Ñeñepolítica: Fiscalía archivó investigación contra María Claudia Daza
Según el ente investigador, la conversación de la asesora política del uribismo con el narcotraficante “Ñeñe” Hernández en la que se habla de “plata por debajo de la mesa” no prueba que se haya cometido un delito. Además, en los resultados electorales y las cuentas de la campaña presidencial de Iván Duque no se vislumbraron irregularidades.
La Fiscalía concluyó que no hubo delitos en la Ñeñepolítica: el escándalo por una serie de interceptaciones telefónicas al narcotraficante José Ñeñe Hernández, en las que se ventilaban posibles delitos electorales en la campaña presidencial de Iván Duque. El fiscal del caso archivó la investigación contra María Claudia Daza, asesora política y a quien en una llamada del 3 de junio de 2018, el Ñeñe le dijo que debían “buscar plata por debajo de la mesa para soltarla en los departamentos”.
(En contexto: Ñeñepolítica: un proceso con más estocadas que avances en 2021)
El audio ocasionó la salida de las filas del uribismo de Daza, una fiel escudera del expresidente Álvaro Uribe. También sembró dudas por supuestas financiaciones irregulares o una operación de compra de votos en la campaña presidencial de Duque. El Consejo Nacional Electoral cerró la investigación a favor del presidente y, ahora, la Fiscalía dice que tras escuchar las conversaciones en detalle, tomar declaraciones de varios testigos y cruzar cifras de las campañas y los resultados electorales, se puede concluir que no hubo delitos.
Según la Fiscalía, “es evidente que las personas que participan en esta llamada hacen referencias expresas y explicitas sobre el proceso electoral en algunos apartes de la conversación, no en su totalidad, siendo parte de ella”, según dice la decisión que archivó la investigación sobre la llamada de la “plata por debajo de la mesa”. Sin embargo, para lograr demostrar que había el delito de corrupción al sufragante, “deberían existir en la conversación referencias o lenguaje dirigido a la organización o coordinación de una operación de compra de votos”, algo que no ocurre en los 20 minutos que dura la conversación legalmente interceptada.
(Lea también: Archivan investigación de Duque por Ñeñepolítica en la Comisión de Acusación)
“Del contenido de llamada no es dable inferir la existencia de una operación de compra de votos, en los términos sugeridos por el analista de la DIJIN, pues no se advierte que la llamada maneje un lenguaje explicito o cifrado sobre ‘dadivas o beneficios’ a cambio de violentar la libertad de los electores en favor de un candidato”, explicó la Fiscalía en la orden de archivo. Y añade: “en ningún momento se identifican frases o palabras contenidas en un contexto de planeación o coordinación de la logística que implica una operación de compra de votos, más aún cuando la llamada se registra quince días antes de la fecha de los comicios en segunda vuelta”.
En otro momento de la conversación, Daza habla de un viaje al que la “mandó Iván y Uribe”, en aparente referencia al presidente Iván Duque y al expresidente Álvaro Uribe, líder natural del partido que avalaba esa campaña. Sin embargo, al analizar toda la interacción de Daza y el Ñeñe, la Fiscalía concluyó: “nótese que en la totalidad de la llamada y con referencia a ese viaje no se refiere actividad alguna de coordinación que pudiese resultar relevante o por lo menos indicativa de una labor que hiciera parte de un plan de compra de votos”.
(Le puede interesar: Las claves para entender la Ñeñepolítica)
Más adelante, la decisión de archivo sostiene: “En conclusión, y teniendo en cuenta que la hipótesis delictiva de la presunta existencia de una operación de compra de votos surge por la filtración de los informes del analista de la DIJIN, donde este consignó que los interlocutores de la citada llamada estarían coordinando la compra de votos, debe decirse que el contenido de esta interceptación no resulta suficiente, por sí solo, como medio probatorio para inferir la existencia del hecho delictivo, ya que no se advierte acción humana alguna dirigida a coartar o condicionar el libre derecho los electores a la escogencia del candidato de su preferencia”.
Además del análisis de la llamada, la Fiscalía echó mano de otras evidencias para concluir que no hubo delitos en la Ñeñepolítica. Por ejemplo, las declaraciones de testigos como Priscila Cabrales, voluntaria en la campaña y de quien se habla en una de las llamadas interceptadas; Luis Guillermo Echeverri, gerente de la campaña Duque; Nubia Stella Martínez, directora del Centro Democrático, y Alicia Arango, exministra del Interior y jefe de debate de la campaña. Todos coincidieron en que Daza no tuvo ningún rol en la financiación de la campaña, pues sus labores se limitaban a manejarle la agenda al expresidente Álvaro Uribe.
Asimismo, la Fiscalía evaluó los resultados de las votaciones presidenciales en Cesar, Magdalena, Atlántico y La Guajira, los cuatro departamentos de los que se habla en las conversaciones telefónicas interceptadas. En todos los departamentos, salvo Atlántico, hubo una mayor votación en segunda vuelta, pero, estos datos, a juicio del fiscal, “no permiten inferir o suponer que en alguno de esos departamentos se haya presentado una operación de compra de votos, se reitera, por ausencia de elementos de juicio que permitan analizar los resultados desde alguna materialidad propia de condutas corruptoras del electorado que participó en la segunda vuelta”.
