“No soy bandido, soy una víctima de estas circunstancias”: Fernando Sanclemente
En entrevista con El Espectador, el exembajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, señaló que está presto a cualquier solicitud de las autoridades y ha pedido ser declarado como víctima. En febrero de 2020, la Policía encontró en su finca un laboratorio de procesamiento de cocaína.
El caso del exembajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, volvió a ocupar los titulares de los medios de comunicación luego que se diera a conocer detalles sobre la investigación que adelanta la Fiscalía desde febrero de 2020. En ese momento, luego de recibir la alerta de una agencia de inteligencia de EE.UU, se encontró un laboratorio de procesamiento de cocaína en una finca del exdiplomático, ubicada en Guasca (Cundinamarca). Hace un par de semanas, El Espectador reveló detalles del preacuerdo firmado entre el exmayordomo de esa hacienda, Laurenano Martínez, y el ente investigador. Sin embargo, la fiscal del caso fue relevada y se retiró esa negociación judicial.
En entrevista con este diario, Sanclemente contó en detalle cómo ha vivido este proceso judicial por el que la Fiscalía aún no le imputa cargos y del cual se considera víctima. También señaló que desde un principio colaboró con las autoridades para esclarecer la situación y que su familia o empleados nunca advirtieron que en ese inmueble funcionaba un laboratorio de cocaína.
Empecemos por el inicio de la historia. ¿Dónde estaba usted cuando llegó la Policía a allanar Haras de San Fernando, la finca en Guasca que pertenece a su familia y a la familia Spiwak?
Yo me encontraba ejerciendo mis funciones como embajador de Colombia ante Uruguay, eso es el 12 de febrero del presente año, y sobre las 8:30 am hora colombiana recibo una llamada de mi hermano, Gilberto Sanclemente, quien me indicó que para su sorpresa estaban haciendo un allanamiento en la finca, circunstancia que por supuesto me alarmó. Le dije a mi hermano: que hagan el allanamiento, no tenemos nada que temer.
¿Cuál fue su reacción tras enterarse?
El allanamiento duró todo el día. Tan pronto mi hermano me llamó, traté de comunicarme sin éxito con mis mayordomos, Laureano Martínez y Gustavo Bejarano. Ninguno de los dos me contestó. Nos comunicamos con la persona que cuida la casa de recreo de la familia Spiwak, nuestros socios, y ella nos confirmó el allanamiento. Me comuniqué con mi abogado, en su momento el doctor Francisco Cuesta, lo puse en conocimiento, y me dijo que lo mejor era que se adelantara el allanamiento y que pidiéramos al final de la diligencia copia del acta. Mi hermano y yo estábamos muy inquietos, nunca habíamos sido objeto de allanamiento alguno. Con sorpresa, sobre las 2 de la tarde, me informaron que habían hallado un laboratorio de drogas, lo cual me parecía inaudito.
Desde el día del allanamiento, ¿hacía cuánto no visitaba esa finca?
El señor presidente, muy generosamente, me nombra embajador el 4 de marzo de 2019. Desde que me fui a Uruguay no visitaba la finca. En dos visitas al país, atendiendo compromisos de Cancillería y por razones médicas, en mayo y en septiembre [del año pasado], saqué tiempo para visitar la finca. Obviamente no encontré ningún indicio que me generara algún tipo de alarma. Ahora, eso no quiere decir que la finca estuviera al garete, da la sensación de que teníamos en abandono la finca y no es así. Al asumir mi cargo de embajador, quedaron responsables de mi ganadería Laureano Martínez y Gustavo Bejarano en su condición de mayordomos, bajo la supervisión de Mauricio González, médico veterinario que lleva trabajando conmigo 13 años. Adicionalmente mi madre iba de vez en cuando a visitar la final, lo mismo el conductor de mi madre, la familia Spiwak visitaba la finca con fines recreativos y montaban a caballo de vez en cuando. La finca permanentemente era visitada, inclusive había arrendado 36 hectáreas para cultivos de papa y cebolla; el arrendatario y sus trabajadores nunca vieron nada sospechoso y, si lo vieron, nunca lo señalaron. La propia Fiscalía ha dicho que los señores cultivadores no tienen responsabilidad alguna en estos hechos delincuenciales.
