Óscar Suárez Mira, el líder del clan familiar político que se atornilló en el poder de Bello
Óscar Suárez Mira se encuentra condenado por recibir dinero de paramilitares para financiar sus dos campañas políticas al Congreso de la República. Sin embargo, los cuestionamientos a lo largo de su carrera política no impidieron que durante más de 20 años sus familiares o terceros respaldados por él asumieran el control del municipio antioqueño.
En Bello, Antioquia, no hay quien desconozca a la familia Suárez Mira. Durante más de 20 años, la dinastía política familiar, liderada por Óscar de Jesús Suárez Mira, gobernó el municipio poniendo alcaldes a su antojo. Elección tras elección demostraban que su poder en la región, por lo menos en la escena política, era intocable, indeleble, imparable. Así ocurrió desde 1995, cuando Óscar de Jesús Suárez llegó al poder como alcalde, y hasta 2019 cuando fue elegido Óscar Andrés Pérez Muñoz, quien ya había sido alcalde en 2008 respaldado, por supuesto por el clan político. Sin embargo, entre los “ires y venires” de la política, Pérez se convirtió en el mayor detractor de los Suárez Mira y su más reciente triunfo electoral marcó la caída del suarismo en las urnas, justo donde inició.
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En Bello, Antioquia, no hay quien desconozca a la familia Suárez Mira. Durante más de 20 años, la dinastía política familiar, liderada por Óscar de Jesús Suárez Mira, gobernó el municipio poniendo alcaldes a su antojo. Elección tras elección demostraban que su poder en la región, por lo menos en la escena política, era intocable, indeleble, imparable. Así ocurrió desde 1995, cuando Óscar de Jesús Suárez llegó al poder como alcalde, y hasta 2019 cuando fue elegido Óscar Andrés Pérez Muñoz, quien ya había sido alcalde en 2008 respaldado, por supuesto por el clan político. Sin embargo, entre los “ires y venires” de la política, Pérez se convirtió en el mayor detractor de los Suárez Mira y su más reciente triunfo electoral marcó la caída del suarismo en las urnas, justo donde inició.
El nombre de Óscar de Jesús Suárez Mira, no solamente se ha perpetuado en la historia política del municipio antioqueño. También ha protagonizado delicados expedientes judiciales que lo relacionan directamente con el movimiento paramilitar que, durante años, desangró el departamento. Óscar Suárez nació el 19 de junio de 1959. Es hijo de una docente de escuela y un agente de Policía, quienes lo criaron en Bello junto con sus 10 hermanos. A medida que fue creciendo se involucró en juntas comunales y luego saltó a la administración municipal como conductor de volqueta, un trabajo que alternaba con sus clases de derecho en la Universidad Autónoma Latinoamericana. Los esfuerzos dieron frutos y en el año 1995, Óscar Suárez Mira fue elegido como alcalde del municipio, cargo en el que dejaría legado por décadas.
Terminada su gestión en la administración municipal, se empeñó por llegar al Congreso de la República y, en esa carrera, se ganó un puesto en la Cámara de Representantes por el Partido Conservador, en las elecciones legislativas de 2002. Culminado ese periodo, saltó en 2006 Senado en representación del movimiento antioqueño Alas Equipo Colombia, con 71.212 votos. Ese mismo año, se empezaba a gestar en la Corte Suprema de Justicia una investigación que enlodaba su gestión y que, años más tarde, le estalló en la cara. En 2009, Óscar Suárez Mira tuvo que renunciar a su curul en el Senado para atender una investigación por su “relación con integrantes de la Autodefensas de Colombia (AUC) y los acuerdos pactados para ser elegido al Congreso de la República a cambio de poner al servicio de la causa paramilitar la función pública”, señaló la Corte.
El escándalo retumbó en 2011 cuando el líder del clan político de Bello, fue capturado y detenido preventivamente mientras avanzaban las pesquisas en su contra. Finalmente, el 24 de julio de 2013, el alto tribunal lo encontró culpable del delito de concierto para delinquir al constatar que Óscar Suárez Mira recibió apoyo de los jefes paramilitares Diego Fernando Murillo Bejarano (alias don Berna) y Freddy Rendón Herrera (alias El Alemán) dándole dinero y votos en zonas de su influencia. Aunque la condena que dictó la Corte fue de nueve años de prisión, el exalcalde y exsenador quedó en libertad en diciembre de 2014, luego de haber cumplido las tres quintas partes de la sentencia. (Le puede interesar: Condenan a 9 años de prisión a excongresista Óscar Suárez Mira por parapolítica)
Pese a la controversia y las revelaciones judiciales que enlodaban la gestión de Óscar Suarez Mira, para el año en el que este recobraba la libertad, su hermana, Olga Lucía, terminaba de disfrutar de las mieles electorales. Resulta que en 2010, Olga Lucía, se lanzó al Senado por el Partido Conservador para continuar el trabajo que había hecho su hermano. Las investigaciones y señalamientos en contra de este, no impidieron que ella lograra una curul en la Corporación con 122.472 votos, la mayor votación dentro de la colectividad. Esta era la segunda vez que Olga Lucía Suárez Mira recibía la posta de su hermano Óscar. La primera, fue en la Alcaldía Bello, cuando una administración después de la de su hermano, en 2004, se posesionó como la primera alcaldesa por elección popular del municipio.
