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Van ya más de 4.000 comparendos en Colombia por violar la cuarentena que decretó el presidente Iván Duque para evitar la propagación del COVID-19 y que entró a regir el pasado 24 de marzo. Cundinamarca es el departamento donde más se han impuesto estas multas, siete municipios acumulan la mitad de los comparendos impuestos en todo el departamento. Se trata de Soacha, Mosquera, Madrid, Fusagasugá, Facatativá, Girardot y Zipaquirá, los cuales verán, desde este miércoles 1° de abril, un aumento en el número de uniformados en las calles para vigilar el cumplimiento de las restricciones de movilidad durante la cuarentena.
Cinco hechos aislados que ocurrieron el martes 24 de marzo, en los que se presentaron disturbios y saqueos, permitieron dimensionar los retos a los que se enfrenta el país en medio de la cuarentena obligatoria. Horas antes de que entrara en vigor la medida declarada por el presidente Iván Duque la semana pasada, los animos comenzaron a exacerbarse. Según Andrés Nieto, experto en seguridad de la Universidad Central, lo que más preocupa en esta cuarentena es “la falta de corresponsabilidad ciudadana". Nieto dice que, "lastimosamente, estamos en una sociedad que no se autorregula y que no sabe de convivencia", razón por la cual se tiene que recurrir a instituciones como la Policía”.
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Nieto resalta que, ante la falta de regulación ciudada y los pocos policias para atender las denuncias por violencia intrafamiliar, se hace urgente una articulación de todos los sectores del sistema de convivencia, seguridad y justicia. “Evidentemente, si los problemas de convivencia ciudadana continúan, la militarización va a tener que darse”, señala el experto. Aunque la militarización suele darse ante la tensión por desórdenes, esta ordenanza tendría como objetivo brindar apoyo a la Policía, institución que tiene un déficit de hombres de más del 39%, asegura Nieto.
En muchas ocasiones, la comunidad ha exigido más presencia de la Policía y en algunos casos la militarización, como en Villa del Rosario (Norte de Santander), municipio que se ubica a solo siete kilómetros de Cúcuta. En este municipio permanece con presencia militar, al igual que en Cúcuta. Están allí desde el pasado martes, cuando el alcalde Eugenio Rangel dio una voz de alerta sobre los posibles efectos de los pasos ilegales o trochas sobre las medidas para contener el COVID-19 en el país. No obstante, esta fue una medida que derivó del consejo extraordinario de seguridad que el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, presidió en Cúcuta el pasado 20 de febrero, cuando el foco era la inseguridad en la zona y no el COVID-19.
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Para el experto en seguridad Andrés Nieto, el impacto que trae el aumento en el pie de fuerza o la militarización está en la percepción de la gente. Sin embargo, el aumento de fuerza pública en las calles también representa un mayor riesgo de que los uniformados contraigan el nuevo coronavirus. “Algo que no se ha medido es que los policías también pueden llegar a enfermarse y eso no lo podemos permitir”, aseguró Nieto. A la fecha, ya se ha confirmado que tres miembros activos de la Policía y un oficial de la Fuerza Aérea dieron positivo en la prueba del COVID-19. Aunque el ministro de Defensa fue enfático en asegurar que se diseñó un estricto protocolo de seguridad para evitar un contagio masivo en las Fuerzas Armadas, este riesgo se hace latente con el aumento de uniformados en las ciudades.
La militarización y el aumento de policías tendrá un impacto variado, dependiendo de factores como la región del país, la cobertura y las problemáticas propias de la zona, asevera Nieto. “Indudablemente, vamos a tener mayor situación problemática en aquellas ciudades que no puedan brindar las garantías de entrega de apoyos, mercados, bonos o subsidios (…) porque en algún momento las personas van a salir a buscar cómo subsistir”, afirmó el experto en seguridad.
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Con la emergencia del nuevo coronavirus ya se habla de una reducción en la mayoría de los delitos, según la misma Policía, pero también de la transformación de otros. “Las capturas han disminuido, lo cual indica que, hasta el momento, en los días que llevamos, de manera física el microtráfico no se está realizando, o no lo hemos detectado aún”, explicó el general Jorge Luis Vargas en una entrevista para este diario el pasado viernes. Sin embargo, para Nieto se pueden estar presentando dos escenarios en relación con el aumento en el pie de fuerza y estas industrias ilegales. “Un escenario es que, si las medidas se vuelven más fuertes, no van a tener opciones reales, si son suaves como las de ahora van a buscar huecos para seguir. Por otro lado, Si las medidas son duras, se nos puede venir luego una ola de explosión delictiva para recuperar lo perdido en esta época”, mencionó el experto.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.