Mindefensa confirma que Eln tiene a Salud Hernández y a periodistas de RCN

Cinco días después de que la periodista Salud Hernández, corresponsal de El Mundo en Colombia y columnista de El Tiempo, fuera vista por última en El Tarra, Norte de Santander, y se desconociera su paradero, el ministro de defensa, Luis Carlos Villegas, confirmó este jueves que el Ejército de Liberación Nacional (Eln) sí tiene en su poder a la comunicadora. Esa guerrilla tiene, además, al periodista de Noticias RCN Diego D' Pablos y al camarógrafo Carlos Melo, quienes desaparecieron hace tres días en el Catatumbo a donde llegaron a cubrir la desaparición de Hernández.

"Ha pasado un tiempo más que prudencial para el regreso de los tres periodistas. De aquí en adelante la responsabilidad por la integridad y libertad de estos tres ciudadanos reposa exclusivamente en manos del Eln...Nuestra inteligencia indica que el Frente de Guerra Nororiental está a cargo de la presencia de estos tres profesionales en la región. Más allá de cuál es el delito del Eln -desaparición forzosa o secuestro- el presidente Santos ha advertido al Eln que no podrán desarrollarse los diálogos de paz si mantienen personas cuya libertad ha sido coartada como es el caso de estos periodistas", aseguró Villegas.

El pasado miércoles el presidente Juan Manuel Santos había informado que los comunicadores se encontrarían en manos del Eln en desarrollo de su trabajo periodístico, pero este jueves Villegas confirmó que la guerrilla es la responsable de la desaparición de estos comunicadores en contra de su voluntad. “Definitivamente el Eln ha delinquido”, agregó el mindefensa.

La privación de la libertad en contra de la voluntad de estas personas civiles se configura como secuestro.

"Anoche se entabló contacto con el CICR para ofrecer nuestra facilitación en caso de que esa institución internacional se involucre en el proceso de regreso de los tres periodistas desaparecidos. Los generales regresarán a la zona del Catatumbo en el día de hoy", concluyó Villegas. 

En la tarde de ayer, el comandante del Ejército, el general Alberto Mejía, anunció que las Fuerzas Militares y la Policía ya establecieron un cerco humanitario en la zona para dar con el paradero de los periodistas. Además, desde el fin de semana en el que se dio la desaparición de Hernández-Mora, se estableció un puesto de mando unificado en Tibú (Norte de Santander). Por su parte, el director de la Policía, Jorge Nieto, informó que un grupo élite del Gaula se encarga de rastrear a los tres desaparecidos.

El pasado miércoles fue liberado el conductor que acompañaba al equipo de RCN John de Jesús Real, quien dijo haber sido retenido por hombres que se identificaron como integrantes del Eln.

El gobierno y el ELN, alzado en armas contra el Estado desde 1964, anunciaron a finales de marzo el próximo lanzamiento de la fase pública de diálogos de paz tras más de dos años de conversaciones preliminares confidenciales. Sin embargo, la práctica del secuestro sigue siendo un obstáculo para instalar las conversaciones con este grupo subversivos, que evita abandonarlo como arma de guerra.

Cinco días después de que la periodista Salud Hernández, corresponsal de El Mundo en Colombia y columnista de El Tiempo, fuera vista por última en El Tarra, Norte de Santander, y se desconociera su paradero, el ministro de defensa, Luis Carlos Villegas, confirmó este jueves que el Ejército de Liberación Nacional (Eln) sí tiene en su poder a la comunicadora. Esa guerrilla tiene, además, al periodista de Noticias RCN Diego D' Pablos y al camarógrafo Carlos Melo, quienes desaparecieron hace tres días en el Catatumbo a donde llegaron a cubrir la desaparición de Hernández.

"Ha pasado un tiempo más que prudencial para el regreso de los tres periodistas. De aquí en adelante la responsabilidad por la integridad y libertad de estos tres ciudadanos reposa exclusivamente en manos del Eln...Nuestra inteligencia indica que el Frente de Guerra Nororiental está a cargo de la presencia de estos tres profesionales en la región. Más allá de cuál es el delito del Eln -desaparición forzosa o secuestro- el presidente Santos ha advertido al Eln que no podrán desarrollarse los diálogos de paz si mantienen personas cuya libertad ha sido coartada como es el caso de estos periodistas", aseguró Villegas.

El pasado miércoles el presidente Juan Manuel Santos había informado que los comunicadores se encontrarían en manos del Eln en desarrollo de su trabajo periodístico, pero este jueves Villegas confirmó que la guerrilla es la responsable de la desaparición de estos comunicadores en contra de su voluntad. “Definitivamente el Eln ha delinquido”, agregó el mindefensa.

La privación de la libertad en contra de la voluntad de estas personas civiles se configura como secuestro.

"Anoche se entabló contacto con el CICR para ofrecer nuestra facilitación en caso de que esa institución internacional se involucre en el proceso de regreso de los tres periodistas desaparecidos. Los generales regresarán a la zona del Catatumbo en el día de hoy", concluyó Villegas. 

En la tarde de ayer, el comandante del Ejército, el general Alberto Mejía, anunció que las Fuerzas Militares y la Policía ya establecieron un cerco humanitario en la zona para dar con el paradero de los periodistas. Además, desde el fin de semana en el que se dio la desaparición de Hernández-Mora, se estableció un puesto de mando unificado en Tibú (Norte de Santander). Por su parte, el director de la Policía, Jorge Nieto, informó que un grupo élite del Gaula se encarga de rastrear a los tres desaparecidos.

El pasado miércoles fue liberado el conductor que acompañaba al equipo de RCN John de Jesús Real, quien dijo haber sido retenido por hombres que se identificaron como integrantes del Eln.

El gobierno y el ELN, alzado en armas contra el Estado desde 1964, anunciaron a finales de marzo el próximo lanzamiento de la fase pública de diálogos de paz tras más de dos años de conversaciones preliminares confidenciales. Sin embargo, la práctica del secuestro sigue siendo un obstáculo para instalar las conversaciones con este grupo subversivos, que evita abandonarlo como arma de guerra.