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                                                                                                                                Los caminos cruzados de Álvaro Uribe e Iván Cepeda

                                                                                                                                Álvaro Uribe e Iván Cepeda viven la política en Colombia desde orillas opuestas y esas tensiones terminaron causando el choque que hoy los hace contradictores ante los estrados. El último capítulo es un enredo de testigos, denuncias y señalamientos que la Corte Suprema tendrá que aclarar.

                                                                                                                                Redacción Judicial

                                                                                                                                El último capítulo de la historia entre los dos senadores es un enredo de testigos, denuncias y señalamientos que la Corte Suprema tendrá que aclarar. Este martes, el alto tribunal escuchará en indagatoria a Álvaro Uribe. / EFE y Mauricio Alvarado
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                (En contexto: El expediente contra Uribe)

                                                                                                                                Las críticas llovieron sobre el gobierno López Michelsen y hacia la cartera que debía negociar con los líderes del paro: el Ministerio del Trabajo. Lo lideraba el exgobernador de Antioquia Óscar Montoya, a quien le pasaron también las cuentas pendientes de los insolubles conflictos con los trabajadores del petróleo y el magisterio. La crisis se resolvió con la renuncia del ministro de Gobierno, mientras en el Ministerio de Trabajo siguieron los forcejeos hasta que Montoya se vio forzado a renunciar en mayo de 78. A la secretaría general del Ministerio llegó un joven abogado, recién graduado de la Universidad de Antioquia llamado Álvaro Uribe Vélez.

                                                                                                                                Y la salida del ministro Montoya no significó mucho para él, pues permaneció en su cargo con el nuevo ministro, Juan Gonzalo Restrepo Londoño, miembro de la élite empresarial antioqueña. En la biografía oficial de Uribe, titulada “No hay causa perdida”, se lee que él trabajó activamente en este tiempo –en el que López Michelsen iba ya de salida y Julio César Turbay se aprestaba a instalarse en el palacio presidencial– para la expedición del decreto 1469 de 1978, con el que se regularon los derechos de asociación de los sindicatos y los pactos colectivos por disposiciones de la OIT. Desde las toldas obreras, la respuesta fue anunciar que sus luchas ya no eran solo reivindicativas de garantías, sino esencialmente políticas.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Con la victoria electoral de Turbay se agudizó la confrontación, sobre todo a partir de la expedición del Estatuto de Seguridad, que dio rienda suelta a las Fuerzas Militares para el control del orden público, incluso a través del juzgamiento de civiles. El periódico Voz, como tantas organizaciones y sindicatos, quedó en la mira, al igual que su director, Manuel Cepeda Vargas. La izquierda sintió por esos días el rigor de la mano dura. “Fue una época dramática, un periodo oscuro de la historia colombiana”, ha dicho sobre esos tiempos Iván Cepeda, quien veía a diario a su padre lidiar con los efectos del Estatuto de Seguridad.

                                                                                                                                En marzo de 1980, Uribe Vélez se unió al gobierno Turbay y fue nombrado director de la Aeronáutica Civil, en un peligroso contexto institucional tras el asesinato de sus dos antecesores (Osiris de J. Maldonado y Fernando Uribe). Paralelamente, un año después, las convulsionadas circunstancias políticas ya eran graves para los Cepeda y a ellas se unió un difícil momento de tragedia familiar por el fallecimiento de Yira Castro, en julio de 1981. Iván y su hermana María se exiliaron en Sofía (Bulgaria). No era la primera vez que la violencia los expulsaba del país. Ya habían vivido el destierro con sus padres en Checoslovaquia y Cuba.

