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Un contrato “ficticio” por $4.017 millones de pesos, giros bancarios y cheques. Esas son las evidencias de la Fiscalía para vincular al empresario Andrés Sanmiguel y su esposa, Edna Karina Méndez, con el escándalo de corrupción de la multinacional brasileña Odebrecht, por los delitos de enriquecimiento ilícito a ambos y lavado de activos en el caso de él. El nombre de Sanmiguel se conoce hace años, pues según sus propias declaraciones, a través de contratos ficticios le habrían entrado a su compañía miles de millones que, supuestamente, iban a saldar deudas de la campaña reeleccionista del expresidente Juan Manuel Santos. Sanmiguel y Méndez se declararon inocentes.
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Luego Sanmiguel aclaró que esa supuesta finalidad del dinero no le constaba, sino que esa versión se la había dicho su socio, Esteban Moreno, otro de los implicados en el caso. Moreno, según la versión de la Fiscalía, recibió por lo menos $3.500 millones en efectivo de manos de Sanmiguel, quien, supuestamente, fue el encargado de mover parte de la plata de los sobornos que pagó la multinacional brasileña Odebrecht para quedarse con el contrato de la construcción del tramo 2 de la Ruta del Sol. La operación, al parecer, se hizo a través de Gistic Soluciones Integrales, empresa encabezada por Edna Méndez.
“Entre el 10 y el 17 de junio de 2014, Edna Méndez y Andrés Sanmiguel incrementaron injustificadamente su patrimonio, el de Gistic Soluciones Integrales SAS, el de David Portilla, Ricardo Rey y Esteban Moreno, para sí y con el argumento de ser, presuntamente, para aportes a la campaña presidencial 2014-2018; incremento derivado del subcontrato de obra EPC-SC1371 de 2014, supuestamente celebrado entre los representantes legales del consorcio constructor Ruta del sol 2, Consol, y Edna Karina Méndez, representante legal de Gistic Soluciones Integrales por un valor de $4.017 millones”, dijo este jueves la fiscal del caso.
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El objeto del contrato era, supuestamente, la construcción, rehabilitación y mejoramiento del pavimento en dos tramos de la Ruta del Sol 2. Pero a menos de un mes de firmarse, el 2 de julio de 2014, se liquidó. Para la Fiscalía, se trató de un “contrato ficticio que sirvió para que la concesionaria Ruta del Sol transfiriera el 10 de junio de 2014 a la cuenta de ahorros de Gistic Soluciones la suma de $3.894 millones adquiriendo así dicha empresa el dinero y con lo cual incrementó sin justificación y derivado de una actividad ilícita el patrimonio propio y el de terceros”, señaló la representante del ente investigador en audiencia.
Sanmiguel y su esposa tuvieron roles distintos en el entramado de corrupción, según la investigación de la Fiscalía. “Edna Karina Méndez utilizó su empresa para el ingreso ilícito del dinero”, dijo la fiscal del caso, mientras que, Sanmiguel, como el “único autorizado para realizar movimientos en las cuentas de Gistics Soluciones Integrales”, tuvo otro papel. En palabras de la representante del ente investigador, Andrés Sanmiguel, “realizó acciones para que ingresaran dineros de origen ilícito a las cuentas de Gistic e incrementó sin justificación el patrimonio de la empresa y el propio. Además, realizó operaciones bancarias para dar apariencia de legalidad al dinero ilícito”.
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Entre las operaciones que realizó Sanmiguel con el dinero que salió de la Ruta del Sol 2, hubo millonarios giros a cuentas de él mismo, de Ricardo Rey y de David Portilla; así como cheques a nombre de estos dos últimos. Según las cuentas de la Fiscalía, en total, Sanmiguel giró cheques a David Portilla por la suma de $550 millones y Ricardo Rey cobró en total $853 millones. Con otro agravante: “Los conceptos de pago no se derivan de la ejecución del contrato ni corresponden a la relación que los mencionados tenían con Gistic Soluciones Integrales”.
Por estos hechos, desde 2019 la Fiscalía anunció que vincularía formalmente a un proceso penal a Sanmiguel, Portilla, Rey y Moreno. Sin embargo, apenas en junio pasado les imputó el delito de enriquecimiento ilícito y lavado de activos a Portilla, Rey y Moreno. Este jueves, imputó finalmente a Sanmiguel y su esposa. Así, el ente investigador cumplió con una promesa de hace dos años, notificada nuevamente en febrero pasado, que involucraría a empresarios con la recepción de dineros corruptos de la multinacional Odebrecht, que entregó al menos US$ 11 millones en sobornos, en Colombia, para quedarse con contratos de infraestructura como la Ruta del Sol 2 la cual, se suponía, iba a conectar el centro del país con la Costa Caribe