¿Cómo conoció a Laureano Martínez y a Gustavo Bejarano?
Laureano Martínez me venía acompañando en los últimos tres años, fue un proceso de selección que hice yo, personalmente, con el concurso del veterinario. Mauricio González. Lo escogimos porque tenía experiencia con ganado, era un experto inseminando y, de las diferentes hojas de vida que teníamos, quien más me llamó la atención fue Laureano. Nosotros nunca tuvimos algún indicio de un comportamiento indebido o delincuencial por parte de Laureano. Gustavo Bejarano me acompañaba hace más o menos 11 meses. Su vinculación es de corto tiempo, es verdad, pero eso obedece a un lamentable hecho: yo he sido víctima recurrente de robo de ganado, inclusive en muchas ocasiones me los han sacrificado vivos al interior del predio. Cuando ocurrían esos hechos yo exigía explicaciones de los mayordomos que estaban, y si no encontraba explicaciones satisfactorias yo iba prescindiendo de los mayordomos. Eso está totalmente documentado en las inspecciones de policía de Guasca.
Para el observador externo le cuesta entender que había tanta gente adentro (familiares, sus empleados, la gente que le arrendó) ¿por qué no se detectó antes el laboratorio de cocaína sino hasta que llegó la Policía?
Esta es una finca de una extensión importante. Estamos hablando de alrededor de 174 hectáreas. El sitio donde ubicaron el laboratorio es una zona boscosa, es una reserva forestal de difícil acceso y visibilidad. Incluso, cuando la Policía fue a hacer el allanamiento con el dron les fue difícil encontrar el laboratorio. Era un terreno ondulado y se instalaron en una cañada a dos metros de profundidad.
¿Qué ha hecho usted ante las autoridades para esclarecer esta situación?
Tan pronto ocurre este hecho tan doloroso, yo pido una licencia no remunerada ante la Cancillería. Yo llego para el 19 de febrero, siete días después de los hechos para ponerme al tanto de todo lo que estaba pasando, organizando la defensa del predio y estar presto a cualquier requerimiento que la Fiscalía me haga.
¿Qué hicieron ustedes con las pertenencias del exmayordomo, Laureano Martínez y su asistente, Gustavo Bejarano?
Es importante señalar que una vez hecho el allanamiento a la finca, que cuando se hace la destrucción del laboratorio se genera un incendio, luego nos damos cuenta que las cosas de estos delincuentes estaban en la finca. Es decir, los colchones, morrales, ropa, pertenencias personales, etc. En ese momento le informamos a la Policía para que realizaran una segunda visita para que revisaran y poder esclarecer todo. Incluso, en ese momento encontraron en uno de los vehículos una caleta. Eso fue a finales de febrero de 2020. Entonces nosotros le pedimos, antes de poder disponer de las mismas autorizaciones a la Fiscalía, básicamente la Fiscalía nos dijo: dispongan como quieran de ello. (...) una labor de limpieza a la finca, adicionalmente se necesitaba espacio para albergar a los nuevos mayordomos que nos estaban acompañando. Había una serie de electrodomésticos que tenían un valor, que pertenecían particularmente a Laureano. Yo se los guardé y fueron entregados en su oportunidad.
Frente a la pregunta puntual que, si había algo de valor, todo lo contrario. Eso fue inspeccionado integralmente por la propia policía SIJIN, en la visita que se realizó el 24 de febrero. Y se hizo un registro fotográfico de los temas. Se llevaron de la casa de Laureano el orden de 10 celulares, se llevaron un computador para revisar el disco duro, etc. Eso hay un registro fotográfico por parte de las autoridades y posteriormente quedó consignado en el acto, insisto, que podíamos disponer de ello. Eso fue lo que hice.
Ese tema de haber quemado la ropa, las pertenencias de Laureano Martínez ¿se tomaría como un intento de borrar material probatorio? ¿no le parece reprochable?
