Ministro de Justicia firmó la extradición del señalado narcotraficante alias “La Silla”
El jefe de la cartera ministerial también dio luz verde a la extradición de Julio César Ruiz Arango, alias Butaco, quien, según las autoridades gringas y nacionales, integró una organización narcotraficante que operaba en la Costa Norte de Colombia.
El ministro de Justicia, Wilson Ruiz Orejuela, aprobó la extradición hacia Estados Unidos de dos señalados narcotraficantes. Se trata Elkin Javier López Torres, alias La Silla, y Julio César Ruíz Arango, alias Butaco. Ambos son requeridos por el país norteamericano donde deberán enfrentar delitos por la elaboración y distribución de cocaína con el conocimiento de que sería llevada a EE. UU., concierto para importar la misma droga ilegal a suelo estadounidense y, por último, concierto para poseer el estupefaciente mientras se estaba a bordo de embarcaciones sujetas a la jurisdicción de ese país. (Lea también: El hombre señalado de dirigir el narcotráfico en Magdalena desde una silla de ruedas)
Según informó la cartera ministerial, “Butaco” tiene una solicitud de extradición de la Corte del Distrito Sur de Florida, mientras que “La Silla” es solicitado por la Corte del Distrito Este de Texas. Este último es señalado de controlar el 40 % de la cocaína que salía del Magdalena y está pedido en extradición desde 2019. Esta semana, El Espectador reveló las pruebas que se recopilaron en Estados Unidos de sus supuestos envíos de cocaína y hasta detalles de una entrevista en la que él mismo acepta su recorrido criminal.
Aunque logró pasar de agache por mucho tiempo, la Silla —alias que recibió por la silla de ruedas en la que se moviliza— llamó la atención nacional hace casi dos años, cuando el presidente Iván Duque lo acusó de estar detrás del asesinato del médico Alberto Tico Aroca en Valledupar, algo que López Torres niega. Luego, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que fue uno de los financiadores de la fallida incursión armada con la que pretendieron derrocarlo el año pasado, la Operación Gedeón.
Un mes antes, la Silla había citado a medios de comunicación de Barranquilla a una inusual rueda de prensa para defenderse de los señalamientos públicos del presidente. Negó que fuera narcotraficante y dijo que su fortuna venía de negocios de construcción. No obstante, en marzo de 2018, él mismo habría rendido una entrevista con las autoridades de Panamá en la que aceptaba que era un narcotraficante: “López Torres se había enterado de que estaba siendo investigado en los Estados Unidos y Colombia y admitió su deseo de cooperar con la investigación”, reza la declaración jurada de Tiffany Hernández, agente de la DEA que le siguió por años la pista a esta organización.
Fue allí, también, que dijo que su organización estaba conformada por alrededor de ochenta hombres armados ¬como ha contado este diario¬, quienes cobraban por garantizar un paso seguro de la droga a La Guajira y “explicó que, entre otras cosas, su célula proporcionaba seguridad armada para embarques de drogas marítimos que zarpaban de Santa Marta, por lo que cobra aproximadamente $500.000 por kilogramo de cocaína”. El abogado de la Silla ha dicho que su cliente no piensa colaborar con Estados Unidos, pero a las autoridades de ese país su confesión en Panamá les resultó clave para lograr esclarecer cómo operaba este grupo criminal. (Le puede interesar: Incautan 36 bienes a presunto narcotraficante alias ‘La Silla’)
Precisamente, con la incautación de grandes alijos de cocaína en dos lanchas rápidas fue que logró vincularse a la Silla con el narcotráfico. Las autoridades venían interceptando desde 2014 sus comunicaciones y las de su círculo, que incluye a Rafael Yesid Rodríguez Mesa, alias Peruano, quien sería su segundo al mando y el encargado de “coordinar las operaciones de tráfico de cocaína e informar el estado de embarques de cocaína”, según EE. UU. La primera incautación con la que se logró vincular a la estructura de la Silla fue el 14 de noviembre de 2014. Ese día, la Guardia Costera de los EE. UU. (USCG) interceptó una lancha rápida cerca de República Dominicana.
Cuando la USCG se acercó, los tripulantes comenzaron a tirar paquetes por la borda, que las autoridades luego recuperaron. Resultaron ser 850 kilos de coca. La segunda operación ocurrió casi un año después: el 16 de octubre de 2015, cuando la USCG patrullaba aguas internacionales y 92 kilómetros al norte de La Guajira se cruzó con una embarcación con las mismas características. En una rápida requisa encontraron 440 kilos de coca. Toda esta información reposa en el expediente que está en poder de las autoridades gringas.
