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En aguas del río Putumayo las Fuerzas Militares de Colombia y de Perú realizaron una operación en contra de la explotación ilegal y de yacimientos mineros y el narcotráfico en el Amazonas.
Sobre la zona el Ejército Nacional y la Fuerza Naval de la Amazonía de la Armada y la Marina de Guerra del Perú, continuarán realizando operaciones de interoperabilidad de Fuerzas con el objetivo de garantizar la seguridad y el bienestar de la población, así como la protección del medio ambiente.
Fuerzas Militares
La Marina de Guerra del Perú se unió a Colombia para navegar por el río Putumayo en áreas no municipalizadas de Puerto Alegría, El Encanto, Puerto Arica y Tarapacá e incluso en zonas rurales que según la inteligencia binacional, eran territorio donde los criminales estarían desarrollando actividades ilegales como la explotación de oro y fabricación de cocaína.
Dos laboratorios que se dedicaban al procesamiento de pasta de coca fueron hallados en medio de la operación, al parecer, se habrían encontrado con más de mil galones de droga procesada que pertenecerían a la Estructura 48 de los autodenominados Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc. La capacidad de producción se aproxima a las tres toneladas de pasta base de coca mensualmente.
Además, las Fuerzas Militares confirmaron que la actividad de minería ilegal en ese territorio estaría activa al encontrar dos dragas y elementos que eran empleados para la explotación ilícita que estaba generando afectaciones en la flora, fauna y fuentes hídricas de la zona.
Las tropas hallaron la maquinaria sobre aguas del río Putumayo, en donde empleaban, de manera indiscriminada y sin ninguna clase de control ni cuidado al medio ambiente, químicos como mercurio, cianuro, ácido sulfúrico y disolventes para separar los minerales de la tierra y el barro, generando graves daños a este importante afluente tan vital para la subsistencia de las comunidades ribereñas.
FFMM
Las disidencias estarían extrayendo oro de manera ilegal, que según reporte de las autoridades, se avalúa en más de $5 mil millones mensualmente, dinero que estaría financiando a los disidentes de las FARC de la Segunda Marquetalia.
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