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El presidente Gustavo Petro invitó a los presidentes de las altas cortes de la justicia a una reunión a la Casa de Nariño, este martes 9 de julio a las 8:00 a.m. Fuentes cercanas al proceso de la invitación establecen que entre los temas a tratar está el llamado del gobierno a un proceso constituyente, en cabeza del nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
A la Casa de Nariño, entonces, fueron invitados los presidentes de las siguientes corporaciones: Corte Constitucional, Corte Suprema de Justicia, Consejo de Estado, Comisión Nacional de Disciplina Judicial y Consejo Superior de la Judicatura.
El pasado 3 de julio, Juan Fernando Cristo fue designado por Petro como ministro del Interior y, entre sus funciones, estará acordar las iniciativas del gobierno con todos los sectores del Congreso. Un papel clave para este gobierno, teniendo en cuenta que le resta la mitad de su mandato.
En entrevista con El Espectador, el pasado 6 de julio, Cristo explicó que antes de pensar en una Asamblea Nacional Constituyente, el presidente le pidió llegar a un acuerdo nacional sobre temas fundamentales con los cuales se pudiera cambiar la Constitución.
“Y que sea el propio acuerdo nacional el que nos dé, escuchando a todos los sectores, partidos de oposición, independientes, gremios, organizaciones sociales, un catálogo de reformas y de ajustes que se consideren necesarios a la Constitución del 91 desde el punto de vista orgánico de funcionamiento del Estado”, dijo Cristo.
Sin embargo, el pasado 4 de julio, la propuesta gubernamental no obtuvo la mejor de las opiniones por parte del magistrado José Fernando Reyes, presidente de la Corte Constitucional. Justamente, la alta corte que se encarga de evaluar las demandas que buscan cambiar la Carta Magna.
“¿Cómo seguir hablando de nuevos proyectos constituyentes si no hemos sido capaces de desarrollar y cumplir el pacto que forjamos en 1991? La Constitución no puede ser una masa deforme, gelatinosa y banal, cambiable a placer, sino, por el contrario, un texto rígido con muy relativas flexibilidades”, dijo Reyes, en el evento de celebración de los 33 años de la Constitución.
Y agregó: “la banalización de la Constitución y querer cambiarla porque sí, es el peor mensaje que puede darse a un pueblo, cuyas manos y cuyos espíritus todavía reclaman la satisfacción de los mínimos”, pero precisó que “es verdad que en Colombia puede darse una nueva Constitución si así lo quiere su pueblo, así lo autoriza la Constitución en vigor”.
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