Con respecto a alias Butaco, el Ministerio de Justicia informó que este hombre habría integrado una organización narcotraficante que operaba en la Costa Norte de Colombia y participó del envío de numerosos cargamentos de cocaína hacia el país norteamericano, entre enero de 2014 y junio de 2016.
El ministro de Justicia, Wilson Ruiz Orejuela, aprobó la extradición hacia Estados Unidos de dos señalados narcotraficantes. Se trata Elkin Javier López Torres, alias La Silla, y Julio César Ruíz Arango, alias Butaco. Ambos son requeridos por el país norteamericano donde deberán enfrentar delitos por la elaboración y distribución de cocaína con el conocimiento de que sería llevada a EE. UU., concierto para importar la misma droga ilegal a suelo estadounidense y, por último, concierto para poseer el estupefaciente mientras se estaba a bordo de embarcaciones sujetas a la jurisdicción de ese país. (Lea también: El hombre señalado de dirigir el narcotráfico en Magdalena desde una silla de ruedas)
Según informó la cartera ministerial, “Butaco” tiene una solicitud de extradición de la Corte del Distrito Sur de Florida, mientras que “La Silla” es solicitado por la Corte del Distrito Este de Texas. Este último es señalado de controlar el 40 % de la cocaína que salía del Magdalena y está pedido en extradición desde 2019. Esta semana, El Espectador reveló las pruebas que se recopilaron en Estados Unidos de sus supuestos envíos de cocaína y hasta detalles de una entrevista en la que él mismo acepta su recorrido criminal.
Aunque logró pasar de agache por mucho tiempo, la Silla —alias que recibió por la silla de ruedas en la que se moviliza— llamó la atención nacional hace casi dos años, cuando el presidente Iván Duque lo acusó de estar detrás del asesinato del médico Alberto Tico Aroca en Valledupar, algo que López Torres niega. Luego, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que fue uno de los financiadores de la fallida incursión armada con la que pretendieron derrocarlo el año pasado, la Operación Gedeón.
Un mes antes, la Silla había citado a medios de comunicación de Barranquilla a una inusual rueda de prensa para defenderse de los señalamientos públicos del presidente. Negó que fuera narcotraficante y dijo que su fortuna venía de negocios de construcción. No obstante, en marzo de 2018, él mismo habría rendido una entrevista con las autoridades de Panamá en la que aceptaba que era un narcotraficante: “López Torres se había enterado de que estaba siendo investigado en los Estados Unidos y Colombia y admitió su deseo de cooperar con la investigación”, reza la declaración jurada de Tiffany Hernández, agente de la DEA que le siguió por años la pista a esta organización.
Fue allí, también, que dijo que su organización estaba conformada por alrededor de ochenta hombres armados ¬como ha contado este diario¬, quienes cobraban por garantizar un paso seguro de la droga a La Guajira y “explicó que, entre otras cosas, su célula proporcionaba seguridad armada para embarques de drogas marítimos que zarpaban de Santa Marta, por lo que cobra aproximadamente $500.000 por kilogramo de cocaína”. El abogado de la Silla ha dicho que su cliente no piensa colaborar con Estados Unidos, pero a las autoridades de ese país su confesión en Panamá les resultó clave para lograr esclarecer cómo operaba este grupo criminal. (Le puede interesar: Incautan 36 bienes a presunto narcotraficante alias ‘La Silla’)
Precisamente, con la incautación de grandes alijos de cocaína en dos lanchas rápidas fue que logró vincularse a la Silla con el narcotráfico. Las autoridades venían interceptando desde 2014 sus comunicaciones y las de su círculo, que incluye a Rafael Yesid Rodríguez Mesa, alias Peruano, quien sería su segundo al mando y el encargado de “coordinar las operaciones de tráfico de cocaína e informar el estado de embarques de cocaína”, según EE. UU. La primera incautación con la que se logró vincular a la estructura de la Silla fue el 14 de noviembre de 2014. Ese día, la Guardia Costera de los EE. UU. (USCG) interceptó una lancha rápida cerca de República Dominicana.
Cuando la USCG se acercó, los tripulantes comenzaron a tirar paquetes por la borda, que las autoridades luego recuperaron. Resultaron ser 850 kilos de coca. La segunda operación ocurrió casi un año después: el 16 de octubre de 2015, cuando la USCG patrullaba aguas internacionales y 92 kilómetros al norte de La Guajira se cruzó con una embarcación con las mismas características. En una rápida requisa encontraron 440 kilos de coca. Toda esta información reposa en el expediente que está en poder de las autoridades gringas.
Con respecto a alias Butaco, el Ministerio de Justicia informó que este hombre habría integrado una organización narcotraficante que operaba en la Costa Norte de Colombia y participó del envío de numerosos cargamentos de cocaína hacia el país norteamericano, entre enero de 2014 y junio de 2016.