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Llegaron 500 soldados al departamento del Valle del Cauca, bajo la autorización del Ministerio de Defensa, para reforzar la seguridad en zonas periféricas que permitan poner en marcha operativos en contra de organizaciones criminales que operan en el departamento, especialmente contra el Clan del Golfo y la estructura criminal de disidentes FARC ‘Jaime Martínez’.
Seguimos reforzando la ofensiva operacional en contra de los grupos armados en el Valle del Cauca, especialmente Clan del Golfo y la ‘Jaime Martínez’. Este despliegue hace parte del esfuerzo del Gobierno Nacional y las administraciones municipales por garantizar la tranquilidad de las comunidades.
Ejército Nacional
Los militares serán organizados en ‘puntos estratégicos’ del departamento para completar las labores coordinadas junto con la Policía Nacional en garantizar la seguridad de los vallecaucanos, además, recibirán entrenamiento en operaciones rurales.
Entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, Cali, capital del Valle del Cauca, será la sede principal de la COP16, por lo que el gobierno ha venido fortaleciendo sus medidas de seguridad para garantizar el desarrollo del evento internacional. A mediados de julio, a esa ciudad llegaron 100 uniformados y se espera que en agosto se sumen otros 500.
Así mismo, además de la presencia militar en el departamento, se espera la llegada de 4.000 policías que se sumarán a los más de 6.700 con los que ya cuenta la ciudad, para protegerla de posibles amenazas terroristas, pues en días pasados Iván Mordisco, comandante de una facción de las disidencias de las FARC del Estado Mayor Central (EMC), amenazó con afectar la conferencia de biodiversidad. No obstante, en un comunicado en video esta semana, descartó los ataques a la COP16.
En entrevista con este diario, el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, señaló que, a su juicio, esas amenazas al evento internacional tienen un solo objetivo: demostrar poder. “Está garantizada la seguridad de la COP. En realidad, (las disidencias de Mordisco) tienen una presencia delictiva en las regiones, que estamos contraatacando con la Policía y la Fiscalía. Son reacciones normales a cuando se sienten acorralados y no quieren dejarse sacar”.
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