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En medio de la tensión que hay entre Estados Unidos y China por el ingreso y posterior destrucción de un globo, supuestamente espía, del país asiático al espacio aéreo estadounidense, un objeto similar fue detectado en Colombia. No es claro si es el artefacto de vigilancia que, aseguró el país norteamericano, sobrevoló América Latina también.
En contexto: El “fuerte descontento” de China luego de que EE. UU. derribara su globo
De acuerdo con la Fuerza Aérea colombiana (FAC), en la mañana del pasado viernes 3 de febrero el Sistema de Defensa Aérea Nacional “detectó un objeto sobre los 55.000 pies de altura, que ingresó al espacio aéreo colombiano en el sector norte del país”. Según la FAC, este objeto viajaba a una “velocidad promedio de 25 nudos, identificándose en él, características similares a las de un globo”.
Una vez fue detectado el objeto, dicen las autoridades, la FAC hizo el seguimiento del globo hasta que este dejó el espacio aéreo colombiano. El objeto, de acuerdo con el comunicado de la Fuerza Aérea, “no representaba una amenaza a la seguridad y defensa nacional, así como a la seguridad aérea”.
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Aun así, la FAC manifiesta que adelanta las “averiguaciones y coordinaciones pertinentes con diferentes países e instituciones, para establecer el origen del objeto”. El globo que entró a Colombia sería similar al destruido por Estados Unidos el pasado 2 de febrero y que lo tiene en tensión con China, país que asegura que no se trataba de un globo espía sino de carácter civil.
Por el lado chino, este domingo hubo protestas en ese país porque consideran que las acciones de Estados Unidos fueron desproporcionadas y que, según ellos, incurren en una “grave violación de las prácticas internacionales”. Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó su “fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada”.
Por su parte, Estados Unidos asegura que el globo que destruyeron llevaba varios días volando en su espacio aéreo, lo cual aumentaba la tensión entre los dos países. El secretario de Defensa de ese país, Lloyd Austin, tildó la operación como “una acción deliberada y legal”, que se dio como respuesta a la “inaceptable violación de nuestra soberanía” por parte China.
En principio, Washington se había abstenido de derribar la aeronave (que, se calcula, tiene el tamaño de tres autobuses), debido a los riesgos que representaría para las personas en tierra.
El incidente del globo “espía”, que según China era de origen civil y perdió accidentalmente el curso, obligó a Blinken a posponer su viaje, demostrando cuán plagado de dificultades es el camino para el acercamiento a Pekín (que ha pedido no exagerar la situación y mantener la calma), bajo la presión de la oposición republicana, que ha denunciado la “debilidad” del gobierno demócrata.
Si bien consideró “inaceptable” el incidente del globo, el secretario de Estado, Antony Blinken, trató de calmar las cosas asegurando que su visita a Pekín se reprogramará tan pronto como “las condiciones lo permitan”, e insistió en la necesidad de mantener “abiertas las líneas de comunicación” con el país asiático.
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