Los sobornos que podrían comprometer al exdepositario de la DNE, Camilo Bula
Mientras se investiga una supuesta extorsión de Camilo Bula al dueño de Fedco, Leo Eisenband, la Fiscalía retiró la audiencia de imputación de cargos al empresario, investigado por la compra irregular de un predio a la Dirección Nacional de Estupefacientes.
Catalina Vargas Vergara / cvargas@elespectador.com
No cesan los coletazos del escándalo en la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE). El escenario es una nueva investigación contra el exdepositario de bienes de la entidad Camilo Bula, condenado a 18 años de prisión, ahora por supuesta extorsión al dueño de la empresa Fedco, Leo Eisenband, quien estaba a punto de ser imputado por la Fiscalía en otro capítulo de la defraudación en el DNE por anomalías en la compra del centro comercial Villa Country en Barranquilla en 2009.
A comienzos de mayo, el mensajero de Bula para la comisión del delito, Óscar Montoya, fue descubierto en flagrancia y enviado a la cárcel. En la audiencia de cargos quedó en evidencia cómo se organizó la extorsión. Tres pruebas pusieron tras las rejas al encargado de las exigencias y de recibir los dineros, y en la mira de las autoridades a Camilo Bula. La primera quedó consignada en la denuncia del dueño de Fedco.
Según denunció Eisenband, Óscar Montoya le solicitó una cita en la que le hizo saber que Bula le pedía dinero “para no ser testigo contra ellos”, como compradores de Villa Country. Así lo explicó el fiscal del caso durante las audiencias contra Montoya a las que tuvo acceso El Espectador. Al momento de concretarse la cita, Montoya mostró a Eisenband un documento, al parecer escrito por Bula, en el que formalizó sus exigencias de dinero. Al parecer, $20 millones.
(Lea:Fiscalía imputará cargos a Leo Einsenband, dueño de Fedco)
Entre las manifestaciones que supuestamente Bula aportaría ante las autoridades, se mencionaban temas de la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes y de su exdirector Carlos Albornoz, también involucrado en el escándalo. La segunda prueba expuesta por la Fiscalía tiene que ver con conversaciones entre Óscar Montoya y Camilo Bula, reenviadas al empresario para ratificar las exigencias. En uno de esos diálogos, revelados por la Fiscalía, señala: “Hermano, eso es vital y mañana voy a esa bodega. Voy a plantear una solución y saco a Armani”.
Armani sería el apodo usado por Camilo Bula y Óscar Montoya para referirse a Eisenband, dueño de las reconocidas tiendas Fedco dedicadas a la importación de productos de salud y belleza. “Sería bueno hacer una reunión con quien designe Armani o también hablar con algunos abogados, que no están tan de acuerdo con esto, pero usted sabe lo que pienso. Ojalá usted pueda hablar con el señor ahora en la mañana”, se lee en otro de los mensajes de Whatsapp escritos por Bula a Montoya, según detalló el fiscal.
La prueba reina que dice poseer la Fiscalía son grabaciones extraídas del celular de Leo Eisenband, en las que se evidencian los encuentros con Montoya en su oficina al noroccidente de la ciudad. Cuando el empresario presentó la denuncia de las extorsiones en su contra, la Fiscalía le hizo algunos requerimientos para ratificar lo que se denunciaba. Uno de esos requisitos fue grabar dichas reuniones. En total, se logró la recolección de cuatro audios, cada uno entre 12 y 15 minutos. En la última grabación queda clara la entrega de 2.500 euros para el exdepositario de bienes Camilo Bula.
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Este audio, con una duración aproximada de 15 minutos, según Eisenband, no sólo constata la extorsión que el exdepositario de la DNE quería hacerle, sino también cómo pretendía incluir a otros. “Él (Camilo Bula) nos está utilizando para echarle porquerías a Araújo y Segovia, a Albornoz, a Fernando Navarro”, asegura Eisenband a Montoya, a lo que él responde afirmativamente: “Sí, él lo dijo”. De igual manera, durante la conversación entre el empresario y Óscar Montoya el pasado 10 mayo, Leo Eisenband lee apartes de una declaración entregada por Camilo Bula a la Fiscalía.
El testimonio corresponde a una declaración en la que Bula confiesa el pago de una comisión de $800 millones a Carlos Albornoz, que sería modificada de no cumplirse con un pago del dinero. El empresario aclara a Montoya que el pago por el centro comercial Villa Country se hizo bajo los parámetros legales, por lo que no habría motivo para la exigencia de dinero que Bula le hacía. Leo Eisenband no menciona que desde 2013 tenía una imputación de cargos pendiente por unas supuestas irregularidades en las que incurrió con la compra de tal inmueble, la cual se llevaría a cabo el pasado 8 de junio.
(Le puede interesar: Los testigos que desenredarían el caso DNE)
Pero todo cambió a último momento. De acuerdo con un documento conocido por El Espectador, esa diligencia judicial fue retirada por la Fiscalía un día antes de la fecha pactada. El argumento presentado por el fiscal 95 adscrito a la Dirección Especializada contra la Corrupción fue que, “por determinación de Comité Técnico Jurídico asignado al radicado de la referencia”, se retiró la solicitud de audiencias preliminares programada para el 8 de junio. Aunque este diario intentó buscar una explicación por parte del funcionario, no obtuvo respuesta alguna por parte del fiscal asignado.