No, a mí no me parece nada reprochable. Aquí lo único reprochable es el daño que se nos ha hecho, en lo personal, en lo familiar, en lo societario. Aquí lo que estoy es eliminando una serie de elementos, inclusive previamente consultado ante la Fiscalía de unos delincuentes. Aquí no se me puede dar el tratamiento de bandido o mafioso cuando soy una víctima de estas circunstancias. Inclusive en un acto de delicadeza y por valor que tenían los electrodomésticos, los preservé. Inclusive hice una primera entrega, le exigí a la familia de Laureano que me hicieran entrega de una serie de elementos que desaparecieron de la finca. Cosa que nunca ocurrió y posteriormente hice una segunda entrega de esos electrodomésticos.
Necesitaba espacio, como ustedes entenderán perdimos entre comillas porque estamos en el proceso de extinción de dominio, de hacer la entrega material de la parte alta de la finca, donde hallaron el laboratorio. Y me tocó replegarme en otra finca que pertenece a otras sociedades muchas más chicas y recoger todos los enseres de mi madre. Yo lo que necesitaba espacio a título de ¿por qué iba a guardar elementos que no generaban ningún tipo de interés para nosotros?
¿El proceso de extinción de dominio en qué va?
Lamentablemente gran parte de todo lo que está ocurriendo en el proceso y en el desarrollo de esta situación y la suerte de los capturados en flagrancia, más el tema de las últimas noticias con relación a Laureano y a Gustavo, pues desafortunadamente nos hemos venido enterando a través de los medios de comunicación. Yo lo digo con mucho respeto, pero también con gran preocupación y gran dolor. Aquí no nos hemos enterado por las vías institucionales de la Fiscalía, nos hemos visto obligados inclusive a poner una serie de tutela para que seamos reconocidos en calidad de víctima, que es evidente esa condición a la cual tenemos derecho. Y en consecuencia pues lo que nos hemos enterando es a través de las notas periodística, de los extractos de interceptaciones, etc.
Inclusive, casualmente yo estaba el día en que la fiscal 21 especializada contra el narcotráfico adelantó la diligencia de secuestro desde la finca, yo estaba con el concurso de mi hermana y si no es porque estaba ahí no me entero de esa diligencia. Yo la atendí, estuvimos a lo largo del día atendiendo a las autoridades y haciendo los inventarios pertinentes. Pero como le digo, nosotros nos enteramos básicamente a través de los medios. Tenemos nuestro equipo de abogados completamente atentos a los desarrollos de estas circunstancias.
De ese proceso hace parte el secuestro de tres vehículos, entre esos dos camiones ¿De quiénes eran?
No, dos vehículos. Dos vehículos que tampoco la Fiscalía, el día del allanamiento, se percató de la existencia de los mismos, que estaban prácticamente en la casa de residencia que le habíamos asignado a Laureano. Nosotros advertimos inmediatamente esa circunstancia, por eso se propició la segunda visita de policía judicial, insisto coordinada por nosotros con las autoridades. En ese momento recogen esos dos vehículos, los cuales fueron objeto de inspección por parte de la policía nacional. No encontraron ni dinero, ni droga, pero sí encontraron en uno de ellos que el baúl estaba aparentemente habilitado como una caleta para transportar droga. Esos vehículos se los llevó ese mismo día la policía nacional.
¿Pero de quien son esos vehículos?
No, no tengo ni creo que uno de ellos estaba a nombre de uno de los capturados en flagrancia y el otro desconozco, pero por supuesto no pertenecen a la familia Sanclemente ni a la sociedad Las Colinas de Guasca. Estaban ahí, me imagino que eran parte de la logística de los delincuentes.
¿Qué le dicen sus socios de todo esto? ¿Qué le dicen sobre todo después del proceso de extinción de dominio que los afectó también?
