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En un video dado a conocer este viernes, el jefe de las disidencias, Iván Mordisco, aseguró que el asedio militar contra su organización pone en riesgo la suspensión de acciones ofensivas que había decretado y citó como el caso más reciente los operativos de la Fuerza Pública en Argelia, Cauca, “sobre unidades fijas en cumplimiento de la orden nacional de parar la guerra”. “La instalación de la mesa y decreto de cese al fuego está a la vuelta de la esquina luego de un año de muchos tropiezos y esfuerzos de las delegaciones y la comunidad internacional. No permitamos que todo se vaya a la basura”, dijo el jefe guerrillero antes de convocar al presidente a tomar decisiones para parar la guerra.
Desde Bruselas, el ministro de Defensa Iván Velásquez, en exclusiva para El Espectador, responde al Estado Mayor Central.
El riesgo de que no se pueda comenzar la Mesa de diálogo este 8 de octubre en el Catatumbo ha quedado flotando en el aire, tras el vídeo emitido ayer por Iván Mordisco. ¿Hay riesgo de que se frene este inicio de las conversaciones?
El cese no es una condición de la apertura de la mesa. Se pueden adelantar conversaciones en medio de la confrontación. Así se hizo el proceso de paz con las Farc. De manera que no se podría afirmar que mientras no haya suspensión de las operaciones ofensivas por parte del ejército, no habrá conversaciones. Creo que lo del vídeo solo deja ver el interés de evitar que el ejército asuma el control del Cañón del Micay.
Entonces, los colombianos pueden estar tranquilos porque esa mesa de diálogo del 8 de octubre sí va a tener inicio.
Si esa es la disposición del Estado Mayor Central, la disposición del gobierno, por supuesto que también es esa. La disposición de la Comisión de Negociación del Gobierno es exactamente esa. Todo depende del Estado Mayor Central. Pero lo que debo reiterar es que el inicio de la las conversaciones, la mesa de diálogo que se abrirá en el Catatumbo, no depende de que exista cese al fuego. Son dos hechos distintos. Lo ha reiterado el presidente insistentemente. Nosotros, igual que las Fuerzas Militares, que lo han manifestado en diversos espacios, también lo hemos afirmado.
Destacamos que lo que importa es el cese de hostilidades, que no continúen realizando acciones en contra de la población: lo que han hecho las estructuras del Estado Mayor Central, por ejemplo en el norte del Cauca, los atentados contra la población civil con carros bomba y explosivos, esos son comportamientos que el Estado Mayor Central tiene que terminar de manera definitiva. Esa es la clase de suspensión de operaciones que el presidente ha señalado. No es principalmente la suspensión de la confrontación armada entre el Estado Mayor Central y el Ejército Nacional; es la suspensión de acciones que perjudiquen a la población civil.
Entonces que cesen atentados de esa naturaleza, que cesen las extorsiones, que cesen las presiones sobre las organizaciones tradicionales de la comunidad, que no continúen atentando contra firmantes de paz, que detengan los atentados contra la población civil; esa es en la afirmación que siempre ha hecho el presidente: es esa la pretensión que se tiene. Pero, para la suspensión de la confrontación armada, a lo que se refiere el jefe del Estado Mayor Central, como requisito para el establecimiento y la instalación de la mesa de negociación, la respuesta del propio presidente ha sido muy clara: no vamos a cesar en las operaciones que se desarrollan en el Cañón de Micay.
Iván Mordisco afirma que su organización sí ha demostrado voluntad de paz, mientras que el Ejército los ataca en diferentes frentes.
El presidente de la República dijo desde el primer momento que no se iba a retirar el Ejército de esta zona del Cauca, y que continuaría con sus acciones. Desde un principio, el presidente Petro confirmó que se iba a tomar el control del Cañón del Micay por la importancia que tiene para la salida de droga hacia el Pacífico.
Sucesivamente, las acciones del Estado Mayor Central, en contra de la población civil y de miembros de la fuerza pública, han pretendido, siempre, que se pactara el cese al fuego. Nosotros hemos mantenido nuestra posición inicial: el Ejército va a seguir con sus acciones hasta que asuma el control pleno del Cañón del Micay. Y así es que se ha venido avanzando. Ya más del 80% de posiciones están tomadas; existe ya un control que se está haciendo efectivo. A esto es a lo que alude el Jefe del Estado Mayor Central. Que se continúa con las operaciones militares, eso se ha dicho desde el principio y de manera pública. Las operaciones militares no van a cesar. Lo ha dicho el presidente y lo he dicho yo como ministro de Defensa: no vamos a retroceder.
Si están en ese propósito de paz, de cese, pues que entreguen el territorio. Estamos en una confrontación por el control del Cañón del Micay. Entonces, ¿Cuál es la posición del gobierno? La que hemos dicho consistentemente durante estos últimos meses: no nos retiramos del Cañón del Micay, no nos retiramos del corregimiento del Plateado. Vamos a asumir el control legal y pleno del territorio. Vamos a ingresar con los programas sociales del gobierno; esto, por la comunidad. Lo cual implica que cuando se tenga la estabilidad en el territorio, desde diversas entidades y ministerios, vamos a desarrollar programas sociales de agricultura, salud, educación, vivienda, y el programa de sustitución de cultivos de uso ilícito. Habrá una presencia integral del gobierno, porque como lo ha dicho, también el presidente, no es solo tener un control militar, no solo es recuperar el territorio con la Fuerza Pública, sino que, es muy importante integrar los territorios al desarrollo en la búsqueda de mejores condiciones de existencia para todos sus habitantes. Y eso es lo que respondemos también frente a lo que el Estado Mayor Central plantea en el vídeo distribuido este viernes.
Respecto a la frase específica del jefe del Estado Mayor Central, que ni el presidente Petro, ni el ministro de Defensa han demostrado voluntad de paz, usted qué les responde.
Precisamente, dice que no hemos demostrado voluntad de paz, porque lo que pretenden es que nos retiremos del Cañón del Micay y dejemos que ellos continúen allí con el control ilegal del territorio. Entonces no es que no exista voluntad de paz, es que no vamos a retroceder en los avances que hemos tenido en el control del territorio.
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