justicia militar no hubiese sido mencionado en ese fallo. El caso se enredó. El abogado del uniformado pidió explicaciones al juez 188 penal militar, quien ordenó la detención de Devia, pero este le respondió que estaba impedido para decretar la libertad, por orden de la alta corte, y que toda su actuación ya estaba en manos de la Fiscalía Tercera de la Unidad de Vida de Ibagué.
Antecedentes: Homicidio de Santiago Murillo no va a la Justicia Militar: Corte Constitucional
Ante el impedimento de la justicia militar y el pronunciamiento de la Corte solo en el caso de Molano, la defensa de Devia presentó una solicitud de libertad utilizando el mecanismo de habeas corpus, pero en dos ocasiones le fue negada por orden de un juez de Cachipay (Cundinamarca) y luego por un colega del mismo departamento. Entonces, la fiscal 11 seccional de la Unidad de Vida de Ibagué, a cargo del juicio contra Molano, solicitó una audiencia innominada para liberar a Devia.
“Le ilustramos al juez de garantías de Ibagué que se debía otorgar la libertad ya que los jueces constitucionales de habeas corpus no la habían otorgado y la Corte Constitucional no definió quien era el competente. Ante la no respuesta del juzgado 188 penal militar, ese juez era el único llamado a otorgarle la libertad al señor Oscar Leonardo Devia”, agregó la defensa del patrullero, quien está suspendido en la Policía Nacional y quien lleva más de 18 años en la institución.
Antecedentes: La primera acusación de la Fiscalía a un policía por homicidio en el Paro Nacional
En diálogo con este diario, el abogado de Devia reveló, hace una semana, la angustia de la familia de un uniformado preso sin pruebas en su contra: “Él tiene varios hijos. Toda la familia tiene que hacer ‘vacas’ (recolección de dinero) para visitarlo. Ha sido un trauma para ellos tener que apersonarse de las necesidades del hogar, de la defensa jurídica, de los costos del proceso, nos ha tocado hacer unos préstamos a gota a gota para conseguir los recursos económicos. Hemos tenido que recolectar plata, hemos hecho rifas, hemos mandado a hacer tamales. Él ha vendido tamales en el interior de la cárcel”.
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