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Salvatore Mancuso es un hombre libre. Y, aprovechando sus primeras 24 horas como un ciudadano en reincorporación a la sociedad, citó a una rueda de prensa a medios nacionales en un hotel del occidente de Bogotá. Allí respondió a los cuestionamientos que surgen alrededor de su salida de la cárcel La Picota, después de más de 20 años bajo la custodia de autoridades penitenciarias en Estados Unidos y, este 2024, en Colombia.
Entre las frases que marcaron su primer salida pública a medios de comunicación estuvo “no le debo nada a la justicia”, haciendo hincapié en que pago su condena por narcotráfico en Estados Unidos y, como desmovilizado paramilitar incluido en el sistema de Justicia y Paz, también pagó la sanción de ocho años que le prometieron a cambio de dejar las armas. Asimismo, aseguró tener un compromiso con la justicia y la búsqueda de verdad judicial de las víctimas.
“Salí de la prisión por pena cumplida. Cumplí el máximo de la condena e hice 18 años, cuando mi pena era de ocho años. No salgo porque me hayan dado algún beneficio, como el de la gestoría de paz, aunque me haya designado el presidente Gustavo Petro. El levantamiento se hace porque cumplí. No le debo nada a la justicia colombiana. No le debo nada a la justicia de ningún país del mundo. Hoy empezaré a trabajar como gestor de paz”, dijo.
A renglón seguido agregó: “Ya estuve hablando con Otty Patiño (Alto comisionado para la paz). En el día de hoy tendremos una reunión para poder programar y organizar todo lo que tiene que ver con la agenda de paz que debo desarrollar en el país. Quiero enviarle un mensaje a las víctimas, principalmente de reconocimiento de disculpas. No hay justificación para el inmenso dolor y sufrimiento que les causamos. Pido perdón por ello”.
Sobre los procesos de verdad en los escenarios donde está colaborando, como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), aseguró que entregará lo que sabe de la historia del conflicto en sede judicial. No quiere que su conocimiento, dice, sea utilizado como arma política o como instrumento de venganza. En relación con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, le respondió que no ha recibido ningún tipo de beneficio para quedar libre.
Mancuso aseguró que no tiene planeado dejar Colombia, aunque probablemente asista a universidades que, según su dicho, lo están requiriendo para que de su versión sobre resolución de conflictos. Agregó que solicitó permiso al gobierno de Venezuela con el objetivo de recuperar restos de víctimas de paramilitarismo que están en territorio fronterizo. Según la información entregada, la visita está planeada con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas.
Entre tanto, la Corte Constitucional estudia un conflicto de jurisdicciones planteado por el sistema de Justicia y Paz, dado que Mancuso es sujeto admitido en ese marco creado para exparamilitares, y también en la Jurisdicción de paz, donde está admitido como punto de conexión entre paras y fuerzas de seguridad del Estado. Sobre ello, explicó: “La libertad ya me la gané. La decisión que toma la Corte Constitucional no afecta en nada mi libertad. Lo que va a definir es quien tiene la prevalencia sobre mi participación dentro de estos dos sistemas de justicia transicional”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.