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Ofensiva contra el clan Mancuso

César Fernando Mancuso Gómez, hermano del excomandante paramilitar Salvatore Mancuso, es el último de los capturados.

Redacción Judicial
10 de septiembre de 2014 - 03:38 a. m.
El extraditado comandante paramilitar Salvatore Mancuso. Doménico Antonio Mancuso Hoyos, primo de Salvatore.  César Fernando Mancuso Gómez, el ‘Pájaro’, hermano de Salvatore.  / Archivo
El extraditado comandante paramilitar Salvatore Mancuso. Doménico Antonio Mancuso Hoyos, primo de Salvatore. César Fernando Mancuso Gómez, el ‘Pájaro’, hermano de Salvatore. / Archivo
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La reciente captura de César Fernando Mancuso Gómez, más conocido como el Pájaro, hermano de Salvatore Mancuso, dejó en evidencia que durante los últimos cuatro meses las autoridades han arremetido contra el núcleo familiar del extraditado comandante paramilitar. Cabe recordar que a principios de junio su exesposa, Marta Dereix Martínez, con quien tiene tres hijos y rompió relaciones en 1998, fue arrestada por tener supuestamente negocios turbios con Enilce López, alias la Gata. Asimismo, el pasado 6 de agosto en Olimpo (Italia), uno de sus primos hermanos, Doménico Antonio Mancuso Hoyos, cayó en manos de la Interpol.

El Pájaro fue capturado en Montería junto con otras tres personas que también fueron señaladas de tener fuertes nexos con el bloque Córdoba de las autodefensas y haber participado en 18 homicidios. Se trata de Hiran José Herazo, conocido como el Doctor, ya que era un abogado que defendió en varios procesos judiciales a la familia Mancuso; Marco Antonio Giraldo Torres, alias Mojarro, y Fernando Manuel Romero, alias Chino. A estos cuatro hombres, la Fiscalía les dictó medida de aseguramiento por estar involucrados en el asesinato de Óscar Darío Soto Polo, un líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de las Bebidas en Colombia (Sinaltrainbec).

Los hechos ocurrieron el 21 de junio de 2001, supuestamente, porque las autodefensas decidieron silenciar a Soto Polo, quien en esos momentos hacía parte de una comisión de trabajadores de la planta de la empresa Embotelladoras Román S.A. Coca-Cola (ubicada en Montería) que solicitaba mejoras en sus condiciones laborales. Por este crimen también están siendo procesados tres exparamilitares y Doménico Mancuso, quien tras su captura —tenía circular roja de la Interpol por, al parecer, dirigir la incursión paramilitar del 21 de agosto de 1999 en el municipio La Gabarra (Norte de Santander) donde murieron 27 personas— no ha sido deportado ni extraditado por el país europeo ya que tiene nacionalidad italiana.

En el momento del arresto, el primo de Mancuso se encontraba con uno de los hijos del excomandante y al parecer ambos hombres planeaban comprar un hotel de lujo en una exótica ciudad europea. Para las autoridades, Doménico es uno de los hombres claves en la historia de las autodefensas en la región del Catatumbo, ya que no sólo fue el puente entre Mancuso, los hermanos Castaño y los jefes de la zona, sino que también manejó las redes de narcotráfico de los paramilitares y estuvo involucrado en una decena de crímenes.

En ese entonces, Doménico Mancuso era conocido como Luccas, Alejandro o David. Llegó al Catatumbo por petición de su primo en 1999, para ser su hombre de confianza. En un principio se alió con un grupo de narcotraficantes conocidos como los Azules, sin embargo, por problemas de plata se separaron y Doménico se apropió de todas los cultivos de coca de la región. Su nombre sólo se escuchó por primera vez en el programa de Justicia y Paz en 2010, cuando Salvatore Mancuso dijo que su primo no había podido desmovilizarse ya que sobre él pesaban varias amenazas por parte de altos mandos oficiales que habrían tenido fuertes nexos con las autodefensas. Según ha dicho el extraditado jefe paramilitar, Luccas conoce en detalle las alianzas que se gestaron con miembros de las Fuerzas Armadas.

La tercera del clan Mancuso en ser arrestada fue Martha Dereix. En junio, la Fiscalía se apropió de un centenar de bienes de socios y familiares de la Gata, quienes además fueron acusados por lavado de activos. Entre ellos estaba Dereix, que para la Fiscalía era el puente en los negocios entre Mancuso y Enilce López. La acusan de haber sido una de las principales accionistas de las empresas de apuestas de López entre 2002 y 2009, período en que, al parecer, recibió $1.300 millones.

Desde que se desmovilizó, Salvatore Mancuso ha sido uno de los hombres que más han colaborado en el proceso de Justicia y Paz. Desde una cárcel en Estados Unidos ha contado un sinfín de crímenes. Sin embargo, con los últimos operativos de las autoridades, aún queda un capítulo por contar: el de los nexos de su familia —la mayoría, como Doménico, de 51 años, supuestamente hicieron parte de las autodefensas por los constantes ataques de la guerrilla— con los paramilitares. Su hermano y su primo, si regresa al país, tendrán que responder por varios homicidios. Su exesposa, a pesar de que el excomandante ha manifestado que nada tuvo que ver con la organización criminal y que tiene recursos propios por provenir de una familia pudiente de Córdoba, está siendo investigada por lavado de activos. Aún queda mucha tela por cortar con respecto al clan Mancuso.

Por Redacción Judicial

 

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