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El exmagistrado del Consejo Superior de la Judicatura, Néstor Raúl Correa, se posesionó hoy ante el presidente Juan Manuel Santos como secretario ejecutivo de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En el acto estuvieron presentes también Patricia Linares, presidenta del Tribunal Especial de Paz; el ministro de Justicia, Enrique Gil Botero; el comisionado de Paz, Rodrigo Rivera; y otros funcionarios de la Secretaría de la JEP.
Correa empezó a trabajar con esa dependencia desde el año pasado de forma provisional, escogido por la ONU, y en mayo de este año, el Comité de Escogencia lo nombró ya como titular. Su oficina tiene una función particularmente especial: recibir las actas de compromiso que suscriben los exguerrilleros de la Farc o los agentes del Estado para someterse a la JEP, se supone, a cambio de admitir responsabilidades y contar verdades -aunque son varios ya los que se han acogido advirtiendo que no lo harán-.
Este año, Correa protagonizó una especie de controversia cuando, en un foro, aseguró que Diego Palacio había aceptado el delito de cohecho cuando envió la solicitud para acogerse a la JEP, lo cual Palacio rechazó de inmediato. De hecho, la tesis de Palacio fue que como a él lo habían condenado por cohecho (por sobornar a Yidis Medina para comprar su voto en favor de la reelección de Álvaro Uribe), la continuidad de Uribe implicaba la de la política de la seguridad democrática, y por ende su caso se relacionaba con el conflicto armado.
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Correa renunció a su cargo en la Judicatura en septiembre de 2016, cuando su nombre empezó a sonar para ocupar la posición de secretario ejecutivo de la JEP. A esa corporación llegó en 2011, luego de haber sido magistrado auxiliar de la Corte Constitucional, abogado asistente de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia y abogado de la Secretaría Jurídica de la Presidencia.