Macaco apoya la paz total de Petro, pero informe revela que seguiría delinquiendo
Así lo señala un documento ultrasecreto de la fuerza pública que lo vincula con las andanzas criminales de la banda la Cordillera, señalada de ejecutar el asesinato del estudiante universitario Lucas Villa y de fraguar un atentado contra el presidente Petro. El antiguo comandante de las autodefensas de Carlos Castaño está preso en la cárcel de Itagüí y su hombre en las calles sería alias Diego Pereira.
David Escobar Moreno
Mientras varios exjefes paramilitares que apoyaron la estructura criminal de los hermanos Castaño se ofrecen para aportar al proyecto de paz total del presidente Gustavo Petro, la inteligencia militar tiene en su radar a uno que, aunque hoy está preso, seguiría vinculado en el mundo criminal. Se trata de Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, el antiguo poderoso jefe narcoparamilitar que durante los años 80 hizo parte del cartel del Norte del Valle y, en los 90 y principios de 2000, comandó el temido bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
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Mientras varios exjefes paramilitares que apoyaron la estructura criminal de los hermanos Castaño se ofrecen para aportar al proyecto de paz total del presidente Gustavo Petro, la inteligencia militar tiene en su radar a uno que, aunque hoy está preso, seguiría vinculado en el mundo criminal. Se trata de Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, el antiguo poderoso jefe narcoparamilitar que durante los años 80 hizo parte del cartel del Norte del Valle y, en los 90 y principios de 2000, comandó el temido bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
El Espectador tuvo acceso a un informe de mayo de 2022, rotulado como “ultrasecreto”. Allí, se afirma que Macaco habría retomado el poder de una violenta banda criminal que él mismo fundó y lideró a principios de este siglo: la Cordillera. Según el documento, sus presuntas andanzas criminales coinciden con sus intenciones de acercarse a hablar de paz con el gobierno Petro, y también con la posibilidad que le abrió la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de entrar a ese sistema de justicia y recibir beneficios.
El informe en poder de este diario, que recoge información de inteligencia policial, indica que “este grupo delincuencial organizado está compuesto por aproximadamente 35 integrantes, bajo el mando criminal de alias Don A o Diego Pereira. Según información de inteligencia de la Policía, estaría siendo direccionada además por el exparamilitar alias Macaco, extraditado a los Estados Unidos en 2008, deportado y recapturado en Colombia a su retorno en julio de 2019”.
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Este dato quedó consignado en un uniforme del 3 de mayo de 2022, un día después de que el entonces candidato presidencial, Gustavo Petro, señalara que no iba a viajar al Eje Cafetero —en medio de su campaña a la Presidencia— por cuenta de un supuesto plan de la Cordillera para asesinarlo. Aunque el documento da detalles del poderío que tiene el grupo criminal en Pereira, Dosquebradas y La Virginia, descarta que la vida de Petro estuviera en peligro. Este escenario de riesgo, generado por la banda criminal, “está siendo usado políticamente para cuestionar al Gobierno (Duque) y para hacer señalamientos tendenciosos a la fuerza pública, argumentando supuesta complacencia de sus integrantes con la Cordillera”, dice el informe al que tuvo acceso El Espectador.
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Los señalamientos de supuestos vínculos de miembros de la fuerza pública con la Cordillera, no son infundados. Una reciente investigación del portal periodístico 070 señala que policías y al menos un miembro del CTI de la Fiscalía tendrían relación con el grupo criminal, el cual ha sido señalado de ser el responsable del asesinato de Lucas Villa, un estudiante universitario que se convirtió en un símbolo durante el paro nacional de 2021. En 2015, también fue asesinado alias Nico, líder de la Cordillera, quien fue retirado de la Policía por ser instructor de varias organizaciones armadas. Además, el pasado 29 de abril, fueron capturados nueve miembros del grupo criminal, entre ellos, un patrullero de la Policía.
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Según los expedientes judiciales, Diego Pereira empezó en la Cordillera como conductor de Macaco en el 2000 y, con los años, fue escalando en la organización hasta convertirse en su líder. Como ha contado El Espectador, Diego Pereira es un comerciante del municipio de Dosquebradas y, durante los últimos años, aportó grandes sumas de dinero a campañas políticas en Risaralda. El señalado jefe de la Cordillera, quien es hincha acérrimo del Deportivo Pereira, actualmente vive en un exclusivo sector de Pereira conocido como Pinamar, donde también viven congresistas activos.
