Este viernes se conoció que el computador de María Alejandra Benavides, exasesora de Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, fue reportado como desaparecido. La noticia se dio en medio del presunto caso de corrupción al interior de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres (Ungrd) en el que Olmedo López, exdirector de esa entidad, mencionó a Bonilla como presunto receptor de beneficios de contratación pública.
En un comunicado, el Ministerio de Hacienda aseguró que la denuncia se habría presentado ante las autoridades competentes al notificar la ausencia del computador, lo que permitió activar los protocolos de búsqueda y la revisión de inventario dentro de la institución a raíz de las posibles irregularidades que se han denunciado entre los funcionarios de la Ungrd y el ministerio de Hacienda.
“Inmediatamente se identificó la posible pérdida del elemento la entidad activó el protocolo de búsqueda en los sistemas de inventarios y de control de acceso de elementos”, según se expresa en el comunicado.
Sin embargo, la información de cada computador del Ministerio de Hacienda está alojada en los servidores de respaldo al ministerio como lo exigen las políticas de información de la entidad, lo que indicaría que el acceso a la información precisa no se habría extraviado : “El Ministerio de Hacienda y Crédito Público cuenta con backup y respaldo de la información de todos los usuarios adscritos al Ministerio”.
Desde que Olmedo López y Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Ungrd, dieron a conocer públicamente la existencia de un presunto entramado de corrupción al interior de la Unidad, se supo que, al aparecer, dentro de ese engranaje habría ministros, congresistas, personas cercanas al presidente Gustavo Petro y más funcionarios dentro de la misma entidad. Sin embargo, recientemente, se conoció que el exdirector de la Unidad habló en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema y aseguró que las órdenes de direccionar contratos para comprar votos de congresistas para que apoyaran las iniciativas gubernamentales, venían directamente desde los ministros.
Específicamente, López se refirió al ministro de Hacienda, el exministro del Interior y el director de la DNI. Según la versión que le entregó a la Corte, fueron ellos tres quienes lideraron las supuestas reuniones en las que se impartieron las órdenes para entregar los contratos a congresistas a cambio de sus votos. Lo dicho por el exdirector de la Ungrd, daría cuenta de que en la Casa de Nariño, aunque sin la participación del presidente Petro, se adelantaron encuentros en los que los ministros le daban las órdenes a López de entregar millonarios contratos a dedo.
Según su relato, sería el Ministerio de Hacienda, manejado por Bonilla, uno de los que mayor participación habría tenido en el entramado. Sería el propio ministro, de acuerdo con el testimonio entregado a la Corte Suprema, quien determinaba qué contratos se repartían, a quién iban destinados y sobre cuáles municipios. “Es una cadena que va desde lo más alto, desde la orden de un ministro, hasta pasar por las manos del alcalde e, inclusive, hasta el nombre del contratista que iba a ejecutar la obra”, le dijo el exfuncionario al alto tribunal.
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