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Esvásticas. Disfraces de la Gestapo, policía secreta de la Alemania Nazi. Una réplica del histórico avión luftwaffe. Letras en alemán. Esa fue la decoración durante la tarde de este 18 de noviembre en la Escuela de Policía Simón Bolívar de Tuluá, la cual es el centro de las críticas por su celebración en la semana de la “internacionalización”.
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Uno de los uniformados de la institución, como registraron las cámaras, incluso se vistió de Adolf Hitler, uno de los beligerantes de la Segunda Guerra Mundial y victimario del genocidio contra el pueblo judío a mediados del siglo pasado. La Policía Nacional, como demuestran imágenes en redes sociales, llegó a publicar los registros fotográficos en sus cuentas oficiales.
“De manera equivocada, el día de hoy se realizó una actividad de carácter pedagógico sobre la historia universal en la Escuela de Policía Simón Bolívar, ubicada en el municipio de Tuluá (Valle). Estudiantes de este claustro policial recrearon escenas alusivas al periodo de la Alemania Nazi”, respondió la brigadier general Yackeline Navarro, directora nacional de escuelas de la Policía. En la publicación borrada la institución señaló que “con estos intercambios culturales fortalecemos el conocimiento de nuestros estudiantes de Policía”.
Navarro no solo rechazó con vehemencia la celebración de la escuela en Tuluá, de inmediato señaló que el director del lugar fue removido de su cargo, sin embargo, no entregó su nombre. “La dirección nacional de escuelas y la Policía Nacional ofrece excusas públicas a la comunidad judía y a todas aquellas personas ofendidas por los desafortunados sucesos ocurridos en Tuluá”, concluyó la directora nacional.
Según reza el artículo 102 del Código Penal, la apología al genocidio es un delito. “El que por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien, promuevan, el genocidio o el antisemitismo o de alguna forma lo justifiquen o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas, incurrirá en prisión de 96 a 180 meses”, se lee en la norma.
En un comunicado conjunto, las embajadas de Israel y Alemania en Colombia expresaron su rechazo por lo que significó una muestra de apología al nazismo. “Cualquier discurso de odio puede llevar a resultados trágicos como los vívidos años atrás, durante la Segunda Guerra Mundial, donde 6 millones de judíos fueron asesinados, en el crimen más horrendo, jamás cometido en la historia de la humanidad”, señalaron.
Las Embajadas de @IsraelinCol y de @EmbAlemaniaCOL expresan su total rechazo a cualquier muestra de apología al nazismo, como ocurrió en un evento en la escuela de policía en Tuluá esta tarde. Gracias a @PoliciaColombia por rechazo rotundo y medidas tomadas al respecto. pic.twitter.com/KHvOiZf9e1
— Peter Ptassek - Embajador de Alemania en Colombia (@alemEmbajador) November 19, 2021
Asimismo, ambas embajadas pidieron al Gobierno y a las autoridades nacionales realizar investigaciones y sancionar a posibles responsables por la celebración. Pidieron hacer pedagogía sobre el holocausto perpetrado por la Alemania Nazi. La palabra, según la organización Anne Frank, tiene raíces griegas que dan cuenta de un “quemarlo todo”.
“A finales de 1941, los nazis inician ya los preparativos para el asesinato de más de dos millones de judíos, residentes bajo el régimen del Gobierno General (nazi), en la zona ocupada de Polonia. Asimismo, en otras áreas ocupadas y anexadas de Europa del Este, los nazis experimentan con asesinatos en masa. En Chelmno (campo de exterminio en Polonia) utilizan gas por primera vez para el asesinato de judíos polacos. Este método es mucho más rápido y es considerado menos «estresante» para los oficiales involucrados de las Escuadras de SS, que dispararle directamente a las personas”, agrega la organización.
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