El pasado criminal de “Macaco”
Macaco no es un delincuente de poca monta. Desde muy joven sirvió como hombre de confianza de alias Rasguño, uno de los capos del extinto cartel del norte del Valle. Durante esa época, a principios de los años 90 y en medio de sus grandes negocios de narcotráfico, conoció a los hermanos Castaño, quienes necesitaban de su dinero para financiar la expansión paramilitar. Ya dentro de las AUC se convirtió en el comandante del Bloque Central Bolívar, el cual hizo presencia en Barrancabermeja, el sur de Bolívar, el Magdalena Medio y el Bajo Cauca antioqueño. Su poder creció tanto en las autodefensas que, a finales de 2001, Carlos Castaño cedió su poder y Macaco se se convirtió en su único líder.
En 2003 se abrió paso en el proceso de paz entre el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y las autodefensas y asumió un papel de negociador. En diciembre de 2005, en el municipio de Remedios (Antioquia), se desmovilizó junto a 1.900 miembros de su estructura que dejó miles de desplazados y cientos de homicidios y desaparecidos. Fue tal la ostentación de su poder, que entregó dos helicópteros, una urbanización completa en Cáceres (Antioquia) y cuatro fincas con 2.600 cabezas de ganado. Previo a su extradición a Estados Unidos, estuvo preso en la cárcel de Cómbita, y estuvo recluido durante 23 días en un buque en alta mar, pues la Policía tenía información de que podía fugarse con ayuda de su poder corruptor.
El testigo estrella del caso Matamba
El informe de la inteligencia policial no es el primero que indica que Macaco retornó a la ilegalidad. Manuel Castañeda, el testigo estrella de la Fiscalía en el caso de la fuga de alias del narcotraficante alias Matamba, indicó que el exjefe paramilitar fue mencionado en una cumbre de los líderes del Clan del Golfo, el grupo sucesor del paramilitarismo en Colombia. De acuerdo con Castañeda, en esa reunión, Macaco fue mencionado por los líderes como alguien que podía ayudar a fraguar un plan de fuga para alias Otoniel, el líder del Clan del Golfo, capturado en octubre de 2021 y que hoy está preso en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
De ser cierta la información de la inteligencia y del testigo Castañeda, este sería otro exjefe paramilitar de las AUC que, después de su desmovilización, terminó en las filas del Clan del Golfo. Hace un mes, las autoridades capturaron a Jhon Freddy Gallo, alias el Pájaro, por ser el cerebro de la fuga de Matamba, en marzo de 2022. También se conoció hace pocas semanas que Elkin Casarrubia, alias el Cura, abandonó su esquema de seguridad de la UNP y ahora integra la cúpula del Clan del Golfo. El propio testigo Castañeda le dijo a la Fiscalía que alias Botalón, un exjefe paramilitar del Magdalena Medio, sería cercano a Chiquito Malo y Gonzalito, ahora líderes de ese grupo criminal.
Desde que en julio de 2019 alias Macaco fue deportado a Colombia desde Estados Unidos, era muy poco lo que se sabía de él. Solo volvió a ser noticia nacional en agosto de 2022, cuando se supo que quería convertirse en gestor de paz, en medio de los acercamientos que viene haciendo el gobierno de Gustavo Petro con varios grupos criminales. Macaco ahora es una de las cabezas visibles de una mesa en la cárcel de Itagüí, conformada por exmiembros de grupos criminales, que han dejado claro que quieren ingresar al proyecto de paz del primer mandatario. Carlos Mario Jiménez Naranjo, quien tiene varias condenas y procesos judiciales pendientes, también fue requerido a finales de abril de 2023 por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
El pasado 13 de abril, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP anunció que lo citará a una audiencia única de aporte a la verdad como tercero civil financiador del conflicto armado. El propio canciller, Álvaro Leyva, publicó un trino esta misma semana celebrando la posibilidad de que Macaco, quien fuera uno de los hombres más temidos por las autoridades, pueda contar su versión de la guerra ante la JEP. El problema es que las autoridades tienen serios indicios de que el exparamilitar sigue metido de cabeza en peligrosas organizaciones criminales.
El Espectador se contactó con los abogados de Macaco para conocer su versión de los hechos, pero señalaron que no se iban a pronunciar sobre los señalamientos que hace la inteligencia militar. Fuentes cercanas al exjefe del bloque Central Bolívar tampoco pudieron confirmar si el condenado paramilitar asistirá al llamado de la JEP. En todo caso, Carlos Mario Jiménez Naranjo ha hecho pública su intención de apoyar la paz total de Gustavo Petro, mientras que hombres de inteligencia de la fuerza pública tienen evidencia de que sigue maniobrando, desde la cárcel, las intenciones criminales de la Cordillera.
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