Esto lo hemos venido trabajando de la mano de nuestros socios, con los cuales tenemos una relación extraordinaria. Tanto ellos como nosotros estamos sorprendidos de la suerte que nos está tocando afrontar y tenemos la absoluta convicción de poder demostrar a lo largo del proceso que nosotros somos unos poseedores de buena fe, exentos de culpa. Ese será un tema que por obvias razones me reservo a hacer comentarios que tendremos obviamente que atender. Estamos con la fe en Dios que vamos a salir airosos de esta circunstancia.
Enlazando el tema de los socios, usted habla con Carlos Gutiérrez Robayo. ¿El que dice al respecto?
Desconozco ese comentario de mi socio Carlos Gutiérrez. Él no es socio mío. De alguna manera me viene acompañando de tiempo atrás en las actividades ganaderas. Toda mi vida mi familia ha sido ganadera y particularmente cuando empiezo a incursionar en el tema hace más de 13 años, precisamente contrato a la firma CGR de tecnología que pertenecía en su momento a Carlos Gutiérrez. Él es un amigo personal y tenemos una relación familiar porque su señora es prima de mi señora, pero no somos socios.
¿Es verdad lo que dice El Tiempo, de que él fue quien le presentó a Laureano Martínez?
No, es completamente falso. Quien contrató a Laureano fui yo, Fernando Sanclemente, con el concurso del doctor Mauricio Gonzales, que es un veterinario que sirve a la firma CGR Biotecnología. Eso es completamente falso. Señalaron de manera novelesca que el señor Carlos Gutiérrez era el ‘Papero’, haciendo referencia a que su padre, que en paz descanse, era el zar de la papa en el país. Es una familia que está muy vinculada al sector agropecuario. Carlos Gutiérrez no tenía nada que ver con los cultivos de papa, no es mi socio, tiene un contrato de vieja data en toda la asistencia técnica. Es una de las firmas más reconocidas en materia de biotecnología en el país.
¿Qué le dijo a usted el Presidente Duque, cuando usted le contó lo que estaba pasando con la propiedad?
Yo con el presidente, tan pronto se presentó esta situación, intenté comunicarme. Estaba en permanente contacto con la doctora María Paula Correa, la jefe de gabinete y su secretaria privada, con la señora canciller y con el señor vicecanciller. Lo que me ha transmitido la doctora es que el presidente tiene completa claridad en mi inocencia y transparencia, cosa que yo agradezco infinitamente. Y así lo hizo saber cuándo presenté la carta de renuncia y cuando me acepta la misma.
Pero, ¿ustedes no han hablado directamente?
No, no he tenido oportunidad de hablar con el señor presidente. He solicitado una audiencia con él tan pronto llegué de Montevideo. Desafortunadamente nos cogió el tema de la pandemia, entonces por estas dificultades la doctora María Paula me manifestó que no era el momento indicado. Y recientemente también he solicitado la posibilidad de tener una audiencia con el presidente y estoy a punto de hablar con el presidente Duque, con el cual solo tengo motivos de gratitud por su generosidad y su confianza.
El fiscal general Barbosa dijo hace unos meses que estaba listo para vincularlo a una posible imputación de cargos, ¿está listo para un escenario así?
Estoy completamente listo para cualquier escenario. Yo tengo la absoluta tranquilidad de mi proceder, de mi honorabilidad, de mi transparencia. Como les digo estoy desde el 19 de febrero aquí en el país poniéndole la cara a esta situación y me siento completamente tranquilo para atender cualquier llamado de la justicia y esclarecer cualquier cosa. Yo soy el más interesado, mi familia y mis socios también, de darle celeridad a este tema. Insisto con la absoluta certidumbre de nuestra inocencia y, adicionalmente, lo que sería absurdo es que pretendieran perseguir a Fernando Sanclemente, que es un hombre completamente honorable y transparente, y desviar la atención de quienes son verdaderos responsables y capos de esta organización criminal. Según, inclusive, se vio en el propio El Espectador, es una red criminal que tiene sus tentáculos desde el sur del país, en Cauca, pasando por el altiplano cundiboyacense: Guasca, La Calera, Boyacá. Entonces yo estoy completamente tranquilo, las propias piezas procesales y las interceptaciones que hay a lo largo de este expediente, insisto, dan fe de mi ausencia de responsabilidad y el desconocimiento que tenía de la existencia de dicho laboratorio, que inició operaciones el 10 de enero del presente año.
