Los fugados de La Picota estaban presos por homicidio y porte de armas
Sebastián Molina López y Eusebio de Jesús Agudelo se escaparon en la madrugada de este 28 de junio. Así quedó la cerca de La Picota tras haber sido cortada por los ahora prófugos de la justicia.
En la madrugada de este 28 de junio, dos convictos de la cárcel La Picota de Bogotá se escaparon y dejaron toda la evidencia de su fuga en las mismas instalaciones penitenciarias. Se trata de Sebastián Molina López y Eusebio de Jesús Agudelo, ambos procesados por delitos violentos.
En contexto: INPEC confirmó la fuga de dos presos de la cárcel La Picota en Bogotá
Sebastián Molina López es un sindicado que estaba privado de su libertad por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, terrorismo y concierto para delinquir agravado. Estaba en la cárcel La Picota, debido a que un juez consideró que representaba un peligro para la sociedad.
En el caso de Eusebio de Jesús Agudelo, estaba a dos años de cumplir su pena de 13 años y seis meses de prisión por los delitos de concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.
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Según informaron fuentes internas del Inpec a El Espectador, “las primeras hipótesis indican que la fuga se dio por la parte trasera del pabellón 30 y se realizó aprovechando la oportunidad de que el servicio no tenía suficientes guardias cubriendo esa zona”.
Las imágenes captadas por funcionarios al interior de La Picota muestran que los internos escaparon de la reja externa utilizando alicates y emprendieron huida hacia la Avenida Caracas, donde se ubica el sistema de Transmilenio. Anteriormente, tuvieron que forzar o romper las guayanas del mismo pabellón.
Lea: DNI confirma que director de contrainteligencia salió de su cargo
“Como director general del INPEC se ordenó aperturar una investigación de manera inmediata donde permita establecer las fallas en el servicio y los responsables que se encontrarán en turno y demás”, explicó el coronel Daniel Gutiérrez.
Y agregó: “también se ordenó un operativo de registro y control y hacer las coordinaciones con la Policía Nacional con el fin de activar un plan de búsqueda de estos fugados con el propósito de ver con el paradero lo más pronto posible”.
Las autoridades penitenciarias solicitaron a la Policía y al Ejército la ejecución de un plan candado para dar con los fugados. Asimismo, se compulsaron copias a la Procuraduría para que investiguen disciplinariamente a los funcionarios que estaban en el turno anoche.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
En la madrugada de este 28 de junio, dos convictos de la cárcel La Picota de Bogotá se escaparon y dejaron toda la evidencia de su fuga en las mismas instalaciones penitenciarias. Se trata de Sebastián Molina López y Eusebio de Jesús Agudelo, ambos procesados por delitos violentos.
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Sebastián Molina López es un sindicado que estaba privado de su libertad por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, terrorismo y concierto para delinquir agravado. Estaba en la cárcel La Picota, debido a que un juez consideró que representaba un peligro para la sociedad.
En el caso de Eusebio de Jesús Agudelo, estaba a dos años de cumplir su pena de 13 años y seis meses de prisión por los delitos de concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.
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Según informaron fuentes internas del Inpec a El Espectador, “las primeras hipótesis indican que la fuga se dio por la parte trasera del pabellón 30 y se realizó aprovechando la oportunidad de que el servicio no tenía suficientes guardias cubriendo esa zona”.
Las imágenes captadas por funcionarios al interior de La Picota muestran que los internos escaparon de la reja externa utilizando alicates y emprendieron huida hacia la Avenida Caracas, donde se ubica el sistema de Transmilenio. Anteriormente, tuvieron que forzar o romper las guayanas del mismo pabellón.
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“Como director general del INPEC se ordenó aperturar una investigación de manera inmediata donde permita establecer las fallas en el servicio y los responsables que se encontrarán en turno y demás”, explicó el coronel Daniel Gutiérrez.
Y agregó: “también se ordenó un operativo de registro y control y hacer las coordinaciones con la Policía Nacional con el fin de activar un plan de búsqueda de estos fugados con el propósito de ver con el paradero lo más pronto posible”.
Las autoridades penitenciarias solicitaron a la Policía y al Ejército la ejecución de un plan candado para dar con los fugados. Asimismo, se compulsaron copias a la Procuraduría para que investiguen disciplinariamente a los funcionarios que estaban en el turno anoche.
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