Los proyectos restaurativos son una llamada de la vida: presidente de la JEP
El magistrado Roberto Vidal inauguró oficialmente el primer proyecto del Sistema Restaurativo de la jurisdicción en Sumapaz. Este sistema busca que los comparecientes puedan cumplir con labores de reparación, en este caso, a través del cuidado del medio ambiente, en lugar de pagar penas de prisión.
Santiago Díaz Gamboa
“Los proyectos restaurativos son una llamada de la vida y una posibilidad para comenzar de nuevo”. Así presentó Roberto Vidal, presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el proyecto “Siembras de Vida”, el cual abre la puerta para el surgimiento del Sistema Restaurativo de la jurisdicción. Desde la localidad de Usme (Bogotá), el magistrado, junto al alcalde Carlos Fernando Galán, víctimas, comparecientes y miembros de la comunidad internacional, firmaron el acta para que este proyecto comience a funcionar.
Esta estrategia, que también se realizará en Nariño y Antioquia, busca que comparecientes de la guerrilla de las FARC, así como antiguos miembros de la fuerza pública, realicen de forma anticipada algunos trabajos como la siembra de árboles y riego de plantas, tareas que serán tomadas en cuenta por la magistratura como parte de las sanciones que les imponga el Tribunal para la Paz. El fin de esta iniciativa, según le dijo el magistrado Vidal a El Espectador, es que “ellos se vinculen a estos proyectos, cumpliendo sus sanciones de forma anticipada y puedan resolver sus problemas (...) todas estas acciones serán tenidas en cuenta como cumplimiento de la sanción”.
La apertura de “Siembras de Vida” se realizó en el corredor Chingazá-Sumapaz, debido a su alto valor simbólico para decenas de víctimas del conflicto, pues, en esa zona, fueron varios los momentos en los que los hombres armados transitaron y arremetieron contra la población. El alcalde capitalino, Carlos Fernando Galán, recordó que Bogotá es la principal receptora de víctimas del conflicto, con un total de 376.000. “Por cada una de esas víctimas, por ese doloroso pasado, pero también por el futuro que aspiramos tener, hoy estamos apoyando a la JEP”, precisó.
(Lea también: Las sanciones que tendrán que cumplir los responsables de falsos positivos)
El proyecto restaurativo, de acuerdo con la jurisdicción, vinculará a 46 responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad en labores de restauración ecológica. De ese número, un total de 12 serían máximos responsables del macrocaso 03 (asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado) en los subcasos de Casanare, Costa Caribe y Norte de Santander, a quienes la JEP les impondrá sanciones. Los 34 responsables restantes serían partícipes no determinantes a quienes la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas le solucionará su situación legal, teniendo en cuenta su participación en estas labores de reparación.
El general (r) Henry William Torres Escalante, por ejemplo, quien en septiembre de 2023 se convirtió en el uniformado de más alto rango en reconocer su participación en 196 casos de ejecuciones extrajudiciales, en representación de los comparecientes, señaló ante las víctimas que con este proyecto esperan recomponer el tejido social roto a causa de las dinámicas del conflicto armado y aseguró que, desde su perspectiva, son necesarios más espacios de reparación.
En diálogo con este diario, Torres Escalante indicó que el ejercicio restaurativo es “un paso muy importante, pues los miembros de las Fuerzas Militares que trabajamos en este proyecto aceptamos nuestra responsabilidad y reiteramos nuestro compromiso de restaurar”. Y añadió: “La JEP nos da la oportunidad de iniciar estos trabajos de restauración y vamos a sembrar vida para acabar el odio”.
Respecto a su caso y el de los 11 máximos responsables que lo acompañan, el exmilitar agradeció por la oportunidad de la jurisdicción para cumplir sus sanciones de forma anticipada y señaló que está a la espera de conocer la sanción propia. La participación en estos proyectos depende, entre otras cosas, de los aportes de verdad y cumplimiento de las obligaciones que los comparecientes adelantan ante la jurisdicción, por ejemplo, reconocer los hechos imputados.
(Le puede interesar: El grito de respeto por la JEP que lideran las víctimas de las FARC)
En el caso de Bogotá, el espacio destinado para la siembra es de 15 hectáreas degradadas en los terrenos que están ubicados en inmediaciones al Embalse de Chisacá. Los comparecientes podrán sembrar especies nativas de árboles y plantas, las cuales serán proveídas por el Jardín Botánico. De hecho, luego de la presentación del nuevo sistema, tanto comparecientes como miembros de las instituciones sembraron los primeros árboles.
