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El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, señaló que el ente investigador no tiene ninguna prueba que permita conectar a Jesús Santrich con la presunta red de servicios para incidir en casos dentro de la Justicia Especial para la Paz (JEP). “Si tuviéramos información que nos permitiera establecer la conexión de Santrich con el exfiscal Bermeo, tenga la seguridad de que ya lo habríamos imputado”, señaló Martínez.
En declaraciones para Blu Radio, el fiscal general también aseguró que, a finales de febrero pasado, cuando la DEA les informó sobre las actividades del exfiscal de la JEP, Carlo Bermeo y el excongresista Luis Alberto Gil, el agente infiltrado ya habría recibido ofrecimientos por parte de los implicados para incidir en casos dentro de la JEP. “Nadie tiene dudas de que Bermeo actuó de manera ilegal en desarrollo de sus funciones como fiscal”, puntalizó Martínez Neira.
Por su parte, el miembro de la Farc —quien está detenido desde abril de 2018 y solicitado en extradición por parte de Estados Unidos por acusaciones de narcotráfico— señaló que nunca se ha reunido con el exfiscal de la JEP, el excongresista Gil y el magistrado de la JEP, Jose Miller Hormiga, quien es mencionado en las conversaciones de Bermeo y el agente infiltrado. Sin embargo, el viernes pasado la propia Fiscalía también señaló que tampoco tiene pruebas para procesar penalmente al magistrado de esa justicia transicional.
¿Cómo va el caso?
El próximo 14 de marzo se reanudará la audiencia de medida de aseguramiento en contra de los cinco detenidos. Esa día, la jueza determinará si Bermeo, Gil y los otros tres implicados seguirán detenidos mientras su proceso avanza ante llos estrados judiciales.
La semana pasada, la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir, cohecho y tráfico de influencias por haber recibido USD $500.000 para incidir en el trámite de extradición del exguerrillero Jesús Santrich.
A su vez, se conoció, por medio de las conversaciones publicadas por la Fiscalía, que la fuente, el agente infiltrado, Bermeo y Gil estuvieron hablando sobre el envío de 120 kilogramos de estupefacientes con destino a Italia, los cuales iban a ser recibidos por un amigo de Bermeo. Por eso, para el exfiscal y el exsenador la imputación del delito de concierto para delinquir es agravado.