El caso del exembajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, volvió a ocupar los titulares de los medios de comunicación luego que se diera a conocer detalles sobre la investigación que adelanta la Fiscalía desde febrero de 2020. En ese momento, luego de recibir la alerta de una agencia de inteligencia de EE.UU, se encontró un laboratorio de procesamiento de cocaína en una finca del exdiplomático, ubicada en Guasca (Cundinamarca). Hace un par de semanas, El Espectador reveló detalles del preacuerdo firmado entre el exmayordomo de esa hacienda, Laurenano Martínez, y el ente investigador. Sin embargo, la fiscal del caso fue relevada y se retiró esa negociación judicial.
En entrevista con este diario, Sanclemente contó en detalle cómo ha vivido este proceso judicial por el que la Fiscalía aún no le imputa cargos y del cual se considera víctima. También señaló que desde un principio colaboró con las autoridades para esclarecer la situación y que su familia o empleados nunca advirtieron que en ese inmueble funcionaba un laboratorio de cocaína.
Empecemos por el inicio de la historia. ¿Dónde estaba usted cuando llegó la Policía a allanar Haras de San Fernando, la finca en Guasca que pertenece a su familia y a la familia Spiwak?
Yo me encontraba ejerciendo mis funciones como embajador de Colombia ante Uruguay, eso es el 12 de febrero del presente año, y sobre las 8:30 am hora colombiana recibo una llamada de mi hermano, Gilberto Sanclemente, quien me indicó que para su sorpresa estaban haciendo un allanamiento en la finca, circunstancia que por supuesto me alarmó. Le dije a mi hermano: que hagan el allanamiento, no tenemos nada que temer.
¿Cuál fue su reacción tras enterarse?
El allanamiento duró todo el día. Tan pronto mi hermano me llamó, traté de comunicarme sin éxito con mis mayordomos, Laureano Martínez y Gustavo Bejarano. Ninguno de los dos me contestó. Nos comunicamos con la persona que cuida la casa de recreo de la familia Spiwak, nuestros socios, y ella nos confirmó el allanamiento. Me comuniqué con mi abogado, en su momento el doctor Francisco Cuesta, lo puse en conocimiento, y me dijo que lo mejor era que se adelantara el allanamiento y que pidiéramos al final de la diligencia copia del acta. Mi hermano y yo estábamos muy inquietos, nunca habíamos sido objeto de allanamiento alguno. Con sorpresa, sobre las 2 de la tarde, me informaron que habían hallado un laboratorio de drogas, lo cual me parecía inaudito.
Desde el día del allanamiento, ¿hacía cuánto no visitaba esa finca?
El señor presidente, muy generosamente, me nombra embajador el 4 de marzo de 2019. Desde que me fui a Uruguay no visitaba la finca. En dos visitas al país, atendiendo compromisos de Cancillería y por razones médicas, en mayo y en septiembre [del año pasado], saqué tiempo para visitar la finca. Obviamente no encontré ningún indicio que me generara algún tipo de alarma. Ahora, eso no quiere decir que la finca estuviera al garete, da la sensación de que teníamos en abandono la finca y no es así. Al asumir mi cargo de embajador, quedaron responsables de mi ganadería Laureano Martínez y Gustavo Bejarano en su condición de mayordomos, bajo la supervisión de Mauricio González, médico veterinario que lleva trabajando conmigo 13 años. Adicionalmente mi madre iba de vez en cuando a visitar la final, lo mismo el conductor de mi madre, la familia Spiwak visitaba la finca con fines recreativos y montaban a caballo de vez en cuando. La finca permanentemente era visitada, inclusive había arrendado 36 hectáreas para cultivos de papa y cebolla; el arrendatario y sus trabajadores nunca vieron nada sospechoso y, si lo vieron, nunca lo señalaron. La propia Fiscalía ha dicho que los señores cultivadores no tienen responsabilidad alguna en estos hechos delincuenciales.
