'Muchos de los desmovilizados de las AUC se rearmaron': Tribunal Superior
Esto debido a las fallas en la aplicación de mecanismos para su reintegro a la sociedad hecho por el cual los postulados a la ley de Justicia y Paz desistieron.
Redacción Judicial
Un fuerte llamado de atención hizo la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, frente a la gran cantidad de desmovilizados del Bloque Catatumbo de las AUC que pese a entregar sus armas en un proceso de paz con el Gobierno se rearmaron posteriormente en bandas criminales emergentes.
Esto, según la Sala, debido a las fallas en los mecanismos y herramientas para lograr su reintegro a la sociedad. Ante esto les hizo un ‘jalón de orejas’ a los funcionarios del Gobierno encargados de la aplicación de estos programas de resocialización para que se tomen las medidas necesarias para solucionar estas fallas.
“La Sala tiene información que muchos de los desmovilizabos, pese a ese acto de entrega de armas, desistieron de continuar en el programa”, precisó la magistrada en la lectura de fallo en contra del excomandante del Bloque Catatumbo de las AUC, Salvatore Mancuso y otros postulados.
Este desistimiento se presentó por los engorrosos trámites administrativos, que se generaron caóticos, y la falta de criterios de selección y análisis de cada uno de los paramilitares que se desmovilizaron.
Ante esto se pidió un informe oficial sobre las razones que se presentan para que abandonen el programa con el fin detectar las falencias que han ido en contra de las garantías de reparación y no repetición de las actividades criminales.
“Unos se rearmaron en bandas emergentes, otros perdieron la vida o fueron capturados por las autoridades después de su desmovilización”, precisó la magistrada durante la lectura del extenso fallo.
Esta referencia se hizo en la exclusión de los beneficios de Justicia y Paz de Jimmy Viloria Velásquez, alias Jairo Sicario –desmovilizado del Bloque Catatumbo- quien reconoció que siguió delinquiendo después de la desmovilización del grupo armado ilegal.
En el caso concreto se aseguró que no se hizo una valoración adecuada del postulado, quien ingresó al grupo armado ilegal a muy temprana edad. “Incluso reconoció que su primer homicidio se presentó cuando tenía 12 años”, hecho por el cual faltó un análisis de la situación de cada uno de los desmovilizados para hacer un plan de acción.
“Algunos perdieron la oportunidad histórica de la no repetición y de resocializarse”, precisó la Sala al llamar la atención sobre el control que se debe asumir por parte de los órganos encargados en la clasificación de los postulados y así garantizar resultados efectivos.
“Se aplaude su compromiso a la verdad y arrepentimiento, sin embargo esta Sala no puede apartarse de los postulados que establecen los fundamentos para la exclusión de Justicia y Paz”, señaló la togada en la explicación del fallo.
Un fuerte llamado de atención hizo la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, frente a la gran cantidad de desmovilizados del Bloque Catatumbo de las AUC que pese a entregar sus armas en un proceso de paz con el Gobierno se rearmaron posteriormente en bandas criminales emergentes.
Esto, según la Sala, debido a las fallas en los mecanismos y herramientas para lograr su reintegro a la sociedad. Ante esto les hizo un ‘jalón de orejas’ a los funcionarios del Gobierno encargados de la aplicación de estos programas de resocialización para que se tomen las medidas necesarias para solucionar estas fallas.
“La Sala tiene información que muchos de los desmovilizabos, pese a ese acto de entrega de armas, desistieron de continuar en el programa”, precisó la magistrada en la lectura de fallo en contra del excomandante del Bloque Catatumbo de las AUC, Salvatore Mancuso y otros postulados.
Este desistimiento se presentó por los engorrosos trámites administrativos, que se generaron caóticos, y la falta de criterios de selección y análisis de cada uno de los paramilitares que se desmovilizaron.
Ante esto se pidió un informe oficial sobre las razones que se presentan para que abandonen el programa con el fin detectar las falencias que han ido en contra de las garantías de reparación y no repetición de las actividades criminales.
“Unos se rearmaron en bandas emergentes, otros perdieron la vida o fueron capturados por las autoridades después de su desmovilización”, precisó la magistrada durante la lectura del extenso fallo.
Esta referencia se hizo en la exclusión de los beneficios de Justicia y Paz de Jimmy Viloria Velásquez, alias Jairo Sicario –desmovilizado del Bloque Catatumbo- quien reconoció que siguió delinquiendo después de la desmovilización del grupo armado ilegal.
En el caso concreto se aseguró que no se hizo una valoración adecuada del postulado, quien ingresó al grupo armado ilegal a muy temprana edad. “Incluso reconoció que su primer homicidio se presentó cuando tenía 12 años”, hecho por el cual faltó un análisis de la situación de cada uno de los desmovilizados para hacer un plan de acción.
“Algunos perdieron la oportunidad histórica de la no repetición y de resocializarse”, precisó la Sala al llamar la atención sobre el control que se debe asumir por parte de los órganos encargados en la clasificación de los postulados y así garantizar resultados efectivos.
“Se aplaude su compromiso a la verdad y arrepentimiento, sin embargo esta Sala no puede apartarse de los postulados que establecen los fundamentos para la exclusión de Justicia y Paz”, señaló la togada en la explicación del fallo.