El llamado central desde las entidades gubernamentales es a que cese la confrontación y se excluya a la población civil.
Foto: AFP - Archivo El Espectador - Andrea Aldana
Mientras el gobierno de Gustavo Petro sigue pedaleando los diálogos con grupos armados, como el Eln y el Estado Mayor Central (una facción de las disidencias de las Farc), el departamento de Arauca es el escenario en donde nadie cumple su palabra. Una ola de violencia como pocas en los últimos tiempos tienen a la comunidad y a sus autoridades pidiendo con desespero que frenen las confrontaciones entre ambos grupos, como así lo prometieron en el cese al fuego que firmaron con el Ejecutivo en el marco de su política de paz total. Sin embargo, y...
Por Luisa Fernanda Moscoso Gutiérrez
Periodista de la Universidad de Antioquia.@Luisa_fdamglmoscoso@elespectador.com