¿Cómo conoció a Laureano Martínez y a Gustavo Bejarano?
Laureano Martínez me venía acompañando en los últimos tres años, fue un proceso de selección que hice yo, personalmente, con el concurso del veterinario. Mauricio González. Lo escogimos porque tenía experiencia con ganado, era un experto inseminando y, de las diferentes hojas de vida que teníamos, quien más me llamó la atención fue Laureano. Nosotros nunca tuvimos algún indicio de un comportamiento indebido o delincuencial por parte de Laureano. Gustavo Bejarano me acompañaba hace más o menos 11 meses. Su vinculación es de corto tiempo, es verdad, pero eso obedece a un lamentable hecho: yo he sido víctima recurrente de robo de ganado, inclusive en muchas ocasiones me los han sacrificado vivos al interior del predio. Cuando ocurrían esos hechos yo exigía explicaciones de los mayordomos que estaban, y si no encontraba explicaciones satisfactorias yo iba prescindiendo de los mayordomos. Eso está totalmente documentado en las inspecciones de policía de Guasca.
Para el observador externo le cuesta entender que había tanta gente adentro (familiares, sus empleados, la gente que le arrendó) ¿por qué no se detectó antes el laboratorio de cocaína sino hasta que llegó la Policía?
Esta es una finca de una extensión importante. Estamos hablando de alrededor de 174 hectáreas. El sitio donde ubicaron el laboratorio es una zona boscosa, es una reserva forestal de difícil acceso y visibilidad. Incluso, cuando la Policía fue a hacer el allanamiento con el dron les fue difícil encontrar el laboratorio. Era un terreno ondulado y se instalaron en una cañada a dos metros de profundidad.
¿Qué ha hecho usted ante las autoridades para esclarecer esta situación?
Tan pronto ocurre este hecho tan doloroso, yo pido una licencia no remunerada ante la Cancillería. Yo llego para el 19 de febrero, siete días después de los hechos para ponerme al tanto de todo lo que estaba pasando, organizando la defensa del predio y estar presto a cualquier requerimiento que la Fiscalía me haga.
¿Qué hicieron ustedes con las pertenencias del exmayordomo, Laureano Martínez y su asistente, Gustavo Bejarano?
Es importante señalar que una vez hecho el allanamiento a la finca, que cuando se hace la destrucción del laboratorio se genera un incendio, luego nos damos cuenta que las cosas de estos delincuentes estaban en la finca. Es decir, los colchones, morrales, ropa, pertenencias personales, etc. En ese momento le informamos a la Policía para que realizaran una segunda visita para que revisaran y poder esclarecer todo. Incluso, en ese momento encontraron en uno de los vehículos una caleta. Eso fue a finales de febrero de 2020. Entonces nosotros le pedimos, antes de poder disponer de las mismas autorizaciones a la Fiscalía, básicamente la Fiscalía nos dijo: dispongan como quieran de ello. (...) una labor de limpieza a la finca, adicionalmente se necesitaba espacio para albergar a los nuevos mayordomos que nos estaban acompañando. Había una serie de electrodomésticos que tenían un valor, que pertenecían particularmente a Laureano. Yo se los guardé y fueron entregados en su oportunidad.
Frente a la pregunta puntual que, si había algo de valor, todo lo contrario. Eso fue inspeccionado integralmente por la propia policía SIJIN, en la visita que se realizó el 24 de febrero. Y se hizo un registro fotográfico de los temas. Se llevaron de la casa de Laureano el orden de 10 celulares, se llevaron un computador para revisar el disco duro, etc. Eso hay un registro fotográfico por parte de las autoridades y posteriormente quedó consignado en el acto, insisto, que podíamos disponer de ello. Eso fue lo que hice.
Ese tema de haber quemado la ropa, las pertenencias de Laureano Martínez ¿se tomaría como un intento de borrar material probatorio? ¿no le parece reprochable?
