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En un documento de cinco páginas, el empresario Mauricio Parra, señalado de ser testaferro del bloque Sur de las extintas Farc e investigado por su presunta participación en dos homicidios, denunció ante la Fiscalía que fue amenazado de muerte. El pasado 21 de abril, dice la denuncia conocida por El Espectador, recibió en su casa una canasta de frutas que tenía a su interior un panfleto amenazante que decía: “Señor, si decide volver, BIENVENIDO, por aquí se le estará esperando”, mensaje que venía acompañado de con la imagen de tres balas de arma de fuego.
El 9 de abril pasado, Parra recobró su libertad luego de que un juez así lo determinara pues, según el togado, la Fiscalía dejó de pasar más de un año sin pedir que se iniciara el juicio oral en su contra por su puesta participación en el homicidio de un abogado en Pitalito (Huila). En mayo de 2019, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ordenó su libertad por la investigación en su contra como presunto testaferro de las Farc, pero rechazó su sometimiento por el asesinato de Jhonny Orjuela, socio mayoritario de la cadena Surtifruver.
Teoría del caso: Fernando Bahamón, de criminal a testigo estrella de la Fiscalía
En marzo de 2020, cuando la pandemia por el COVID-19 apenas comenzaba, Parra por segunda vez recibió una orden de libertad. Otro funcionario judicial decretó su libertad por su presunta responsabilidad en el homicidio de Orjuela, cometido en octubre de 2016 en el norte de Bogotá. Entonces, de nuevo, se resaltó que la Fiscalía no había hecho lo debido para que comenzara el juicio en su contra y Parra sumó dos decisiones a favor.
Así las cosas, Mauricio Parra Rodríguez podrá defenderse en libertad de todos los procesos que tiene en su contra. Por el expediente Ochoa, el juez consideró que gran parte de la culpa es de la Fiscalía, la cual no habría cumplido con su deber de enseñar el material probatorio a las partes y habría permitido que las audiencias se dilataran, a tal punto que no quedó de otra que dejar libre a Parra.
“El despacho observa que efectivamente han transcurrido, desde el momento mismo en que el señor Mauricio Parra Rodríguez fuera puesto a consideración con medida de aseguramiento, dentro del proceso penal, 385 días. De esos 385, son atribuibles al conjunto de defensores 95, por dos aplazamientos. En consecuencia, desde el día 20 de marzo de 2020 hasta el día de hoy, 8 de abril de 2021, son 290 días atribuibles al Estado, que no ha sido eficiente”, concluyó el juez.
Mauricio Parra fue mencionado por primera vez, en el caso, por el testigo Fernando Bahamón, un hombre que se sometió a la Ley de Justicia y Paz como antiguo guerrillero de las Farc, condenado por extorsión y abuso sexual. Bahamón, en mayo de 2017, dijo conocer a Parra desde el año 1995, indicando que supuestamente trabajaba llevando remesas y traficando combustible. Luego, un mes después, mencionó a Parra como presunto homicida de Jhonny Alonso Orjuela y como posible testaferro del bloque Sur de las extintas Farc.