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Este fin de semana se reportó lo que será, sin duda alguna, una de las noticias más importantes en Colombia en 2021: la captura de Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, líder del Clan del Golfo y uno de los hombres más buscados por las autoridades colombianas. Aunque el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, señaló que “tendrá que ser el fin de esta organización que tanto daño les ha causado a los colombianos”, fuentes que conocen la entraña del Clan del Golfo dicen que las riendas del grupo criminal quedarán en manos de uno de los narcotraficantes más importantes de este grupo sucesor del paramilitarismo.
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Se trata de Jobanis Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, un hombre que lleva más de 20 años junto a Otoniel y es de su entera confianza. Además, fue miembro del bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), grupo paramilitar que se desmovilizó en 2004, aunque muchos de sus hombres luego terminaron conformando el Clan del Golfo. Fuentes del Ejército señalan que Ávila Villadiego es quien se encargaba de gran parte de la logística para el envío de cocaína a Europa y los Estados Unidos y que tiene su principal centro de operaciones en el municipio de Turbo, en el Urabá antioqueño.
“Dado que el Clan del Golfo es una estructura piramidal, no habrá lucha interna de poder. Quedará el siguiente en línea de mando, que para mí es Chiquito Malo. La división territorial de las estructuras es muy marcada, por eso no hay posibilidad de una lucha interna”, dice una de las personas que conoce las entrañas del grupo criminal que, según cifras de la fuerza pública, tiene más de 3.500 hombres. Otra de las fuentes que ha estado de cerca del clan familiar Úsuga dice que este confía más en Chiquito Malo que en otro de los posibles sucesores de Otoniel tras su reciente captura.
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En cambio, en el organigrama de la fuerza pública no aparece Chiquito Malo como el posible sucesor de Otoniel, pues es conocido como el tercer cabecilla. El segundo es Wílmer Antonio Quiroz, alias Siopas, de quien se sabe muy poco y hasta hace algunos meses no tenía un perfil tan alto como el de Chiquito Malo. En febrero de 2021, fue el propio general Vargas quien anunció que existía una recompensa de hasta $570 millones por Siopas y lo denominó el segundo líder del Clan del Golfo y coordinador de las subestructuras en el Chocó y en el suroeste antioqueño. Este anuncio lo hizo en medio de la revelación de que alias Marihuano, entonces mano derecha de Otoniel, había muerto en medio de un combate con la Policía. Siopas aparece en el organigrama como el segundo cabecilla.
Según la Policía, otros de los criminales que esperan ocupar la cúpula del Clan del Golfo en su momento son José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito, y Orozman Orlando Ostén, alias Rodrigo Flechas. El primero de ellos es señalado de ser uno de los causantes de la crisis humanitaria que vive el municipio de Ituango, en el norte de Antioquia. En esa zona, Gonzalito se disputa las rutas del narcotráfico con el frente 18 de las disidencias de las Farc. Sobre Ostén se conoce muy poco, pero se sabe que declaró en el proceso penal contra los exparamilitares que secuestraron y torturaron a la periodista Jineth Bedoya.
La guerra en el Bajo Cauca y sur de Córdoba
En los últimos años, el Clan del Golfo y otro grupo armado de origen paramilitar se disputan varias de las rutas del narcotráfico en el Bajo Cauca y sur de Córdoba. Se trata de Los Caparros o frente Virgilio Peralta Arenas, algunos de cuyos hombres, además de lucrarse del narcotráfico y de la minería ilegal, integraron el bloque Mineros de las Auc. En junio pasado, Los Caparros vivieron una situación parecida a la que vive el Clan del Golfo: se quedaron sin líder tras la muerte en combate de alias Flechas, quien a su vez sucedió en el poder a Caín, el más representativo de sus líderes.
Dos investigadores de la Dirección Antinarcóticos de la Policía coinciden en que en los próximos meses se tendrá que decantar cómo será la relación de Chiquito Malo o Siopas con quien llegue a liderar Los Caparros, situación que hoy no es muy clara. Según los organigramas de la fuerza pública, quien debería suceder el mando sería alias Rango o John Perico. Los dos miembros de esa dirección policial afirman que la captura de Otoniel puede ser aprovechada por la gente de alias Douglas, antiguo jefe de la Oficina de Envigado, quien es la contraparte de ese cuerpo colegiado de bandas criminales fundado en los años 80 por Pablo Escobar.
En cuanto a Otoniel, fuentes militares señalan que durante los próximos meses su destino sería EE. UU., donde es solicitado por las autoridades judiciales por delitos de narcotráfico. Además, ante esa justicia ya están sus antiguos hombres de confianza, como alias Platino e incluso también será enviada allí su hermana Nini Johana Úsuga, quien aparentemente manejaba una parte financiera del Clan del Golfo.