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Hacia las 4:47 de la tarde de este viernes 17 de mayo, el exjefe guerrillero Seuxis Paucias Hernández Solarte, más conocido como Jesús Santrich, estaba en la puerta de la cárcel de La Picota, rodeado de una multitud que lo acompañó para celebrar que quedaba en libertad. Allí permaneció un año y un mes, luego de que Estados Unidos lo pidiera en extradición por delitos de narcotráfico. El miércoles pasado, la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) le concedió la garantía de no extradición y, en consecuencia, el exguerillero debía quedar en libertad. Eso se esperaba que sucediera en esta tarde. Sin embargo, los planes de la Fiscalía fueron otros.
A la salida de la cárcel, agentes del CTI le leyeron a Santrich que había nuevas pruebas en su contra y que, en consecuencia, debía ser recapturado. La conmoción que ocasionó el hecho y el asombro al ver regresar al exguerrillero a la cárcel en su silla de ruedas ha producido toda clase de preguntas sobre este inesperado giro en el caso. Aquí recopilamos algunas de ellas.
¿Por qué lo capturan?
Según la Fiscalía, en las últimas horas se incorporaron nuevas evidencias y elementos de prueba al expediente de Santrich que darían cuenta “con claridad de las circunstancias de tiempo, modo y lugar” de las presuntas conductas de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y narcotráfico. En otras palabras, el ente investigador asegura que hay nuevas pruebas que demostrarían que el exjefe guerrillero estaría vinculado a actividades de narcotráfico que habrían ocurrido después de la firma del Acuerdo de Paz. Una de las nuevas evidencias estaría relacionada con las declaraciones que ha dado Marlon Marín, testigo protegido de la DEA en este caso. Por ahora no se sabe cuáles son las pruebas, o si el video que ha circulado esta semana en relación al caso de Santrich entrará en este proceso.
¿Quién es Marlon Marín?
Es el sobrino de Luciano Marín, más conocido como Iván Márquez, exjefe guerrillero de las Farc. Marlon Marín, quien no fue miembro de ese grupo subversivo también fue capturado por el CTI de la Fiscalía el 9 de abril de 2018, junto a Santrich. En los audios y videos que en su momento reveló el ente investigador tras la captura del exjefe guerrillero, se ve a Marín hablando sobre lo que sería un envío de cocaína a los Estados Unidos. El 17 de abril de 2018, Marlon Marín se volvió testigo protegido de la DEA y se encuentra en territorio estadounidense colaborando en este caso.
¿La Fiscalía podía capturar a Santrich?
Entre las dudas que surgieron tras la recaptura, está si la Fiscalía tenía la potestad para detener al excomandante guerrillero, o si, por el contrario, las investigaciones en su contra las debe adelantar la Corte Suprema de Justicia, por tratarse de un congresista con fuero constitucional.Algunos expertos juristas argumentan que, como Seuxis Paucias Hernández Solarte no se posesionó como representante a la Cámara, entonces pierde su calidad de aforado y la Corte Suprema deja de ser su juez natural, por lo que su caso debe ser tramitado en la justicia ordinaria. Es decir, la Fiscalía sí tendría la potestad para capturarlo e investigarlo. Por otro lado, hay quienes argumentan que, aunque en efecto no se posesionó el 20 de julio de 2018, esto no fue decisión suya, sino porque, para la fecha, estaba detenido. Es decir, que no es congresista por motivos de fuerza mayor, pero su fuero sigue en firme.
En todo caso, Santrich ya se encuentra en el búnker de la Fiscalía, en Bogotá, a la espera de ser trasladado a los juzgados de Paloquemao, donde un juez de garantías definirá si su captura fue legal o no. Después de esto, la Fiscalía le imputará el delito de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y narcotráfico.
¿Hubo irregularidades en el proceso para que Santrich recuperara su libertad?
Según penalistas consultados por este diario, al exjefe guerrillero le prolongaron ilícitamente su permanencia en la cárcel, luego de que la JEP estableciera, el pasado miércoles, que Santrich debía quedar en libertad al concederle la garantía de no extradición. En total, dicen expertos, los dos días que el excomandante permaneció en La Picota, aun cuando la JEP había ordenado su liberación, le sirvieron a la Fiscalía para conseguir las nuevas pruebas y enviarlo, de nuevo, a la cárcel. Sin embargo, hay otros juristas que no consideran que haya sido a propósito la demora en darle la libertad a Santrich, pero que sí son extrañas las coincidencias.
¿Santrich puede ser extraditado?
Por ahora, no. La recaptura del exjefe está relacionada con un nuevo proceso en Colombia y no existe un pedido de extradición sobre este caso. Si bien existía una orden de extradición de las autoridades de Estados Unidos en su contra por supuestos delitos federales de narcotráfico, la Sección de Revisión de la JEP le otorgó la garantía de no extradición, que contempla el Acuerdo de Paz para los guerrilleros que se acogieron al proceso de reincorporación. Según la decisión, no existían elementos que permitieran esclarecer si los supuestos delitos se habrían cometido antes o después de la firma del acuerdo. Ese fallo, sin embargo, no está en firme ya que la Procuraduría anunció que lo apelará. Solo cuando se conozca la resolución de ese recurso se sabrá si Santrich podría ser extraditado o no.
¿Qué sigue para Santrich?
Por ahora, la Fiscalía no ha programado la audiencia de legalización de captura. Probablemente sea durante este fin de semana, pues según dice la ley, esta diligencia debe realizarse en máximo 36 horas, después de la captura. Un juez de control de garantías escuchará las razones por las que el exjefe guerrillero debe ser privado, de nuevo, de su libertad y se conocerán más detalles al respecto. Fuentes cercanas a la Fiscalía le confirmaron a este diario que el ente investigador pediría al juez que la audiencia sea a puerta cerrada.Por otro lado, el proceso sobre su extradición sigue andando. La Procuraduría anunció la apelación de la garantía de no extraidición que le otorgó la JEP a Santrich y ese proceso sigue en curso en esta justicia especial. Este recurso jurídico lo está revisando la Sección de Apelación de la JEP, quien definirá si mantiene la decisión de no extraditarlo, o si, por el contrario, debe responder ante la justicia estadounidense.