Pero la carrera política no fue lo único que heredó de su hermano. Recién electa senadora, la Corte Suprema de Justicia le abrió una investigación también por supuestos vínculos con las AUC y bandas criminales que habrían impulsado su campaña a la Alcaldía de Bello, a partir de una declaración de Juan Carlos Sierra (alias El Tuso Sierra), exjefe del Bloque Héroes de Granada de las Autodefensas, quien destapó la parapolítica en Antioquia. Sin embargo, Olga Lucía Suárez continúo ejerciendo como honorable senadora durante dos periodos legislativos, hasta el año 2018, época para la cual la Corte Suprema archivó dicha investigación.
El otro miembro de la familia que también tuvo su cuarto de hora en la Alcaldía de Bello fue César Suárez Mira quien no fue la excepción a los escándalos. La Fiscalía le abrió un proceso por el delito de falsedad en documento, luego de que el representante a la Cámara, León Fredy Muñoz, denunciara que César Suárez supuestamente falsificó su diploma de bachillerato para justificar su hoja de vida. En diciembre de 2016, mientras ejercía como mandatario local, fue capturado en su despacho y no pudo terminar su periodo de gobierno. Tres años después, en mayo de 2019, fue condenado a seis años y 10 meses de prisión por falsedad ideológica en documento público y falsedad en documento privado. Sin embargo, el 21 de enero de 2020, el Tribunal Superior de Medellín revocó la condena en su contra. (Lea también: Tras quedar en libertad, César Suárez Mira vuelve a la alcaldía de Bello)
Volviendo a Óscar Suárez Mira, en 2014, cuando recobró la libertad y parecía que habían quedado resueltas sus cuentas con la justicia, una nueva investigación tomaba fuerza en el alto tribunal. Resulta que durante el primer caso, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó una compulsa de copias para que se evaluara si el exsenador había cometido el delito de enriquecimiento ilícito, pues esa investigación avanzó y, en 2015, por segunda vez, la Corte ordenó la captura del político. Sin embargo, de Óscar Suárez Mira, no quedó ni el rastro, el político desapareció del mapa. Prófugo de la justicia, en 2017 la Corte reiteró la orden de captura en su contra, sin que este apareciera en el radar.
Esta segunda pesquisa del alto tribunal terminó el 29 de julio de 2020 cuando la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte, lo condenó a seis años y cuatro meses de prisión por enriquecimiento ilícito. La investigación se desarrolló en torno a las declaraciones del “Tuso Sierra” en las que aseguró que, a través de la denominada “Oficina de Envigado”, aportó dineros, como lo hacía usualmente, para que se apoyara a diversos políticos en sus aspiraciones a las Corporaciones Públicas. Y que, Daniel Alberto Mejía (alias Danielito) y Carlos Mario Aguilar (alias Rogelio), quienes canalizaban los recursos para los aspirantes, le informaron que para las elecciones de 2002, entre las personas sujetas a ese apoyo estaba Óscar Suárez Mira.
Pero hay más. Para la alta corte quedó plenamente demostrado que el 3 de marzo de 2006, una semana anterior a las elecciones legislativas en las que Suárez Mira se hizo a una curul en el Senado, él y otros aspirantes al Congreso como Luis Alberto Gil Castaño, Óscar Josué Reyes y Alfonso Riaño Castillo estuvieron en el Hotel Meliá Chicamocha (en Bucaramanga) en compañía de los desmovilizados de las autodefensas José Danilo Moreno (alias Alfonso), Jairo Ignacio Orozco (alias Tarazá) y David Hernández López (alias Diego Rivera). Estos últimos tenían la orden de entregar a los candidatos una millonaria suma de dinero en efectivo, producto del narcotráfico. Los excomandantes paramilitares que ordenaron el apoyo económico a los políticos fueron Rodrigo Pérez Alzáte (alias Julián Bolívar, quien pese a contar con un concepto favorable para extradición, el Gobierno se abstuvo de su envío), Carlos Jiménez (alias Macaco, quien fue excluido de Justicia y Paz y en diciembre de 2014 extraditado a EE.UU.) e Iván Roberto Duque Gaviria (alias Ernesto Báez).
En otras palabras, la Corte determinó que, tanto en la campaña de 2002, como en la de 2006, en las que Suárez Mira aspiró y consiguió un cupo en el Congreso, hubo financiación paramilitar con recursos provenientes de actividades ilícitas de las cuales el político resultó beneficiado. En la sentencia, la Corte también sacó a la luz un episodio que enloda a otro miembro del clan político Suárez Mira. Se trata de Héctor Hernán Suárez Mira, hermano de Óscar, y quien se desempeñó como director de Cornare (Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare) entre los años 2002 y 2007. Según dijo “El Tuso Sierra”, se reunió en La Ceja (Antioquia) con Héctor Hernán Suárez Mira y Juan Guillermo Valencia Álvarez (para entonces alcalde del municipio de Caramanta, Antioquia) para que Suárez Mira le “legalizara” un proyecto de reciclaje que “El Tuso” instaló en La Ceja, a través de Cornare. Y así se hizo.
Finalmente, tras casi cinco años prófugo de la justicia, en agosto de 2020 las autoridades lograron capturar a Óscar Suárez Mira en una unidad residencial en el sector conocido como la Cola del Zorro, en el barrio, El Poblado, de Medellín. En ese momento, las autoridades señalaron que llevaban un año siguiéndole la pista al exfuncionario y que el apartamento en el que fue captura no era el único lugar que utilizaba Suárez Mira para refugiarse. Además, el pasado viernes 22 de enero de 2021, la Sala de Casación Penal de la Corte dejó en firme la sentencia dictada en primera instancia y confirmó que las campañas políticas emprendidas por el exsenador estuvieron marcadas por el sello paramilitar.