Así las cosas, la Fiscalía cerró indefinidamente este capítulo de supuesta corrupción electoral de manera favorable para el gobierno saliente.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Fiscalía concluyó que no hubo delitos en la Ñeñepolítica: el escándalo por una serie de interceptaciones telefónicas al narcotraficante José Ñeñe Hernández, en las que se ventilaban posibles delitos electorales en la campaña presidencial de Iván Duque. El fiscal del caso archivó la investigación contra María Claudia Daza, asesora política y a quien en una llamada del 3 de junio de 2018, el Ñeñe le dijo que debían “buscar plata por debajo de la mesa para soltarla en los departamentos”.
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El audio ocasionó la salida de las filas del uribismo de Daza, una fiel escudera del expresidente Álvaro Uribe. También sembró dudas por supuestas financiaciones irregulares o una operación de compra de votos en la campaña presidencial de Duque. El Consejo Nacional Electoral cerró la investigación a favor del presidente y, ahora, la Fiscalía dice que tras escuchar las conversaciones en detalle, tomar declaraciones de varios testigos y cruzar cifras de las campañas y los resultados electorales, se puede concluir que no hubo delitos.
Según la Fiscalía, “es evidente que las personas que participan en esta llamada hacen referencias expresas y explicitas sobre el proceso electoral en algunos apartes de la conversación, no en su totalidad, siendo parte de ella”, según dice la decisión que archivó la investigación sobre la llamada de la “plata por debajo de la mesa”. Sin embargo, para lograr demostrar que había el delito de corrupción al sufragante, “deberían existir en la conversación referencias o lenguaje dirigido a la organización o coordinación de una operación de compra de votos”, algo que no ocurre en los 20 minutos que dura la conversación legalmente interceptada.
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“Del contenido de llamada no es dable inferir la existencia de una operación de compra de votos, en los términos sugeridos por el analista de la DIJIN, pues no se advierte que la llamada maneje un lenguaje explicito o cifrado sobre ‘dadivas o beneficios’ a cambio de violentar la libertad de los electores en favor de un candidato”, explicó la Fiscalía en la orden de archivo. Y añade: “en ningún momento se identifican frases o palabras contenidas en un contexto de planeación o coordinación de la logística que implica una operación de compra de votos, más aún cuando la llamada se registra quince días antes de la fecha de los comicios en segunda vuelta”.
En otro momento de la conversación, Daza habla de un viaje al que la “mandó Iván y Uribe”, en aparente referencia al presidente Iván Duque y al expresidente Álvaro Uribe, líder natural del partido que avalaba esa campaña. Sin embargo, al analizar toda la interacción de Daza y el Ñeñe, la Fiscalía concluyó: “nótese que en la totalidad de la llamada y con referencia a ese viaje no se refiere actividad alguna de coordinación que pudiese resultar relevante o por lo menos indicativa de una labor que hiciera parte de un plan de compra de votos”.
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Más adelante, la decisión de archivo sostiene: “En conclusión, y teniendo en cuenta que la hipótesis delictiva de la presunta existencia de una operación de compra de votos surge por la filtración de los informes del analista de la DIJIN, donde este consignó que los interlocutores de la citada llamada estarían coordinando la compra de votos, debe decirse que el contenido de esta interceptación no resulta suficiente, por sí solo, como medio probatorio para inferir la existencia del hecho delictivo, ya que no se advierte acción humana alguna dirigida a coartar o condicionar el libre derecho los electores a la escogencia del candidato de su preferencia”.
Además del análisis de la llamada, la Fiscalía echó mano de otras evidencias para concluir que no hubo delitos en la Ñeñepolítica. Por ejemplo, las declaraciones de testigos como Priscila Cabrales, voluntaria en la campaña y de quien se habla en una de las llamadas interceptadas; Luis Guillermo Echeverri, gerente de la campaña Duque; Nubia Stella Martínez, directora del Centro Democrático, y Alicia Arango, exministra del Interior y jefe de debate de la campaña. Todos coincidieron en que Daza no tuvo ningún rol en la financiación de la campaña, pues sus labores se limitaban a manejarle la agenda al expresidente Álvaro Uribe.
Asimismo, la Fiscalía evaluó los resultados de las votaciones presidenciales en Cesar, Magdalena, Atlántico y La Guajira, los cuatro departamentos de los que se habla en las conversaciones telefónicas interceptadas. En todos los departamentos, salvo Atlántico, hubo una mayor votación en segunda vuelta, pero, estos datos, a juicio del fiscal, “no permiten inferir o suponer que en alguno de esos departamentos se haya presentado una operación de compra de votos, se reitera, por ausencia de elementos de juicio que permitan analizar los resultados desde alguna materialidad propia de condutas corruptoras del electorado que participó en la segunda vuelta”.
Así las cosas, la Fiscalía cerró indefinidamente este capítulo de supuesta corrupción electoral de manera favorable para el gobierno saliente.
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