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Para el Movimiento Causa Justa definitivamente este 21 de febrero es un día para celebrar. La Corte Constitucional despenalizó el aborto hasta la semana 24 de gestación, luego de que demandas ciudadanas, en favor de los derechos de las mujeres, quisieran derrumbar del todo el delito de aborto del Código Penal. Además, las tres causales existentes desde 2006 se mantienen: malformación del feto, abuso sexual a la mujer y riesgo a la vida de la madre. Este diario habló con Ana Cristina González, médica, representante de Causa Justa y fundadora de la Mesa por la Vida y Salud de las Mujeres. Prometió seguir luchando hasta que del aborto sea cosa del pasado en la justicia nacional.
Decisión histórica: Aborto en Colombia: Corte Constitucional despenaliza el aborto hasta la semana 24
¿Cómo cambia el panorama del aborto tras la reciente decisión de la Corte Constitucional?
Se declaró inexequible el artículo que nosotros habíamos demandado. Lo primero es decirle al país que el movimiento Causa Justa no tiene ninguna duda de que este gran logro ha sido el resultado de un enorme trabajo colectivo, de mujeres y organizaciones a lo largo de país. Logramos estar hoy a la vanguardia de América Latina y muchos países del mundo.
La Corte resolvió sobre la demanda que habíamos presentado, que pretendía eliminar el delito de aborto del Código Penal, que ese delito era contrario a la Constitución hasta la semana 24 de gestación. Es decir, después de esa semana siguen operando las causales que ya conocemos: si su vida o salud está en riesgo, en casos de violencia y en casos de malformación fetal.
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Esa es la gran decisión que hemos conocido el día de hoy. Nos enorgullece que la Corte haya atendido nuestro llamado. Le falta un poco para haber atendido completamente el llamado que le hicimos desde Causa Justa.
¿Ven el vaso medio lleno o medio vació? El aborto sigue estando en el Código Penal como delito
No es de esas oportunidades de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Yo creo que el vaso subió bastante. La conversación sobre aborto se transformó, fue con argumentos, pausada y democrática. Los grupos que se oponían realmente no aportaron argumentos a la conversación e intentaron con muchas mañas tirar para atrás, con cosas procesales, esta demanda. Lo que vimos es que triunfaron los argumentos.
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Lo que la Corte no fue capaz de hacer fue eliminar el delito de aborto del Código Penal. Sacar la conversación del ámbito penal. El estigma que está asociado a la idea de que el aborto es un delito, por fuera de esas semanas y tres causales, es un estigma que va a persistir y que probablemente va a afectar a las mujeres más vulnerables. Es mucho lo que tenemos para trabajar y mucho lo que podemos transformar ese estigma porque no tenemos duda y esperamos que la mayoría de las mujeres que requieran un servicio puedan acceder a él, de manera digna y segura.
Ustedes plantearon que el derecho penal debería ser el último recurso ¿por qué, en su consideración, no debería entrar al contexto sobre el aborto?
Cuando se establece un delito, se supone que una sociedad espera que la persona que lo cometió se resarza ante la sociedad. La pregunta aquí es: ¿Qué espera la sociedad que la mujer le devuelva después de que interrumpe un embarazo? Pudimos demostrarle a la Corte que el delito de aborto es contraproducente, porque las mujeres no dejan de abortar una vez tomaron la decisión de interrumpir una gestación y lo van a hacer, no importa cuáles sean las condiciones legales y cuanto tengan que arriesgar su vida.
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Es un delito que no impide la conducta, es ineficaz. Las mujeres cuando abortan en un contexto de ilegalidad es mucho más probable que accedan a un aborto inseguro, en el cual ponen en riesgo su salud y su vida. Además, es un delito injusto, porque recae sobre algunas mujeres. Quienes han sido criminalizadas de manera histórica son las más jóvenes, de zonas rurales y las más vulnerables. Es un delito creado para las mujeres, en torno a un evento reproductivo.
La Corte exhortó una reglamentación integral al Congreso y al Gobierno ¿En qué podría consistir?
Yo no sé cómo lo van a interpretar las autoridades, uno entendería que puede ser por la vía legislativa: una ley. También puede ser que la misma autoridad sanitaria reglamente la prestación del servicio. Una política integral tiene que acompañarse de unas acciones previas, que son una educación sexual integral. Necesitamos educar a las mujeres y a las niñas en relación con su sexualidad y a su reproducción, para que puedan evitar los embarazos no deseados. Colombia requiere una profunda transformación cultural. Muchos de los eventos reproductivos y de los embarazos ocurren en contextos de violencia.
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Llevo 25 años en esta lucha por el respeto que nuestra sociedad le debe a las mujeres en cuanto a su autonomía reproductiva. Vamos a seguir luchando para que ese delito, que es obsoleto, deje de existir. Las mujeres somos sujetos morales, plenos y capaces de tomar decisiones sobre nuestro proyecto de vida y nuestra biografía. Antes de 2006 era un contexto desesperanzador, de prohibición total. La decisión del sistema de causales abrió la conversación sobre aborto. Vamos a seguir nuestro trabajo en sociedad y en el Congreso para que las mujeres puedan ser sujetos morales plenos. Mujeres, a celebrar ¡Lo logramos!