                                                                                                                                Mientras Iván Cepeda, con 19 años, vivía en Europa como refugiado, Álvaro Uribe seguía forjando su carrera política. Estuvo 28 meses en la Aerocivil, que le dieron tanta experiencia pública como enemigos políticos. De las 562 licencias otorgadas durante su gestión, algunas siempre dieron de qué hablar. Muchos años después, Uribe tuvo que dar explicaciones, por ejemplo, sobre el permiso que obtuvo su familia para un helicóptero que compró su padre y que años después fue hallado en el complejo cocalero de ‘Tranquilandia’. Uribe ha dicho que su familia no lo tuvo en su poder y en 2002 le dijo a El Tiempo: “Eso lo hizo mi hermano Jaime y todos confiábamos en él”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                (Lea también:  Las conversaciones claves para la investigación que se adelanta en contra de Álvaro Uribe)

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                (En contexto: En completo sigilo y con interceptaciones, así investigó la Corte Suprema al senador Uribe)

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El último capítulo de la historia entre los dos senadores es un enredo de testigos, denuncias y señalamientos que la Corte Suprema tendrá que aclarar. Este martes, el alto tribunal escuchará en indagatoria a Álvaro Uribe. / EFE y Mauricio Alvarado
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                (En contexto: El expediente contra Uribe)

                                                                                                                                Las críticas llovieron sobre el gobierno López Michelsen y hacia la cartera que debía negociar con los líderes del paro: el Ministerio del Trabajo. Lo lideraba el exgobernador de Antioquia Óscar Montoya, a quien le pasaron también las cuentas pendientes de los insolubles conflictos con los trabajadores del petróleo y el magisterio. La crisis se resolvió con la renuncia del ministro de Gobierno, mientras en el Ministerio de Trabajo siguieron los forcejeos hasta que Montoya se vio forzado a renunciar en mayo de 78. A la secretaría general del Ministerio llegó un joven abogado, recién graduado de la Universidad de Antioquia llamado Álvaro Uribe Vélez.

                                                                                                                                Y la salida del ministro Montoya no significó mucho para él, pues permaneció en su cargo con el nuevo ministro, Juan Gonzalo Restrepo Londoño, miembro de la élite empresarial antioqueña. En la biografía oficial de Uribe, titulada “No hay causa perdida”, se lee que él trabajó activamente en este tiempo –en el que López Michelsen iba ya de salida y Julio César Turbay se aprestaba a instalarse en el palacio presidencial– para la expedición del decreto 1469 de 1978, con el que se regularon los derechos de asociación de los sindicatos y los pactos colectivos por disposiciones de la OIT. Desde las toldas obreras, la respuesta fue anunciar que sus luchas ya no eran solo reivindicativas de garantías, sino esencialmente políticas.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Con la victoria electoral de Turbay se agudizó la confrontación, sobre todo a partir de la expedición del Estatuto de Seguridad, que dio rienda suelta a las Fuerzas Militares para el control del orden público, incluso a través del juzgamiento de civiles. El periódico Voz, como tantas organizaciones y sindicatos, quedó en la mira, al igual que su director, Manuel Cepeda Vargas. La izquierda sintió por esos días el rigor de la mano dura. “Fue una época dramática, un periodo oscuro de la historia colombiana”, ha dicho sobre esos tiempos Iván Cepeda, quien veía a diario a su padre lidiar con los efectos del Estatuto de Seguridad.

                                                                                                                                En marzo de 1980, Uribe Vélez se unió al gobierno Turbay y fue nombrado director de la Aeronáutica Civil, en un peligroso contexto institucional tras el asesinato de sus dos antecesores (Osiris de J. Maldonado y Fernando Uribe). Paralelamente, un año después, las convulsionadas circunstancias políticas ya eran graves para los Cepeda y a ellas se unió un difícil momento de tragedia familiar por el fallecimiento de Yira Castro, en julio de 1981. Iván y su hermana María se exiliaron en Sofía (Bulgaria). No era la primera vez que la violencia los expulsaba del país. Ya habían vivido el destierro con sus padres en Checoslovaquia y Cuba.

