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Una mujer de 32 años acaba de reencontrarse con su familia, luego de dos décadas de incertidumbre por su paradero. Tanto la víctima del conflicto armado como sus familiares iniciaron procesos paralelos ante la Unidad de Búsqueda, que terminaron en un emotivo abrazo tras 20 años de vivir en carne propia la guerra en el Magdalena.
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“La mamá de esta persona (la Unidad omitió el nombre de la víctima) había emprendido un proceso de búsqueda ante las distintas instituciones del Estado hace 20 años y no había logrado tener una respuesta. Por su lado, la víctima emprendió un proceso de búsqueda de sus seres queridos, dado a que a muy corta edad había perdido contacto con ellos. Más de 20 años”, explicó Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda.
En abril del año pasado, en plena pandemia por COVID-19, la mujer presentó una solicitud para encontrar a su familia, que no había vuelto a ver desde 2001 por culpa de diversos hechos relacionados con el conflicto, entre ellos, la presencia de grupos armados ilegales en el Magdalena. Los criminales despojaron a la familia de sus tierras y los sometieron a desplazamiento forzado en un par de ocasiones.
En noviembre del año pasado, la Unidad de Búsqueda ubicó a lo seres queridos de la mujer. La institución encontró que la familia había intentado ubicarla horas después de que, obligados por las armas, se separaron. “La suela de los zapatos se me gastó de tanto buscar a mi hija. Me tocaba ahorrar $12.000 para bajar a la ciudad y a veces me decían ‘vuelva mañana’”, explicó la mamá de la víctima.
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Durante el proceso, la Unidad recopiló, contrato y analizó información crucial para constatar que todos hacían parte del mismo núcleo familiar. Entre los datos que se tuvieron en cuenta estuvo el lugar de nacimiento, las circunstancias de desaparición, información de los allegados y las características biológicas de los mismos solicitantes.
“Mi mamá nunca perdió la esperanza. Ella sabía que mi hermana estaba viva y que le iban a ayudar a encontrarla. Este es un caso de esperanza que debe inspirar a otras personas a no desistir en su búsqueda de sus seres queridos”, agregó uno de los hermanos de la víctima en el reencuentro. Por solicitud de la familia, la sesión fue privada y se desarrollo en un municipio del Magdalena, donde hace 20 años la guerra separó sus destinos.
La Unidad de Búsqueda precisó que, a la fecha, ha encontrado con vida a cuatro personas dadas por desaparecidas durante el conflicto armado. La institución hace parte del Sistema Integral para la Paz, junto a la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz. Lo último que se supo es que la entidad tomó muestras biológicas en Tolima y Magdalena Medio para dar con más de 100 desaparecidos.
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Las jornadas iniciaron el pasado 19 de julio y se extendieron hasta hace un par de días. Las tomas se realizaron en los municipios de La Dorada, La Victoria, Norcasia y Samaná, en Caldas, y Fresno y Venadillo, en Tolima. De acuerdo con el Centro de Memoria Histórica, en Colombia hasta antes de 2016 hay registros por más de 80.000 personas víctimas de desaparición forzada.