La Procuraduría le solicitó formalmente a la Aeronáutica Civil evaluar si es necesaria la suspensión parcial de operaciones en el aeropuerto de Palonegro de Bucaramanga, ante la presencia masiva de gallinazos que pueden poner en riesgo la seguridad aérea.
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Tal es la cantidad de estas aves, que el órgano de control disciplinario solicita la creación de un estudio técnico para determinar si es posible cerrar la operación en determinadas horas diurnas o nocturnas.
“La solicitud del Ministerio Público se da en atención a una acción popular y a los pleitos jurídicos desatados, precisamente, por esta situación y que han llevado al cierre del relleno sanitario El Carrasco, ubicado en los alrededores del aeropuerto y que ha traído la proliferación de estas aves”, explicó la Procuraduría.
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La Procuraduría tiene mapeado, incluso, incidentes con aeronaves durante los últimos meses. Y, aunque la Aerocivil ya ha adoptado medidas para mitigar los riesgos, la situación se sigue presentando. La alerta es máxima por el mal manejo de los residuos sólidos y la proliferación en la zona cercana a la terminal aérea de mataderos clandestinos y criaderos avícolas.
“La preocupación aumenta toda vez que el botadero El Carrasco fue habilitado de manera temporal por lo menos hasta el 1 de abril de 2027. La solicitud del Ministerio Público tiende a que se adopten medidas que minimicen la probabilidad de incidencia de impacto de fauna en aeronaves dada las circunstancias presentadas con los focos de acumulación de basuras, contaminación o actividades que son atrayentes de aves que sobrevuelan el perímetro del Aeropuerto”, concluyó la Procuraduría.
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