Este es el primero de tres proyectos que la JEP ha diseñado para estructurar el Sistema Restaurativo. El segundo está ubicado en Antioquia, en los municipios de Dabeiba, Mutatá, Frontino y Murindó y tendrá el objetivo de promover la educación respecto al riesgo de las minas antipersonal. De hecho, los comparecientes tendrán que realizar talleres sobre la materia y hacerlo frente a víctimas de esos dispositivos de guerra.
El tercer proyecto, que tendrá lugar en Nariño, busca que los comparecientes trabajen en labores de construcción e infraestructura para, así, permitir el acceso a la Casa de la Sabiduría del pueblo awá. De acuerdo con el magistrado Vidal, también se evalúa la posibilidad de abrir nuevos proyectos en Casanare, más cerca las familias de víctimas de falsos positivos.
(Vea: Roberto Vidal: “Pedimos respeto por la autonomía de la JEP”)
¿Qué dicen las víctimas?
Las voces de las víctimas del conflicto se hicieron escuchar durante el evento en Usme. Recordaron que, para ellas, lo primero siempre será conocer la verdad y hacer un llamado a la justicia. Myriam Pachón, abogada y representante de víctimas, manifestó: “Sembramos este árbol como símbolo de nuestra lucha incansable por la verdad y la justicia. Estamos aquí para preservar la memoria de las víctimas y sus familiares, para construir una justicia que escuche y atienda, y para trazar un camino hacia la paz de Colombia”.
Por su parte, Cindy Paola Jiménez, representante de víctimas de la comunidad de Usme, le dijo a El Espectador que este ejercicio de reparación es un sinónimo de esperanza. “Todas las víctimas hemos mirado hacia ese lado. Esto es de perseverancia y de un arduo trabajo por buscar la verdad”, agregó. Sin embargo, asegura que este proyecto es tan solo el inicio: “No podemos decir que con esto vamos a sanar internamente, pero esto es un proceso para el perdón”.
Así las cosas, el nuevo Sistema Restaurativo de la JEP busca abrir la puerta para la reparación, un mecanismo en el que la jurisdicción ha insistido en repetidas ocasiones y que, por primera vez, le da la oportunidad a comparecientes de resarcir los daños causados en lugar de pagar años de prisión.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
“Los proyectos restaurativos son una llamada de la vida y una posibilidad para comenzar de nuevo”. Así presentó Roberto Vidal, presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el proyecto “Siembras de Vida”, el cual abre la puerta para el surgimiento del Sistema Restaurativo de la jurisdicción. Desde la localidad de Usme (Bogotá), el magistrado, junto al alcalde Carlos Fernando Galán, víctimas, comparecientes y miembros de la comunidad internacional, firmaron el acta para que este proyecto comience a funcionar.
Esta estrategia, que también se realizará en Nariño y Antioquia, busca que comparecientes de la guerrilla de las FARC, así como antiguos miembros de la fuerza pública, realicen de forma anticipada algunos trabajos como la siembra de árboles y riego de plantas, tareas que serán tomadas en cuenta por la magistratura como parte de las sanciones que les imponga el Tribunal para la Paz. El fin de esta iniciativa, según le dijo el magistrado Vidal a El Espectador, es que “ellos se vinculen a estos proyectos, cumpliendo sus sanciones de forma anticipada y puedan resolver sus problemas (...) todas estas acciones serán tenidas en cuenta como cumplimiento de la sanción”.
La apertura de “Siembras de Vida” se realizó en el corredor Chingazá-Sumapaz, debido a su alto valor simbólico para decenas de víctimas del conflicto, pues, en esa zona, fueron varios los momentos en los que los hombres armados transitaron y arremetieron contra la población. El alcalde capitalino, Carlos Fernando Galán, recordó que Bogotá es la principal receptora de víctimas del conflicto, con un total de 376.000. “Por cada una de esas víctimas, por ese doloroso pasado, pero también por el futuro que aspiramos tener, hoy estamos apoyando a la JEP”, precisó.
