Médico Antonio Figueredo, imputado por golpiza de María Paula Pizarro
Un juez de Floridablanca le prohibió salir del país, así como acercarse o contactar a su víctima y expareja, la médico Pizarro. Será investigado por violencia intrafamiliar agravada.
El cardiólogo Antonio Figueredo no podrá salir del país mientras avanza la investigación por la denuncia que le interpuso la joven médica María Paula Pizarro, con quien sostenía una relación. La mujer contó que Figueredo la golpeó el 12 de noviembre de 2021 cuando se disponían a ir a un hotel. Le rompió el tímpano, le fracturó tres dientes y Medicina Legal le dio ocho días de incapacidad. El hombre será investigado formalmente por violencia intrafamiliar agravada y no podrá acercarse a Pizarro ni comunicarse con ella.
(Lea también: Erradicar la violencia de género, el gran asunto pendiente de la sociedad)
Luego de que Figueredo no acudiera a la primera audiencia de imputación a la que lo citó la Fiscalía, el ente investigador finalmente pudo imputarle cargos el 31 de diciembre de 2021 y un juez de garantías lo dejó en libertad, pero le impuso una prohibición de salir al exterior. Aunque la defensa de Pizarro había pedido que fuera pública, sin consultarlo con la víctima, la fiscal del caso pidió al juez que la audiencia se realizara de manera reservada pues dijo que era un tema sensible, al tratarse de un caso de violencia de género.
El Espectador tuvo acceso a las actas de compromiso que firmó el médico Antonio Figueredo al finalizar la audiencia. Además de aceptar que le instalarán un mecanismo de vigilancia electrónica (por ejemplo, un brazalete) y atender cualquier llamado de la justicia, el reconocido cardiólogo firmó el documento, que contiene dos advertencias adicionales. Por un lado, “la prohibición de concurrir a determinadas reuniones o lugares donde se encuentre la víctima María Paula Pizarro Higuera, incluyendo su lugar de trabajo”.
(Lea también: Pandemia agravó violencia contra mujeres colombianas y migrantes)
Por otro lado, aceptó “la prohibición de comunicarse con la señora María Paula Pizarro Higuera o algún miembro de la familia de la víctima, por cualquier medio digital, telefónico o red social o por cualquier medio de comunicación”. La defensa de la joven médica, sin embargo, se opuso a que Figueredo esté recluido en su casa y apelaron la decisión del juez sexto penal de garantías de Floridablanca, ante quien se realizó la audiencia. Mientras un juez de conocimiento entra a revisar si mantiene o aumenta las medidas impuestas al cardiólogo, el hombre deberá continuar recluido en su hogar, ubicado en el mismo municipio del área metropolitana de Bucaramanga.
(Lea también: Policía usó violencia sexual para castigar y humillar en el paro nacional)
La agresión de María Paula Pizarro ocurrió cuando salía con Figueredo de un bar en la capital de Santander. “Nos montamos al carro y empieza a decirme que yo no merecía ir a un hotel. Me lleva a una residencia, me pide que le baile, yo le digo que no. Entonces me quitó el celular, empezó a ver algunos mensajes de mis amigos, y me dio un puño en el ojo izquierdo. Luego me tiró al piso, me empezó a pegar patadas, yo me puse en posición fetal y como pude me subí al carro (...) Me llevó al sótano de un parqueadero y me dijo que me tenía que perder, que no podía llegar así a la casa”, le dijo la mujer a Semana en diciembre, tras denunciar a su agresor, quien además era amigo de su padre.
Nota de la editora: una versión inicial de este artículo indicaba que Figueredo estaba detenido, pero la medida de aseguramiento que le fue impuesta es no privativa de la libertad.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El cardiólogo Antonio Figueredo no podrá salir del país mientras avanza la investigación por la denuncia que le interpuso la joven médica María Paula Pizarro, con quien sostenía una relación. La mujer contó que Figueredo la golpeó el 12 de noviembre de 2021 cuando se disponían a ir a un hotel. Le rompió el tímpano, le fracturó tres dientes y Medicina Legal le dio ocho días de incapacidad. El hombre será investigado formalmente por violencia intrafamiliar agravada y no podrá acercarse a Pizarro ni comunicarse con ella.
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Luego de que Figueredo no acudiera a la primera audiencia de imputación a la que lo citó la Fiscalía, el ente investigador finalmente pudo imputarle cargos el 31 de diciembre de 2021 y un juez de garantías lo dejó en libertad, pero le impuso una prohibición de salir al exterior. Aunque la defensa de Pizarro había pedido que fuera pública, sin consultarlo con la víctima, la fiscal del caso pidió al juez que la audiencia se realizara de manera reservada pues dijo que era un tema sensible, al tratarse de un caso de violencia de género.
El Espectador tuvo acceso a las actas de compromiso que firmó el médico Antonio Figueredo al finalizar la audiencia. Además de aceptar que le instalarán un mecanismo de vigilancia electrónica (por ejemplo, un brazalete) y atender cualquier llamado de la justicia, el reconocido cardiólogo firmó el documento, que contiene dos advertencias adicionales. Por un lado, “la prohibición de concurrir a determinadas reuniones o lugares donde se encuentre la víctima María Paula Pizarro Higuera, incluyendo su lugar de trabajo”.
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Por otro lado, aceptó “la prohibición de comunicarse con la señora María Paula Pizarro Higuera o algún miembro de la familia de la víctima, por cualquier medio digital, telefónico o red social o por cualquier medio de comunicación”. La defensa de la joven médica, sin embargo, se opuso a que Figueredo esté recluido en su casa y apelaron la decisión del juez sexto penal de garantías de Floridablanca, ante quien se realizó la audiencia. Mientras un juez de conocimiento entra a revisar si mantiene o aumenta las medidas impuestas al cardiólogo, el hombre deberá continuar recluido en su hogar, ubicado en el mismo municipio del área metropolitana de Bucaramanga.
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La agresión de María Paula Pizarro ocurrió cuando salía con Figueredo de un bar en la capital de Santander. “Nos montamos al carro y empieza a decirme que yo no merecía ir a un hotel. Me lleva a una residencia, me pide que le baile, yo le digo que no. Entonces me quitó el celular, empezó a ver algunos mensajes de mis amigos, y me dio un puño en el ojo izquierdo. Luego me tiró al piso, me empezó a pegar patadas, yo me puse en posición fetal y como pude me subí al carro (...) Me llevó al sótano de un parqueadero y me dijo que me tenía que perder, que no podía llegar así a la casa”, le dijo la mujer a Semana en diciembre, tras denunciar a su agresor, quien además era amigo de su padre.
Nota de la editora: una versión inicial de este artículo indicaba que Figueredo estaba detenido, pero la medida de aseguramiento que le fue impuesta es no privativa de la libertad.
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