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El juez 41 de garantías envío a la cárcel La Modelo de Bogotá, Arnulfo Flórez Agudelo, conocido con el apodo de ‘Perra Flaca’, en el proceso penal que se le adelanta por los hechos que rodearon la desaparición y asesinato de Miguel Ángel Perdomo, conductor de la directora de Noticias Uno y columnista del diario El Espectador, Cecilia Orozco Tascón.
Las autoridades establecieron que fue Flórez Agudelo quien ubicó a Perdomo cuando se dirigía a un conocido bar gay del sector. Inmediatamente le aviso la razón social de dicho establecimiento y lo convenció para que lo acompañara al lugar conocido como Deep Blue que estaba ubicado en la avenida primera de Mayo con carrera 68, en un segundo piso.
En ese punto una mujer, que hacía parte de la banda dedicada al hurto, le entregó una bebida que contenía escopolamina. Flórez Agudelo contactó a sus cómplices para establecer cómo iban a robar al hombre quien se encontraba solo en una de las mesas del establecimiento. Cuando fijaron la estrategia, se acercaron.
La investigación señaló que estos hombres robaban a clientes borrachos sus celulares y billeteras. Para hacer “más efectivo” el hurto “Los tomaseaban”, es decir, les metían escopolamina a las bebidas alcohólicas, las cuales eran entregadas por unas mujeres que hacían parte de la organización.
Sin embargo, en ese momento se dieron cuenta que Perdomo estaba muerto. Para no llamar la atención de los otros asistentes lo amarraron a la silla con unas cuerdas para aparentar que estaba borracho, esperando así que todos salieran del amanecedero para actuar.
Sabían que no podían sacarlo del lugar así, puesto que en ese sector hay mucha policía. A las 6:30 de la mañana, cuando salieron todas las personas, Flórez y sus cómplices tomaron la decisión de descuartizar y sacarlo en bolsas plásticas del lugar, por lo que contactaron a una persona con una moto con baúl con el fin de meter las bolsas plásticas.
Al hombre le pagaraon tres millones quinientos mil pesos para que botara las bolsas en diferentes lugares de la capital de la República. En la noche del 16 de octubre, se dirigió al barrio La Chucua en la localidad de Keneddy y arrojó dos bolsas negras en un potrero.
Luego se dirigió a otro barrio y allí botó otras dos bolsas. Uno de los vecinos del sector vio movimientos sospechosos por lo que salió a revisar que era lo que estaba pasando, lo que motivó a que el motociclista emprendiera inmediatamente la huida. El vecino llamó a las autoridades quienes encontraron los restos.
El 19 de octubre, trabajadores de la empresa Aseo Capital encontraron otras bolsas con restos humanos. En la investigación se recolectaron dos testimonios: uno de los “jaladores” del sector, es decir aquellos encargados de llevar clientes a los bares, y una funcionaria del CTI quien manifestó que uno de sus familiares era dueño de unos establecimientos.
Los testigos coincidieron en afirmar la forma en cómo se dieron los hechos. El “jalador” identificó a Flórez como la persona que llevó a Perdomo al bar y cuando lo iban a robar se dieron cuenta que no respiraba. Igualmente, de la forma en cómo descuartizaron el cuerpo y lo sacaron del establecimiento en bolsas de basura.
Flórez reconoció los hechos en el interrogatorio que rindió ante la Fiscalía General después de su captura. En la audiencia de imputación de cargos el procesado acepó los delitos de concierto para delinquir, ocultamiento de elementos materiales probatorios y hurto agravado. Sin embargo, se declaró inocente del delito de homicidio agravado.
Las autoridades están tras la pista de los otros implicados en este atroz caso.