“Otoniel” pidió entrar a la JEP: dice que mandos militares fueron sus cómplices
Dairo Antonio Úsuga David, máximo líder del grupo narcoparamilitar Clan del Golfo dijo que participó de acciones criminales en “complicidad con altos mandos del Ejército”, como el general Leonardo Barrero Gordillo. Mientras se define esta solicitud, hay dos procesos de extradición en su contra que cursan en Estados Unidos.
El líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, más conocido como Otoniel, tocó las puertas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En su solicitud de sometimiento, le pidió a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas que lo acepte en su calidad de “tercero civil”, pues asegura que fue cómplice de las Fuerzas Militares y, como se sabe, fue financiador y promotor de grupos paramilitares. En el documento, de 35 páginas, mencionó nombres de altos mandos de las Fuerzas Armadas con los que supuestamente tuvo vínculos.
(Lea también: Defensa de “Otoniel” denuncia que Policía habría trabado audiencia de verdad)
Otoniel pidió pista en la JEP por varios de los procesos que se le siguen en la justicia ordinaria. “Específicamente en las conductas de colaboración en acciones ilegales de graves violaciones de los derechos humanos por parte del Ejército colombiano y el DAS, así como la promoción, planeación, organización y financiación de grupos paramilitares sucesores de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) entre los años de 2006 a 2008″, reza el documento que radicó este 18 de febrero.
En el documento, Otoniel confiesa su “complicidad en acciones ilegales de carácter criminal ordenadas, planeadas y ejecutadas por altos mandos del Ejército como el general Leonardo Barrero Gordillo”. Este alto mando militar, que de hecho fue comandante de las Fuerzas Militares, según una investigación de la Fiscalía sería la misma persona conocida como alias El Padrino, uno de los militares que, presuntamente, conforma la organización “La Cordillera”, uno de los tentáculos del grupo armado Clan del Golfo.
(Lea también: Excomandante de las Fuerzas Militares sería parte de tentáculo del Clan del golfo)
Otoniel representa uno de los testimonios más codiciados por los organismos resultantes del Acuerdo de Paz en 2016, la JEP y la Comisión de la Verdad. Ha pertenecido o ha tenido relación con los actores más preponderantes del conflicto armado. Inició su carrera criminal como guerrillero del frente V de las Farc en 1986. Luego, entró a las filas del Ejército Popular de Liberación (Epl) en Chocó y el Urabá Antioqueño, entre 1988 y 1991. Una vez esa guerrilla se sometió a un proceso masivo de desmovilización, hizo parte de la disidencia Bernardo Franco hasta 1995. A partir de allí comenzó su carrera en el paramilitarismo, engrosando el cuerpo armado de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá.
Luego, fue uno de los comandantes del Bloque Centauros de las Auc y, para 2006, fue incluido entre los desmovilizados que pasarían por las reglas de la Ley de Justicia y Paz. Sin embargo, permaneció en la criminalidad siendo miembro de los grupos reductos del paramilitarismo y sostiene haberse hablado de tú a tú con altos mandos militares del Ejército. Tal era su presencia en la región que conformó lo que en principio se llamó Los Urabeños, que luego pasaría a llamarse al Clan Úsuga por compartir junto con hermanos, primos y familiares el poder en la zona del alto pacífico. Desde hace años, dada su fuerte presencia en el noroccidente nacional, es el líder del Clan del Golfo.
Le puede interesar: Corte Suprema recibió solicitud de extradición de “Otoniel” a EE.UU.
Alias Otoniel, líder de la organización criminal con mayor presencia en el país, ya habló en la JEP en medio de la investigación del caso 04 sobre conflicto armado en Urabá, su bastión. En diciembre pasado, sorprendió tras asegurar que nunca fue capturado por la fuerza pública en la vereda Pítica del municipio de Turbo (Antioquia), el 23 de octubre de 2021. Explicó que, más bien, se entregó luego de estar acorralado por en medio del operativo y que caminó frente a los uniformados, con los brazos en alto, porque no quería que lo mataran.
