Los asesinos de Leónidas Vargas
Cuatro personas fueron condenadas por su participación en este crimen. El capo colombiano fue asesinado en 2009 en Madrid (España).
Redacción Judicial
El 8 de enero de 2009 dos personas ingresaron al hospital 12 de Octubre, en Madrid (España). Buscaban al capo Leónidas Vargas: el capturado heredero de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Al llegar a la habitación 537 se encontraron con un enfermo. “¿Es usted Leónidas Vargas?”. Preguntaron. El enfermo dijo que no y señaló a una persona que se encontraba al frente suyo y que se encontraba en el hospital por una hipertensión pulmonar. Era un hombre de unos 60 años de edad. Uno de los sicarios le pidió al enfermo que se diera la vuelta. Entonces disparó contra Vargas en cinco oportunidades. Todo quedó registrado en las cámaras del hospital.
El asesino en cuestión era Jonathan Andrés Ortiz. Un sicario nacido en Medellín en 1985 y quien –a cambio de un dinero– acabó con la vida de un histórico del mundo criminal. Ortiz y otras tres personas –José Jonathan Fajardo Ospina, Jonathan Montoya Rendon y Alexander Salazar Cortes– fueron condenadas hoy por el Tribunal Supremo de España a penas de entre 23 y 25 años de prisión por su participación en este crimen. Los dos primeros fueron quienes vigilaron para que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo en la habitación. Por su parte, Salazar fue quien le dio el arma con silenciador a Ortiz.
Ese mismo enero de 2009, su hermano Héctor Fabio Vargas, de 47 años de edad, y su novia, la actriz Liliana Lozano, de 30 años, fueron hallados muertos en un paraje entre los municipios vallecaucanos de Palmira y Pradera. Los dos asesinatos hicieron que las autoridades pensaran en un ajuste de cuentas entre narcos e, incluso, en la posibilidad de que los Vargas hubieran sido asesinados para quedarse con los negocios que Leónidas tenía en Colombia pese a llevar tres años preso en España. Se dijo también que tras los homicidios estuvo, supuestamente, el fallecido zar de las esmeraldas Víctor Carranza. Pero estos señalamientos nunca se confirmaron. Todavía sigue sin saberse quién fue el autor intelectual de estos tres crímenes.
El heredero de Gacha
Leónidas Vargas se inició en el mundo criminal de la mano del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Vargas se convirtió en el heredero de Gacha tras la muerte del capo en 1989. Empezó a crecer en el hampa y convirtió a su natal Caquetá en su fortín. En 1993 fue capturado y condenado a 19 años de prisión por narcotráfico y enriquecimiento ilícito. Estuvo casi 11 años en la cárcel y se le expropiaron bienes por un valor de casi US $29 millones. Nada de esto impidió que su imperio criminal siguiera creciendo. Fue al final la violencia propia del narcotráfico la que acabó con su vida. Su crimen sigue resuelto a medias pese a que trascendió fronteras.
El 8 de enero de 2009 dos personas ingresaron al hospital 12 de Octubre, en Madrid (España). Buscaban al capo Leónidas Vargas: el capturado heredero de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Al llegar a la habitación 537 se encontraron con un enfermo. “¿Es usted Leónidas Vargas?”. Preguntaron. El enfermo dijo que no y señaló a una persona que se encontraba al frente suyo y que se encontraba en el hospital por una hipertensión pulmonar. Era un hombre de unos 60 años de edad. Uno de los sicarios le pidió al enfermo que se diera la vuelta. Entonces disparó contra Vargas en cinco oportunidades. Todo quedó registrado en las cámaras del hospital.
El asesino en cuestión era Jonathan Andrés Ortiz. Un sicario nacido en Medellín en 1985 y quien –a cambio de un dinero– acabó con la vida de un histórico del mundo criminal. Ortiz y otras tres personas –José Jonathan Fajardo Ospina, Jonathan Montoya Rendon y Alexander Salazar Cortes– fueron condenadas hoy por el Tribunal Supremo de España a penas de entre 23 y 25 años de prisión por su participación en este crimen. Los dos primeros fueron quienes vigilaron para que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo en la habitación. Por su parte, Salazar fue quien le dio el arma con silenciador a Ortiz.
Ese mismo enero de 2009, su hermano Héctor Fabio Vargas, de 47 años de edad, y su novia, la actriz Liliana Lozano, de 30 años, fueron hallados muertos en un paraje entre los municipios vallecaucanos de Palmira y Pradera. Los dos asesinatos hicieron que las autoridades pensaran en un ajuste de cuentas entre narcos e, incluso, en la posibilidad de que los Vargas hubieran sido asesinados para quedarse con los negocios que Leónidas tenía en Colombia pese a llevar tres años preso en España. Se dijo también que tras los homicidios estuvo, supuestamente, el fallecido zar de las esmeraldas Víctor Carranza. Pero estos señalamientos nunca se confirmaron. Todavía sigue sin saberse quién fue el autor intelectual de estos tres crímenes.
El heredero de Gacha
Leónidas Vargas se inició en el mundo criminal de la mano del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Vargas se convirtió en el heredero de Gacha tras la muerte del capo en 1989. Empezó a crecer en el hampa y convirtió a su natal Caquetá en su fortín. En 1993 fue capturado y condenado a 19 años de prisión por narcotráfico y enriquecimiento ilícito. Estuvo casi 11 años en la cárcel y se le expropiaron bienes por un valor de casi US $29 millones. Nada de esto impidió que su imperio criminal siguiera creciendo. Fue al final la violencia propia del narcotráfico la que acabó con su vida. Su crimen sigue resuelto a medias pese a que trascendió fronteras.