No, a mí no me parece nada reprochable. Aquí lo único reprochable es el daño que se nos ha hecho, en lo personal, en lo familiar, en lo societario. Aquí lo que estoy es eliminando una serie de elementos, inclusive previamente consultado ante la Fiscalía de unos delincuentes. Aquí no se me puede dar el tratamiento de bandido o mafioso cuando soy una víctima de estas circunstancias. Inclusive en un acto de delicadeza y por valor que tenían los electrodomésticos, los preservé. Inclusive hice una primera entrega, le exigí a la familia de Laureano que me hicieran entrega de una serie de elementos que desaparecieron de la finca. Cosa que nunca ocurrió y posteriormente hice una segunda entrega de esos electrodomésticos.
Necesitaba espacio, como ustedes entenderán perdimos entre comillas porque estamos en el proceso de extinción de dominio, de hacer la entrega material de la parte alta de la finca, donde hallaron el laboratorio. Y me tocó replegarme en otra finca que pertenece a otras sociedades muchas más chicas y recoger todos los enseres de mi madre. Yo lo que necesitaba espacio a título de ¿por qué iba a guardar elementos que no generaban ningún tipo de interés para nosotros?
¿El proceso de extinción de dominio en qué va?
Lamentablemente gran parte de todo lo que está ocurriendo en el proceso y en el desarrollo de esta situación y la suerte de los capturados en flagrancia, más el tema de las últimas noticias con relación a Laureano y a Gustavo, pues desafortunadamente nos hemos venido enterando a través de los medios de comunicación. Yo lo digo con mucho respeto, pero también con gran preocupación y gran dolor. Aquí no nos hemos enterado por las vías institucionales de la Fiscalía, nos hemos visto obligados inclusive a poner una serie de tutela para que seamos reconocidos en calidad de víctima, que es evidente esa condición a la cual tenemos derecho. Y en consecuencia pues lo que nos hemos enterando es a través de las notas periodística, de los extractos de interceptaciones, etc.
Inclusive, casualmente yo estaba el día en que la fiscal 21 especializada contra el narcotráfico adelantó la diligencia de secuestro desde la finca, yo estaba con el concurso de mi hermana y si no es porque estaba ahí no me entero de esa diligencia. Yo la atendí, estuvimos a lo largo del día atendiendo a las autoridades y haciendo los inventarios pertinentes. Pero como le digo, nosotros nos enteramos básicamente a través de los medios. Tenemos nuestro equipo de abogados completamente atentos a los desarrollos de estas circunstancias.
De ese proceso hace parte el secuestro de tres vehículos, entre esos dos camiones ¿De quiénes eran?
No, dos vehículos. Dos vehículos que tampoco la Fiscalía, el día del allanamiento, se percató de la existencia de los mismos, que estaban prácticamente en la casa de residencia que le habíamos asignado a Laureano. Nosotros advertimos inmediatamente esa circunstancia, por eso se propició la segunda visita de policía judicial, insisto coordinada por nosotros con las autoridades. En ese momento recogen esos dos vehículos, los cuales fueron objeto de inspección por parte de la policía nacional. No encontraron ni dinero, ni droga, pero sí encontraron en uno de ellos que el baúl estaba aparentemente habilitado como una caleta para transportar droga. Esos vehículos se los llevó ese mismo día la policía nacional.
¿Pero de quien son esos vehículos?
No, no tengo ni creo que uno de ellos estaba a nombre de uno de los capturados en flagrancia y el otro desconozco, pero por supuesto no pertenecen a la familia Sanclemente ni a la sociedad Las Colinas de Guasca. Estaban ahí, me imagino que eran parte de la logística de los delincuentes.
¿Qué le dicen sus socios de todo esto? ¿Qué le dicen sobre todo después del proceso de extinción de dominio que los afectó también?
Esto lo hemos venido trabajando de la mano de nuestros socios, con los cuales tenemos una relación extraordinaria. Tanto ellos como nosotros estamos sorprendidos de la suerte que nos está tocando afrontar y tenemos la absoluta convicción de poder demostrar a lo largo del proceso que nosotros somos unos poseedores de buena fe, exentos de culpa. Ese será un tema que por obvias razones me reservo a hacer comentarios que tendremos obviamente que atender. Estamos con la fe en Dios que vamos a salir airosos de esta circunstancia.