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El proyecto restaurativo, de acuerdo con la jurisdicción, vinculará a 46 responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad en labores de restauración ecológica. De ese número, un total de 12 serían máximos responsables del macrocaso 03 (asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado) en los subcasos de Casanare, Costa Caribe y Norte de Santander, a quienes la JEP les impondrá sanciones. Los 34 responsables restantes serían partícipes no determinantes a quienes la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas le solucionará su situación legal, teniendo en cuenta su participación en estas labores de reparación.
El general (r) Henry William Torres Escalante, por ejemplo, quien en septiembre de 2023 se convirtió en el uniformado de más alto rango en reconocer su participación en 196 casos de ejecuciones extrajudiciales, en representación de los comparecientes, señaló ante las víctimas que con este proyecto esperan recomponer el tejido social roto a causa de las dinámicas del conflicto armado y aseguró que, desde su perspectiva, son necesarios más espacios de reparación.
En diálogo con este diario, Torres Escalante indicó que el ejercicio restaurativo es “un paso muy importante, pues los miembros de las Fuerzas Militares que trabajamos en este proyecto aceptamos nuestra responsabilidad y reiteramos nuestro compromiso de restaurar”. Y añadió: “La JEP nos da la oportunidad de iniciar estos trabajos de restauración y vamos a sembrar vida para acabar el odio”.
Respecto a su caso y el de los 11 máximos responsables que lo acompañan, el exmilitar agradeció por la oportunidad de la jurisdicción para cumplir sus sanciones de forma anticipada y señaló que está a la espera de conocer la sanción propia. La participación en estos proyectos depende, entre otras cosas, de los aportes de verdad y cumplimiento de las obligaciones que los comparecientes adelantan ante la jurisdicción, por ejemplo, reconocer los hechos imputados.
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En el caso de Bogotá, el espacio destinado para la siembra es de 15 hectáreas degradadas en los terrenos que están ubicados en inmediaciones al Embalse de Chisacá. Los comparecientes podrán sembrar especies nativas de árboles y plantas, las cuales serán proveídas por el Jardín Botánico. De hecho, luego de la presentación del nuevo sistema, tanto comparecientes como miembros de las instituciones sembraron los primeros árboles.
Este es el primero de tres proyectos que la JEP ha diseñado para estructurar el Sistema Restaurativo. El segundo está ubicado en Antioquia, en los municipios de Dabeiba, Mutatá, Frontino y Murindó y tendrá el objetivo de promover la educación respecto al riesgo de las minas antipersonal. De hecho, los comparecientes tendrán que realizar talleres sobre la materia y hacerlo frente a víctimas de esos dispositivos de guerra.
El tercer proyecto, que tendrá lugar en Nariño, busca que los comparecientes trabajen en labores de construcción e infraestructura para, así, permitir el acceso a la Casa de la Sabiduría del pueblo awá. De acuerdo con el magistrado Vidal, también se evalúa la posibilidad de abrir nuevos proyectos en Casanare, más cerca las familias de víctimas de falsos positivos.
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¿Qué dicen las víctimas?
Las voces de las víctimas del conflicto se hicieron escuchar durante el evento en Usme. Recordaron que, para ellas, lo primero siempre será conocer la verdad y hacer un llamado a la justicia. Myriam Pachón, abogada y representante de víctimas, manifestó: “Sembramos este árbol como símbolo de nuestra lucha incansable por la verdad y la justicia. Estamos aquí para preservar la memoria de las víctimas y sus familiares, para construir una justicia que escuche y atienda, y para trazar un camino hacia la paz de Colombia”.
Por su parte, Cindy Paola Jiménez, representante de víctimas de la comunidad de Usme, le dijo a El Espectador que este ejercicio de reparación es un sinónimo de esperanza. “Todas las víctimas hemos mirado hacia ese lado. Esto es de perseverancia y de un arduo trabajo por buscar la verdad”, agregó. Sin embargo, asegura que este proyecto es tan solo el inicio: “No podemos decir que con esto vamos a sanar internamente, pero esto es un proceso para el perdón”.
Así las cosas, el nuevo Sistema Restaurativo de la JEP busca abrir la puerta para la reparación, un mecanismo en el que la jurisdicción ha insistido en repetidas ocasiones y que, por primera vez, le da la oportunidad a comparecientes de resarcir los daños causados en lugar de pagar años de prisión.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.