La historia del cantante de música popular que ordenó matar “Otoniel”
La Fiscalía señaló que el Clan del Golfo quiso asesinar al artista quien, supuestamente, facilitó la ubicación del hermano de “Otoniel”, muerto en un enfrentamiento con la Policía en la fiesta de Año Nuevo de 2012 en una finca del líder paramilitar alias “Don Mario”, en Acandí, Chocó.
David Escobar Moreno
Uno de los principales golpes que la Policía le propinó al Clan del Golfo, además de la reciente captura de Otoniel, fue la muerte de su hermano Juan de Dios Úsuga David, alias Giovanni, en la madrugada del 1° de enero de 2012, quien era el principal líder de la estructura criminal sucesora del paramilitarismo. Tras el hecho, que ocupó en ese momento todos los diarios y noticieros, se esconde una historia hasta ahora desconocida y que hoy tiene a Otoniel respondiendo ante la justicia: intentar asesinar a un cantante de música popular que fue señalado de ser colaborador de la fuerza pública.
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Uno de los principales golpes que la Policía le propinó al Clan del Golfo, además de la reciente captura de Otoniel, fue la muerte de su hermano Juan de Dios Úsuga David, alias Giovanni, en la madrugada del 1° de enero de 2012, quien era el principal líder de la estructura criminal sucesora del paramilitarismo. Tras el hecho, que ocupó en ese momento todos los diarios y noticieros, se esconde una historia hasta ahora desconocida y que hoy tiene a Otoniel respondiendo ante la justicia: intentar asesinar a un cantante de música popular que fue señalado de ser colaborador de la fuerza pública.
El Espectador conoció la historia de Carlos Díaz*, un cantante que fue contactado, sin que él supiera el carácter delictivo de su potencial cliente, por el grupo criminal para la fiesta de Año Nuevo del entonces capo alias Giovanni, que se realizaría en una finca, en Acandí (Chocó), propiedad de su antiguo socio paramilitar, Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario. Como suele suceder con los grandes criminales, su fin llegó cuando bajó la guardia durante las festividades de fin de año. En la madrugada de 1° de enero de 2012, 150 comandos jungla de la Policía llegaron a la costera y lujosa finca, en donde había casi cien personas que celebraban por todo lo alto.
(En contexto: El expediente “Otoniel”, el hombre más buscado de Colombia)
Díaz le contó a la Fiscalía que lo contrataron para esa fiesta de final de año y que las personas que lo contactaron le pidieron que no llevara a su agrupación y fuera solo. Además, les explicó a las autoridades que le cambiaron el sitio de la presentación tres veces. El artista agregó a su testimonio que estos hechos le parecieron sospechosos y canceló esa presentación. Luego (la Fiscalía no precisa cuándo) el cantante recibió una llamada anónima en la que le advirtieron: “Que se pierda, lo están buscando y lo van a joder”. Lo que con los años trascendió en la prensa es que la Policía logró dar con Giovanni porque instaló un GPS en el estuche de uno de los instrumentos de una agrupación vallenata que sí asistió a esa fiesta.
El presentimiento del criminal Otoniel no estaba lejos. Incluso, la fuerza pública terminó confirmando sus sospechas. El general José Roberto León Riaño, entonces director de la Policía, señaló que una fuente humana les permitió corroborar la ubicación de Giovanni. “A esta fuente humana se le van a pagar los $1.150 millones que se ofrecía por ese criminal como recompensa”, apuntó el alto oficial en ese momento. Fuentes de la Policía indican que Otoniel abandonó el lugar antes de que los comandos jungla entraran en acción; es decir, la Policía estuvo a minutos de dar un doble revés a la organización neoparamilitar fundada por Don Mario, quien había sido capturado en abril de 2009.
(Lea también: La desconocida carrera criminal de los herederos del Clan del Golfo)
Según el ente investigador, fue el propio Otoniel quien, luego de sospechar del cantante Díaz como posible colaborador de las autoridades, impartió la orden de asesinarlo. Para ese crimen encargó al temido César Daniel Anaya Martínez, alias Tierra, y Albeiro Alvarado, alias Benavides. En mayo de 2014, la fiscal Natalia Andrea Rendón, quien ha sido pieza fundamental en duros golpes contra el Clan del Golfo, recibió informes de inteligencia que daban cuenta del peligro que corría el cantante Díaz, quien, según el grupo criminal, fue quien ayudó a las autoridades para terminar con la carrera criminal del hermano de Otoniel.
Díaz y su familia también recibieron llamadas de alerta donde les indicaban que estaban buscándolo para secuestrarlo y matarlo. Sin embargo, las autoridades lo protegieron. A raíz de esta situación, Díaz, además de abandonar súbitamente sus carreras artística y universitaria, tuvo que salir del país por un tiempo y su familia se desplazó de manera forzada del municipio antioqueño en donde residía. Este y otros hechos le fueron imputados por la fiscal Rendón en diciembre de 2020 en un proceso que avanza contra Otoniel y su primo alias Pueblo. Sin embargo, este último murió en un operativo policial en agosto de ese año.
Sobre la extradición de Otoniel a los Estados Unidos, el presidente Iván Duque señaló la semanapasada que la solicitud del gobierno estadounidense ya está en manos de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Además, señaló que había conversado con el presidente de la Corte, Luis Antonio Hernández , para que este trámite en el alto tribunal fuera lo más breve posible y el máximo líder del Clan del Golfo comparezca ante la justicia estadounidense.