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“Se encuentra estable”. Así fue como una fuente definió el estado de salud del exsenador Musa Besaile, quien desde el pasado miércoles 8 de noviembre empezó a presentar problemas cardiacos. Un viejo quebranto de salud que hace un par de años también le pasó factura cuando estaba tras las rejas en un centro carcelario en Bogotá. El excongresista de la U está preso en una guarnición militar en Montería, luego de confesar su participación en varios hechos de corrupción mientras fue senador del partido de la U y gobernador de Córdoba.
En los últimos meses, el confeso corrupto exsenador ha sido noticia. Por ejemplo, en septiembre de 2023, aceptó ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia haber conformado y liderado un entramado de corrupción para apropiarse de los recursos de Córdoba. Según dijo el político, se alió con el exgobernador de ese departamento Alejandro José Lyons para desfalcar al departamento.
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La aceptación de cargos se dio en una audiencia virtual de la Sala de Instrucción del alto tribunal, donde se le imputaron los delitos de concierto para delinquir agravado, peculado por apropiación agravado y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
Con esto, el excongresista se acogió a sentencia anticipada, es decir, que obtendría beneficios en su pena. Ahora, el caso contra el político pasa a la Sala de Primera instancia, la cual emitirá una sentencia en contra del exsenador. De acuerdo con el expediente de Besalie por este caso, para las elecciones regionales para el periodo 2012-2015, Besaile y Lyons, este último candidato para la Gobernación de Córdoba, hicieron una alianza para desviar los recursos del departamento hacia sus arcas.
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Los dos habrían manipulado procesos de contratación estatal, específicamente convenios relacionados con ciencia y tecnología, que financiaba Colciencias. Igualmente, otros recursos que habrían desviado Besaile y Lyons provenían del Sistema General de Participaciones. Según la investigación, los dos políticos, al parecer, se habrían valido de terceros y usaron registros fraudulentos de supuestos pacientes con hemofilia para que cuando los pagos por los procedimientos fueran aprobados, usar esos recursos para realizar pagos irregulares. La investigación señala que por este entramado de corrupción, Musa Besaile habría gana $2.350 millones.
En diciembre de 2022, el político, que en el pasado representó las banderas del Partido de la U, aceptó haber negociado con paramilitares de la talla de Salvatore Mancuso para hacer campaña a la Cámara de Representantes, entre 2001 y 2002. En esa ocasión, al exsenador se le imputó el delito de concierto para delinquir agravado en la modalidad de promoción de grupos al margen de la ley.
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Según reconoció, participó en una alianza paramilitar junto con el Bloque Córdoba de las autodefensas, dirigido por Salvatore Mancuso. Específicamente, por haber recibido apoyo de los paramilitares para llegar al Congreso, para esto llegó al punto de entregar dos secretarías departamentales de Córdoba a personas cercanas al excomandante paramilitar. Por estos hechos, el alto tribunal lo condenó a siete años de prisión.
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