¿Por qué el exparamilitar Hernán Giraldo seguirá detenido?
El exjefe paramilitar lleva más de ocho años en la cárcel, que fue el tiempo según lo establecido en Justicia y Paz que pagarían los desmovilizados de las Auc. Aunque Giraldo pidió su libertad y ni la Fiscalía ni sus víctimas se opusieron, se topó con un obstáculo más bien procesal que lo mantendrá todavía tras las rejas.
Esta semana llegó al país el exjefe paramilitar Hernán Giraldo, que comandó el Bloque Resistencia Tayrona de las Auc y fue llamado El patrón de la Sierra, por el terror que infundió en la Sierra Nevada de Santa Marta. Aunque el sistema de Justicia y Paz le garantiza la libertad a los exparas después de ocho años en la cárcel, que es más de lo que lleva tras las rejas Giraldo, a su llegada a Colombia fue enviado a la cárcel La Paz de Itagüí. ¿Por qué?
El exjefe paramilitar tiene a cuestas una sentencia de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Barranquilla por cientos de crímenes que involucraron violencia sexual, desplazamiento forzado, asesinatos selectivos, entre otros. Además, tiene otros tres procesos en la misma corporación de justicia transicional por más de 400 hechos delictivos. No obstante, como ha estado privado de la libertad por más de ocho años, hacia diciembre del año pasado su abogada solicitó dejarle en libertad. (Lea también: De lo que Hernán Giraldo no ha hablado en la Sierra Nevada de Santa Marta)
Según su defensora, Giraldo ha cumplido con los requisitos para que le sustituyan las tres medidas de aseguramiento que le impusieron los magistrados de Justicia y Paz. Por ello, pidió una audiencia a finales del año pasado, cuando comenzó a conocerse que el patrón de la Sierra volvería a Colombia. Después de varios aplazamientos a solicitud de la propia defensora, pues aseguraba que no contaba con todos los documentos todavía, la diligencia finalmente se dio el 15 de diciembre de 2020.
Allí, la defensa de Giraldo tendría que demostrar que cumplía con los requisitos para quedar en libertad: además de los ocho años de prisión, tenía que contribuir al esclarecimiento de la verdad en las audiencias de Justicia y Paz, haber entregado bienes para contribuir a la reparación de las víctimas, no seguir delinquiendo después de la entrega de las armas y participar en actividades de resocialización o contar con certificados de buena conducta de su lugar de reclusión. (Le puede interesar: Hernán Giraldo y su “uso estratégico” de la violencia sexual)
Fue este último el requisito que no cumplió Giraldo. Según consta en las actas de las audiencias, la Fiscalía no se opuso a la libertad del exjefe paramilitar porque ha contribuido a la verdad y ha entregado diversos bienes, puntos en los que coincidió el abogado de las víctimas. El camino estaba libre. No obstante, los magistrados que estudiaron su solicitud anotaron que, “no se acreditaron a través de documentos apostillados y debidamente traducidos”, ni una buena conducta en su prisión de Estados Unidos, ni que hubiera participado en programas de resocialización.
Los magistrados le preguntaron a la abogada de Giraldo, incluso, si había recurrido a un traductor oficial. La respuesta fue: “no”. Resulta que, quien tradujo los documentos fue una persona de confianza del sobrino del patrón de la Sierra, Nódier Giraldo, otro temido capo que heredó las andanzas criminales de su tío. Al parecer, él se la recomendó porque era quien adelantaba las gestiones en su nombre ante las autoridades de Estados Unidos, pero estos documentos no cumplieron los estándares de los magistrados de Justicia y Paz. (Noticia relacionada: Exparamilitar Hernán Giraldo, jefe de Resistencia Tayrona, ya está en suelo colombiano)
Esta semana llegó al país el exjefe paramilitar Hernán Giraldo, que comandó el Bloque Resistencia Tayrona de las Auc y fue llamado El patrón de la Sierra, por el terror que infundió en la Sierra Nevada de Santa Marta. Aunque el sistema de Justicia y Paz le garantiza la libertad a los exparas después de ocho años en la cárcel, que es más de lo que lleva tras las rejas Giraldo, a su llegada a Colombia fue enviado a la cárcel La Paz de Itagüí. ¿Por qué?
El exjefe paramilitar tiene a cuestas una sentencia de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Barranquilla por cientos de crímenes que involucraron violencia sexual, desplazamiento forzado, asesinatos selectivos, entre otros. Además, tiene otros tres procesos en la misma corporación de justicia transicional por más de 400 hechos delictivos. No obstante, como ha estado privado de la libertad por más de ocho años, hacia diciembre del año pasado su abogada solicitó dejarle en libertad. (Lea también: De lo que Hernán Giraldo no ha hablado en la Sierra Nevada de Santa Marta)
Según su defensora, Giraldo ha cumplido con los requisitos para que le sustituyan las tres medidas de aseguramiento que le impusieron los magistrados de Justicia y Paz. Por ello, pidió una audiencia a finales del año pasado, cuando comenzó a conocerse que el patrón de la Sierra volvería a Colombia. Después de varios aplazamientos a solicitud de la propia defensora, pues aseguraba que no contaba con todos los documentos todavía, la diligencia finalmente se dio el 15 de diciembre de 2020.
Allí, la defensa de Giraldo tendría que demostrar que cumplía con los requisitos para quedar en libertad: además de los ocho años de prisión, tenía que contribuir al esclarecimiento de la verdad en las audiencias de Justicia y Paz, haber entregado bienes para contribuir a la reparación de las víctimas, no seguir delinquiendo después de la entrega de las armas y participar en actividades de resocialización o contar con certificados de buena conducta de su lugar de reclusión. (Le puede interesar: Hernán Giraldo y su “uso estratégico” de la violencia sexual)
Fue este último el requisito que no cumplió Giraldo. Según consta en las actas de las audiencias, la Fiscalía no se opuso a la libertad del exjefe paramilitar porque ha contribuido a la verdad y ha entregado diversos bienes, puntos en los que coincidió el abogado de las víctimas. El camino estaba libre. No obstante, los magistrados que estudiaron su solicitud anotaron que, “no se acreditaron a través de documentos apostillados y debidamente traducidos”, ni una buena conducta en su prisión de Estados Unidos, ni que hubiera participado en programas de resocialización.
Los magistrados le preguntaron a la abogada de Giraldo, incluso, si había recurrido a un traductor oficial. La respuesta fue: “no”. Resulta que, quien tradujo los documentos fue una persona de confianza del sobrino del patrón de la Sierra, Nódier Giraldo, otro temido capo que heredó las andanzas criminales de su tío. Al parecer, él se la recomendó porque era quien adelantaba las gestiones en su nombre ante las autoridades de Estados Unidos, pero estos documentos no cumplieron los estándares de los magistrados de Justicia y Paz. (Noticia relacionada: Exparamilitar Hernán Giraldo, jefe de Resistencia Tayrona, ya está en suelo colombiano)