Ante la JEP, Otoniel aseguró que quisiera entablar diálogos de paz con el Gobierno, pero que esa idea está interrumpida porque tiene las comunicaciones rotas con quienes al parecer suceden su poder en el Clan del Golfo. “De pronto sí puedo servir algo para ayudar. Como fui tanto tiempo miembro de la guerra, si puedo ayudar un poquito a la paz sería muy bueno (...) Esclarecer las verdades a las víctimas. Hay muchas cosas que se pueden hacer estando aquí en Colombia o ya cuando se vaya a Estados Unidos con la extradición”, explicó.
Lea también: Alias “Otoniel” sí habló en la JEP y esto fue lo que dijo
Justamente, la Corte Suprema de Justicia está valorando los argumentos que han llegado desde Norteamérica, donde se pide la comparecencia de Otoniel por delitos relacionados con narcotráfico. Lo requiere una corte de Nueva York, por toneladas y toneladas de cocaína que el Clan ha enviado y con lo cual ha financiado su presencia en el golfo y en 245 municipios del país. El dato sobre las redes criminales del grupo lo acaba de revelar la JEP en balance sobre la violencia armada en Colombia durante 2021.
Dentro del interrogatorio que respondió el líder del Clan del Golfo en la JEP, sostuvo que nunca han ordenado el asesinato de líderes sociales, ni tampoco de desmovilizados de las Farc. En relación con los excombatientes de la extinta guerrilla, Otoniel aseguró que " incluso han acompañado en muchas zonas de las que se hacía presencia. Se acompañaba mucho el tema de desmovilización, se les daba el apoyo para que estuvieran en la región y trabajaran”. Ante las preguntas de las magistradas, Úsuga insistió que no tiene conocimiento de asesinatos de este tipo pues “no era directriz de la organización”. Sin embargo, no fue claro si otros comandantes han ordenado asesinatos.
El nombre de Otoniel y su voz, además, podrán aparecer en el esperado informe que la Comisión de la Verdad deberá entregar este año. Ha dado su testimonio desde su lugar de reclusión, en las instalaciones de la Dijín en Bogotá. Sin embargo, hace poco se conoció que una audiencia de recolección de testimonio fue interrumpida por la Policía, de acuerdo a la denuncia de la defensa de Otoniel. La fuerza pública respondió que se filtraron datos esenciales de la prisión del capturado y que eso permitiría una eventual fuga, hipótesis a la que adhiere el mismo presidente Iván Duque. El reloj está contando para la extradición de Otoniel, mientras tanto, habla lo que puede y pide ser acogido en la JEP.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, más conocido como Otoniel, tocó las puertas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En su solicitud de sometimiento, le pidió a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas que lo acepte en su calidad de “tercero civil”, pues asegura que fue cómplice de las Fuerzas Militares y, como se sabe, fue financiador y promotor de grupos paramilitares. En el documento, de 35 páginas, mencionó nombres de altos mandos de las Fuerzas Armadas con los que supuestamente tuvo vínculos.
(Lea también: Defensa de “Otoniel” denuncia que Policía habría trabado audiencia de verdad)
Otoniel pidió pista en la JEP por varios de los procesos que se le siguen en la justicia ordinaria. “Específicamente en las conductas de colaboración en acciones ilegales de graves violaciones de los derechos humanos por parte del Ejército colombiano y el DAS, así como la promoción, planeación, organización y financiación de grupos paramilitares sucesores de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) entre los años de 2006 a 2008″, reza el documento que radicó este 18 de febrero.
En el documento, Otoniel confiesa su “complicidad en acciones ilegales de carácter criminal ordenadas, planeadas y ejecutadas por altos mandos del Ejército como el general Leonardo Barrero Gordillo”. Este alto mando militar, que de hecho fue comandante de las Fuerzas Militares, según una investigación de la Fiscalía sería la misma persona conocida como alias El Padrino, uno de los militares que, presuntamente, conforma la organización “La Cordillera”, uno de los tentáculos del grupo armado Clan del Golfo.
(Lea también: Excomandante de las Fuerzas Militares sería parte de tentáculo del Clan del golfo)
Otoniel representa uno de los testimonios más codiciados por los organismos resultantes del Acuerdo de Paz en 2016, la JEP y la Comisión de la Verdad. Ha pertenecido o ha tenido relación con los actores más preponderantes del conflicto armado. Inició su carrera criminal como guerrillero del frente V de las Farc en 1986. Luego, entró a las filas del Ejército Popular de Liberación (Epl) en Chocó y el Urabá Antioqueño, entre 1988 y 1991. Una vez esa guerrilla se sometió a un proceso masivo de desmovilización, hizo parte de la disidencia Bernardo Franco hasta 1995. A partir de allí comenzó su carrera en el paramilitarismo, engrosando el cuerpo armado de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá.