Aunque el dueño de Fedco reitera ser víctima de extorsión, fuentes cercanas a la investigación tampoco descartan la hipótesis de que haya pagado dinero para que no se le involucrara en la compra irregular de Villa Country. De ser así podría haber incurrido en pago de sobornos y podría ser investigado. Mientras que Óscar Montoya pasa sus días en la cárcel tratando de demostrar que sólo fue un simple mensajero, la Fiscalía sigue indagando los detalles irregulares de la compra del centro comercial, que tiene hoy a más de uno en la mira de la justicia.
No cesan los coletazos del escándalo en la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE). El escenario es una nueva investigación contra el exdepositario de bienes de la entidad Camilo Bula, condenado a 18 años de prisión, ahora por supuesta extorsión al dueño de la empresa Fedco, Leo Eisenband, quien estaba a punto de ser imputado por la Fiscalía en otro capítulo de la defraudación en el DNE por anomalías en la compra del centro comercial Villa Country en Barranquilla en 2009.
A comienzos de mayo, el mensajero de Bula para la comisión del delito, Óscar Montoya, fue descubierto en flagrancia y enviado a la cárcel. En la audiencia de cargos quedó en evidencia cómo se organizó la extorsión. Tres pruebas pusieron tras las rejas al encargado de las exigencias y de recibir los dineros, y en la mira de las autoridades a Camilo Bula. La primera quedó consignada en la denuncia del dueño de Fedco.
Según denunció Eisenband, Óscar Montoya le solicitó una cita en la que le hizo saber que Bula le pedía dinero “para no ser testigo contra ellos”, como compradores de Villa Country. Así lo explicó el fiscal del caso durante las audiencias contra Montoya a las que tuvo acceso El Espectador. Al momento de concretarse la cita, Montoya mostró a Eisenband un documento, al parecer escrito por Bula, en el que formalizó sus exigencias de dinero. Al parecer, $20 millones.
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Entre las manifestaciones que supuestamente Bula aportaría ante las autoridades, se mencionaban temas de la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes y de su exdirector Carlos Albornoz, también involucrado en el escándalo. La segunda prueba expuesta por la Fiscalía tiene que ver con conversaciones entre Óscar Montoya y Camilo Bula, reenviadas al empresario para ratificar las exigencias. En uno de esos diálogos, revelados por la Fiscalía, señala: “Hermano, eso es vital y mañana voy a esa bodega. Voy a plantear una solución y saco a Armani”.
Armani sería el apodo usado por Camilo Bula y Óscar Montoya para referirse a Eisenband, dueño de las reconocidas tiendas Fedco dedicadas a la importación de productos de salud y belleza. “Sería bueno hacer una reunión con quien designe Armani o también hablar con algunos abogados, que no están tan de acuerdo con esto, pero usted sabe lo que pienso. Ojalá usted pueda hablar con el señor ahora en la mañana”, se lee en otro de los mensajes de Whatsapp escritos por Bula a Montoya, según detalló el fiscal.
La prueba reina que dice poseer la Fiscalía son grabaciones extraídas del celular de Leo Eisenband, en las que se evidencian los encuentros con Montoya en su oficina al noroccidente de la ciudad. Cuando el empresario presentó la denuncia de las extorsiones en su contra, la Fiscalía le hizo algunos requerimientos para ratificar lo que se denunciaba. Uno de esos requisitos fue grabar dichas reuniones. En total, se logró la recolección de cuatro audios, cada uno entre 12 y 15 minutos. En la última grabación queda clara la entrega de 2.500 euros para el exdepositario de bienes Camilo Bula.
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Este audio, con una duración aproximada de 15 minutos, según Eisenband, no sólo constata la extorsión que el exdepositario de la DNE quería hacerle, sino también cómo pretendía incluir a otros. “Él (Camilo Bula) nos está utilizando para echarle porquerías a Araújo y Segovia, a Albornoz, a Fernando Navarro”, asegura Eisenband a Montoya, a lo que él responde afirmativamente: “Sí, él lo dijo”. De igual manera, durante la conversación entre el empresario y Óscar Montoya el pasado 10 mayo, Leo Eisenband lee apartes de una declaración entregada por Camilo Bula a la Fiscalía.
El testimonio corresponde a una declaración en la que Bula confiesa el pago de una comisión de $800 millones a Carlos Albornoz, que sería modificada de no cumplirse con un pago del dinero. El empresario aclara a Montoya que el pago por el centro comercial Villa Country se hizo bajo los parámetros legales, por lo que no habría motivo para la exigencia de dinero que Bula le hacía. Leo Eisenband no menciona que desde 2013 tenía una imputación de cargos pendiente por unas supuestas irregularidades en las que incurrió con la compra de tal inmueble, la cual se llevaría a cabo el pasado 8 de junio.
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Pero todo cambió a último momento. De acuerdo con un documento conocido por El Espectador, esa diligencia judicial fue retirada por la Fiscalía un día antes de la fecha pactada. El argumento presentado por el fiscal 95 adscrito a la Dirección Especializada contra la Corrupción fue que, “por determinación de Comité Técnico Jurídico asignado al radicado de la referencia”, se retiró la solicitud de audiencias preliminares programada para el 8 de junio. Aunque este diario intentó buscar una explicación por parte del funcionario, no obtuvo respuesta alguna por parte del fiscal asignado.
Aunque el dueño de Fedco reitera ser víctima de extorsión, fuentes cercanas a la investigación tampoco descartan la hipótesis de que haya pagado dinero para que no se le involucrara en la compra irregular de Villa Country. De ser así podría haber incurrido en pago de sobornos y podría ser investigado. Mientras que Óscar Montoya pasa sus días en la cárcel tratando de demostrar que sólo fue un simple mensajero, la Fiscalía sigue indagando los detalles irregulares de la compra del centro comercial, que tiene hoy a más de uno en la mira de la justicia.