                                                                                                                                Mientras Iván Cepeda, con 19 años, vivía en Europa como refugiado, Álvaro Uribe seguía forjando su carrera política. Estuvo 28 meses en la Aerocivil, que le dieron tanta experiencia pública como enemigos políticos. De las 562 licencias otorgadas durante su gestión, algunas siempre dieron de qué hablar. Muchos años después, Uribe tuvo que dar explicaciones, por ejemplo, sobre el permiso que obtuvo su familia para un helicóptero que compró su padre y que años después fue hallado en el complejo cocalero de ‘Tranquilandia’. Uribe ha dicho que su familia no lo tuvo en su poder y en 2002 le dijo a El Tiempo: “Eso lo hizo mi hermano Jaime y todos confiábamos en él”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                (Lea también:  Las conversaciones claves para la investigación que se adelanta en contra de Álvaro Uribe)

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                (En contexto: En completo sigilo y con interceptaciones, así investigó la Corte Suprema al senador Uribe)

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En julio de 2004, cuando los paramilitares dejaban sus armas por bloques, los jefes paramilitares Salvatore Mancuso, Ramón Isaza y Ernesto Báez visitaron el Congreso y la protesta concreta y simbólica la encarnó Iván Cepeda. Desde las barras, en absoluto silencio, mientras se desarrolló la visita, sostuvo un afiche con una fotografía de su padre. Después insistió públicamente en la necesidad de que la justicia internacional admitiera el exterminio cometido contra la UP. Semanas después, con su columna “Oswaldo de Jesús Giraldo Yepes”, arremetió directamente contra Álvaro Uribe y su familia. Fue la primera vez que escribió sobre la hacienda La Carolina, en Yarumal (Antioquia), y la asoció con actividades paramilitares.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Uribe logró su reelección y, casi al tiempo, estalló el escándalo de la parapolítica. Cepeda, desde sus columnas, reclamó a Uribe “responsabilidad histórica y política”. En medio del terremoto judicial y político que empezó a llevar a la cárcel a congresistas, diputados o concejales cooptados por las autodefensas, en 2007 salieron a flote las primeras denuncias contra el grupo Los 12 Apóstoles, en Yarumal, en el mismo entorno de la finca La Carolina de los Uribe. Cepeda insistió en la sinrazón de que las indagaciones del tema hubiesen muerto en pocos años, sin resultados concretos. Uribe siempre contestó que nunca tuvo que ver con acciones por fuera de la ley.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Con esa información decidió realizar un debate de control político que terminó en denuncia penal. En esencia, manifestó que en desarrollo de sus visitas a las cárceles dio con dos detenidos que aseguraron que, en la hacienda Guacharacas, de propiedad de la familia Uribe, había operado el Bloque Metro y que, en general, la vida de los hermanos Uribe estaba rodeada de hechos de paramilitarismo. Cepeda hizo referencia también a la obra los 12 Apóstoles, escrita por la periodista Olga Behar, según la cual la hacienda La Carolina (en Yarumal) fue el sitio desde donde Santiago Uribe operó el grupo paramilitar.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Álvaro Uribe no era congresista y no estuvo en el debate. Pero ese mismo día acudió a la Corte Suprema de Justicia y denunció al congresista por abuso de la función pública, fraude procesal y calumnia agravada. Según Uribe, el senador Cepeda orquestó un cartel de falsos testigos ofreciéndoles beneficios jurídicos, económicos, medidas cautelares y ubicación fuera del país, a cambio de que lo sindicaran a él de cometer delitos en asocio con los paramilitares. El 21 de junio de 2013, Uribe decidió ampliar su denuncia y manifestó que Cepeda había visitado 21 veces a Juan Guillermo Monsalve y que esos encuentros nada tenían que ver con labores humanitarias.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La Corte Suprema de Justicia se tomó seis años para adoptar una decisión, lo cual hizo en febrero de 2018. Primero, concluyó que Iván Cepeda no abusó de sus funciones como congresista, ni influyó sobre los reclusos mediante sobornos, y que además actuó como vicepresidente de la comisión de derechos humanos y miembro de la comisión de paz. Y determinó que, al contrario, se debía investigar si acaso quien trató de manipular testigos no fue el propio Uribe. Ese fue el inicio del proceso penal por el que, por primera vez en la historia reciente del país, un expresidente fue llamado a rendir indagatoria, lo cual está programado para el próximo martes 8 de octubre.

                                                                                                                                Por Redacción Judicial

                                                                                                                                Temas recomendados:

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