Luego, fue uno de los comandantes del Bloque Centauros de las Auc y, para 2006, fue incluido entre los desmovilizados que pasarían por las reglas de la Ley de Justicia y Paz. Sin embargo, permaneció en la criminalidad siendo miembro de los grupos reductos del paramilitarismo y sostiene haberse hablado de tú a tú con altos mandos militares del Ejército. Tal era su presencia en la región que conformó lo que en principio se llamó Los Urabeños, que luego pasaría a llamarse al Clan Úsuga por compartir junto con hermanos, primos y familiares el poder en la zona del alto pacífico. Desde hace años, dada su fuerte presencia en el noroccidente nacional, es el líder del Clan del Golfo.
Le puede interesar: Corte Suprema recibió solicitud de extradición de “Otoniel” a EE.UU.
Alias Otoniel, líder de la organización criminal con mayor presencia en el país, ya habló en la JEP en medio de la investigación del caso 04 sobre conflicto armado en Urabá, su bastión. En diciembre pasado, sorprendió tras asegurar que nunca fue capturado por la fuerza pública en la vereda Pítica del municipio de Turbo (Antioquia), el 23 de octubre de 2021. Explicó que, más bien, se entregó luego de estar acorralado por en medio del operativo y que caminó frente a los uniformados, con los brazos en alto, porque no quería que lo mataran.
Ante la JEP, Otoniel aseguró que quisiera entablar diálogos de paz con el Gobierno, pero que esa idea está interrumpida porque tiene las comunicaciones rotas con quienes al parecer suceden su poder en el Clan del Golfo. “De pronto sí puedo servir algo para ayudar. Como fui tanto tiempo miembro de la guerra, si puedo ayudar un poquito a la paz sería muy bueno (...) Esclarecer las verdades a las víctimas. Hay muchas cosas que se pueden hacer estando aquí en Colombia o ya cuando se vaya a Estados Unidos con la extradición”, explicó.
Lea también: Alias “Otoniel” sí habló en la JEP y esto fue lo que dijo
Justamente, la Corte Suprema de Justicia está valorando los argumentos que han llegado desde Norteamérica, donde se pide la comparecencia de Otoniel por delitos relacionados con narcotráfico. Lo requiere una corte de Nueva York, por toneladas y toneladas de cocaína que el Clan ha enviado y con lo cual ha financiado su presencia en el golfo y en 245 municipios del país. El dato sobre las redes criminales del grupo lo acaba de revelar la JEP en balance sobre la violencia armada en Colombia durante 2021.
Dentro del interrogatorio que respondió el líder del Clan del Golfo en la JEP, sostuvo que nunca han ordenado el asesinato de líderes sociales, ni tampoco de desmovilizados de las Farc. En relación con los excombatientes de la extinta guerrilla, Otoniel aseguró que " incluso han acompañado en muchas zonas de las que se hacía presencia. Se acompañaba mucho el tema de desmovilización, se les daba el apoyo para que estuvieran en la región y trabajaran”. Ante las preguntas de las magistradas, Úsuga insistió que no tiene conocimiento de asesinatos de este tipo pues “no era directriz de la organización”. Sin embargo, no fue claro si otros comandantes han ordenado asesinatos.
El nombre de Otoniel y su voz, además, podrán aparecer en el esperado informe que la Comisión de la Verdad deberá entregar este año. Ha dado su testimonio desde su lugar de reclusión, en las instalaciones de la Dijín en Bogotá. Sin embargo, hace poco se conoció que una audiencia de recolección de testimonio fue interrumpida por la Policía, de acuerdo a la denuncia de la defensa de Otoniel. La fuerza pública respondió que se filtraron datos esenciales de la prisión del capturado y que eso permitiría una eventual fuga, hipótesis a la que adhiere el mismo presidente Iván Duque. El reloj está contando para la extradición de Otoniel, mientras tanto, habla lo que puede y pide ser acogido en la JEP.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.