Enlazando el tema de los socios, usted habla con Carlos Gutiérrez Robayo. ¿El que dice al respecto?
Desconozco ese comentario de mi socio Carlos Gutiérrez. Él no es socio mío. De alguna manera me viene acompañando de tiempo atrás en las actividades ganaderas. Toda mi vida mi familia ha sido ganadera y particularmente cuando empiezo a incursionar en el tema hace más de 13 años, precisamente contrato a la firma CGR de tecnología que pertenecía en su momento a Carlos Gutiérrez. Él es un amigo personal y tenemos una relación familiar porque su señora es prima de mi señora, pero no somos socios.
¿Es verdad lo que dice El Tiempo, de que él fue quien le presentó a Laureano Martínez?
No, es completamente falso. Quien contrató a Laureano fui yo, Fernando Sanclemente, con el concurso del doctor Mauricio Gonzales, que es un veterinario que sirve a la firma CGR Biotecnología. Eso es completamente falso. Señalaron de manera novelesca que el señor Carlos Gutiérrez era el ‘Papero’, haciendo referencia a que su padre, que en paz descanse, era el zar de la papa en el país. Es una familia que está muy vinculada al sector agropecuario. Carlos Gutiérrez no tenía nada que ver con los cultivos de papa, no es mi socio, tiene un contrato de vieja data en toda la asistencia técnica. Es una de las firmas más reconocidas en materia de biotecnología en el país.
¿Qué le dijo a usted el Presidente Duque, cuando usted le contó lo que estaba pasando con la propiedad?
Yo con el presidente, tan pronto se presentó esta situación, intenté comunicarme. Estaba en permanente contacto con la doctora María Paula Correa, la jefe de gabinete y su secretaria privada, con la señora canciller y con el señor vicecanciller. Lo que me ha transmitido la doctora es que el presidente tiene completa claridad en mi inocencia y transparencia, cosa que yo agradezco infinitamente. Y así lo hizo saber cuándo presenté la carta de renuncia y cuando me acepta la misma.
Pero, ¿ustedes no han hablado directamente?
No, no he tenido oportunidad de hablar con el señor presidente. He solicitado una audiencia con él tan pronto llegué de Montevideo. Desafortunadamente nos cogió el tema de la pandemia, entonces por estas dificultades la doctora María Paula me manifestó que no era el momento indicado. Y recientemente también he solicitado la posibilidad de tener una audiencia con el presidente y estoy a punto de hablar con el presidente Duque, con el cual solo tengo motivos de gratitud por su generosidad y su confianza.
El fiscal general Barbosa dijo hace unos meses que estaba listo para vincularlo a una posible imputación de cargos, ¿está listo para un escenario así?
Estoy completamente listo para cualquier escenario. Yo tengo la absoluta tranquilidad de mi proceder, de mi honorabilidad, de mi transparencia. Como les digo estoy desde el 19 de febrero aquí en el país poniéndole la cara a esta situación y me siento completamente tranquilo para atender cualquier llamado de la justicia y esclarecer cualquier cosa. Yo soy el más interesado, mi familia y mis socios también, de darle celeridad a este tema. Insisto con la absoluta certidumbre de nuestra inocencia y, adicionalmente, lo que sería absurdo es que pretendieran perseguir a Fernando Sanclemente, que es un hombre completamente honorable y transparente, y desviar la atención de quienes son verdaderos responsables y capos de esta organización criminal. Según, inclusive, se vio en el propio El Espectador, es una red criminal que tiene sus tentáculos desde el sur del país, en Cauca, pasando por el altiplano cundiboyacense: Guasca, La Calera, Boyacá. Entonces yo estoy completamente tranquilo, las propias piezas procesales y las interceptaciones que hay a lo largo de este expediente, insisto, dan fe de mi ausencia de responsabilidad y el desconocimiento que tenía de la existencia de dicho laboratorio, que inició operaciones el 10 de enero del presente año.