Lo que se sabe sobre “los Jalisco”, una nueva cara de la violencia en Buenaventura
El Espectador consultó a expertos en seguridad sobre la aparición de un supuesto grupo en la ciudad portuaria, donde las bandas criminales llevan semanas enfrentadas en una nueva oleada de violencia. La influencia de los carteles mexicanos en esta zona del país no es nueva. Incluso, algunos de sus emisarios han sido capturados.
Mónica Rivera Rueda
David Escobar Moreno
Este fin de semana circularon en las redes sociales varios videos de hombres armados en Buenaventura (Valle del Cauca) que se autodenominan como el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), haciendo alusión al temido cartel mexicano liderado por el capo alias el Mencho. Las imágenes claramente causaron preocupación y poco a poco empezó a emerger un viejo fantasma: la presencia e influencia de los carteles mexicanos en varias estructuras criminales en Colombia. El Espectador se contactó con varias fuentes del municipio portuario con el fin de determinar qué hay detrás de estos hombres armados que, de nuevo y lamentablemente, vuelven a poner en la agenda mediática esta zona del país golpeada por el conflicto armado y la violencia urbana.
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Este fin de semana circularon en las redes sociales varios videos de hombres armados en Buenaventura (Valle del Cauca) que se autodenominan como el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), haciendo alusión al temido cartel mexicano liderado por el capo alias el Mencho. Las imágenes claramente causaron preocupación y poco a poco empezó a emerger un viejo fantasma: la presencia e influencia de los carteles mexicanos en varias estructuras criminales en Colombia. El Espectador se contactó con varias fuentes del municipio portuario con el fin de determinar qué hay detrás de estos hombres armados que, de nuevo y lamentablemente, vuelven a poner en la agenda mediática esta zona del país golpeada por el conflicto armado y la violencia urbana.
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De acuerdo con lo que ha podido indagar este diario, estos hombres armados serían una nueva autodenominación del grupo criminal de Diego Optra, líder de los Shotas, una de las facciones de la banda la Local y que está en una cruda confrontación con la facción de Espartanos. Según explica Dennis Hufftington, investigador de Pares, estarían utilizando este nombre para generar más temor en medio del conflicto. “No quita la posibilidad de que haya alianzas entre grupos, principalmente para negocios criminales, en los que estarían intercambiando drogas por armas, y, en cambio, se utiliza el nombre de Jalisco Nueva Generación, para dar más terror. Es una carta que están empleando, no es que sean propiamente mexicanos. Eso está descartado”.
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Inicialmente, en Buenaventura se enfrentaban las organizaciones criminales de La Local y La Empresa por las rentas ilegales que dejaban el tráfico de estupefacientes, la protección al narcotráfico, el secuestro express y las extorsiones. Pero para finales de 2020, los cabecillas de La Local, al no lograr acuerdos, terminan separándose en dos bandas delincuenciales: Los Shotas y Los Espartanos, quienes a partir de allí comenzarían a disputarse el municipio. “Esto se da entre 2021 y 2022, lo que restaba de La Empresa se queda tranquilo”, asegura Ghina Castrillón, investigadora en la zona.
Junto a los asesinatos, se recrudecen delitos como el de la extorsión y el desplazamiento intraurbano. Los enfrentamientos en las noches se vuelven comunes, hasta septiembre del año pasado, que los líderes de los dos grupos aparecen en un video donde anuncian una tregua como muestra de su interés de hacer parte de la paz total. Los homicidios se reducen a tal punto que en los siguientes seis meses se mantienen en un dígito. Hasta el pasado 4 de abril que desaparecieron los cabecillas de los Shotas “Burro” y “Súper Boy”. “Los enfrentamientos volvieron, casi a diario, en las comunas 10 y 12 y un poco en la 7. En la comuna 10 también se presentan a las dos de la tarde y hasta a las 10 de la mañana, pero también llegan a zonas donde antes no había ese tipo de confrontaciones”, dice Castrillón.
Esto ha propiciado que el comercio, en las zonas en conflicto, prefiera cerrar a las tres de la tarde y que el transporte ya no llegue a muchos lugares donde antes se podía circular libremente. Una fuente le indicó a este diario que debe llegar a su casa antes de las siete de la noche o sino tiene que buscar otro lugar donde dormir. “Volvió a que como comunidad tengamos que acomodarnos a las dinámicas y tener nuevas formas de comportamiento, porque como no se sabe a qué hora habrá enfrentamientos, y como hay rutas que ya no pasan cerca, toca caminar más, lo que lo pone a uno en riesgo de quedar en medio de una balacera o cruzar por una cuadra por la que no se puede pasar”.
La situación en Buenaventura volvió a la agenda pública el fin de semana, luego de que se conocieron videos de Los Chiquillos, bajo el mando de alias Robert un grupo residual de La Empresa, que se habría asociado con Los Espartanos para entrar a la paz total, y que en las imágenes amenaza a un cuarto grupo criminal en Buenaventura y que sería el CGNJ, cuyos miembros repartieron la semana pasada panfletos en los que anuncia limpieza social de quienes extorsionan en el municipio. Así como publicaron videos en los que junto a grafitis con su siglas y amenazando a integrantes de otros grupos criminales en el puerto.
Los expertos consultados por este diario señalan que es muy probable que este facción colombiana de los CJNG estén recibiendo financiación de los mexicanos. “Lo veo como estrategia, que reciban recursos de narcos mexicanos es muy posible. Pueda que hayan coronado o les hayan entrado muchas armas, y por eso los Shottas están a la ofensiva, pero por supuesto es para esconder parte de sus acciones y confundir, mientras se siembra terror. No hay que descartar la conexión transnacional, en Chile están varios mandos de esta facción de la Local y desde allá extorsionan”, señaló Juan Manuel Torres, coordinador de oficina regional de PARES en el Pacífico.
El historial mexicano en Buenaventura
No es la primera vez que en esta zona del país, el sur occidente, se habla de la presencia e influencia de carteles mexicanos en el crimen organizado. Desde 2018, las autoridades vienen reportando la presencia de estos carteles tanto en el municipio portuario como en municipios aledaños a este. En 2019, la Defensoría del Pueblo encontró presencia de emisarios de los carteles mexicanos en Jamundí, Valle del Cauca —a tres horas de Buenaventura—. Incluso, comerciantes del municipio le indicaron en ese momento a este diario que había un extraño movimiento esporádicamente de mexicanos. Desde 2015 hasta hoy, también se han reportado la captura de emisarios de los carteles de la droga en ciudades como Cali y Buenaventura.
Por ejemplo en abril de 2022 fue capturado dos hombres de la entera confianza de la cúpula del cartel de Sinaloa. Se trata de alias Pitt, un hombre cercano al Mayo Zambada, uno de los líderes de una facción del cartel de Sinaloa. El hombre, según la Policía, era el encargado de tener el contacto con las disidencias de las Farc en Cauca, y de coordinar los envíos de cocaína que salían tanto por el puerto de Buenaventura como por el de Guayaquil en Ecuador. Un año más tarde, la Policía capturó a alias Naranjo, otro emisario, pero del CJNG, que se movía entre Medellín, Buenaventura y Guayaquil.
Las otras confrontaciones en Buenaventura
La violencia en Buenaventura no solo se presenta en su casco urbano. En el Bajo Calima, luego de la firma del acuerdo de Paz, se configuró la presencia de miembros del ELN, especialmente en la parte alta de ríos como el Anchicayá, donde se han presentado enfrentamientos con el Clan del Golfo, que vienen desde Chocó y que han generado confinamientos y desplazamientos. En el sur la situación no es muy diferente, ya que las disidencias Jaime Martinez (lideradas por Iván Mordisco) y Segunda Marquetalia (comandada por Iván Márquez) sostienen enfrentamientos que han afectado a comunidades campesinas e indígenas.
“Hace poco desapareció una persona en Yurumanguí y se siguen presentando hostigamientos y afectaciones a la población, que siguen denunciando reclutamiento, pero es difícil obtener datos, porque no hay presencia del Estado más allá de los patrullajes militares y muchos temen hacer denuncias por el riesgo”, aseguró Huffington. Aunque hay voces que pedían militarizar la ciudad, como la gobernadora Clara Luz Roldán, el Gobierno ya descartó de tajo esa solicitud. Además, el alcalde de Buenaventura señaló que llenar las calles de soldados no debe ser la primera opción, pues en el pasado -durante el Gobierno de Iván Duque- ya sucedió, pero terminó siendo una medida efectiva a corto plazo.
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