Primer retrato hablado de hombre que estaría implicado en el asesinato de Pecci
La Policía publicó el primer retrato hablado de quien estaría relacionado con el atentado en el que fue asesinado el fiscal paraguayo Marcelo Pecci. A Cartagena ya llegaron fiscales de Paraguay. Autoridades de Estados Unidos ofrecieron ayuda para la investigación. La investigación apunta a que detrás del atentado hay mafias de Paraguay.
Las autoridades colombianas trabajan a toda velocidad para dar con información que les lleve a los responsables del asesinato del fiscal paraguayo, Marcelo Pecci. Los hechos ocurrieron el pasado 10 de mayo en una paya privada de la isla de Barú, en Cartagena, cuando el funcionario se encontraba descansando en su luna de miel. Un sicario, que llegó por mar, desembarcó en tierra, hizo tres disparos y dos de ellos acabaron con la vida del fiscal.
(En contexto: Lo que se sabe del asesinato de un “héroe contra el delito” en su luna de miel)
La gravedad del asunto hizo que el presidente Iván Duque y su ministro de Defensa, Diego Molano, enviaran al propio director de la Policía, el General Luis Vargas, a Cartagena para liderar las primeras tareas en la búsqueda de los responsables del homicidio. Por eso, en las últimas horas aumentó la recompensa por información que ayude a dar con los autores del atentado y la misma Policía dio a conocer el primer retrato hablado de un hombre que sabría detalles de lo ocurrido.
Además, el general Vargas explicó que en las labores de investigación ya hay helicópteros, buzos, dactiloscopistas y peritos morfológicos como parte de un equipo interdisciplinario encargado de esclarecer el homicidio del fiscal Pecci. Por su parte, la Fiscalía designó a la vicefiscal, Martha Mancera, como la cabeza del grupo de esa entidad a cargo del expediente.
(Lea también: Recompensa de $2.000 millones por información sobre crimen de fiscal paraguayo)
Aunque las autoridades todavía no confirmar quién estaría detrás del atentado, fuentes de la Fiscalía le confirmaron a este diario que, por ahora, la investigación está enfilada en una posible conexión del caso con un expediente en el que participó Pecci. En concreto, el caso tiene que ver con lavado de activos y narcotráfico entre narcos de Bolivia, Brasil y Paraguay, cuyos nexos irían hasta bandas criminales de Panamá.
“No vamos a decaer. Por Marcelo y por todos los compañeros que día a día quitan lo mejor de sí para esclarecer los hechos cometidos por cobardes, como son los que se esconden detrás de grandes estructuras criminales para poner fin a una vida como la de Marcelo, que ha dado todo de sí por su institución, por su país”, expresó la fiscal general de Paraguay, Sandra Quiñónez.
(Lea también: Ya hay más de 100 pruebas: así va investigación por asesinato del fiscal paraguayo)
De los casos que tenía Pecci en su despacho, y que tendrían relación con mafias de Bolivia, Brasil y Paraguay, resalta una: A Ultranza Py. Según el portal InSight Crime, el caso estalló a finales de marzo de este año, cuando las autoridades de Bélgica incautaron 11 toneladas de cocaína en el puerto de Amberes y otras 4,7 fueron identificadas en Paraguay.
Las autoridades dieron con ese embalaje de droga, luego de 27 meses de investigaciones en las que participaron también agentes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), Europol, la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) y el Ministerio del Interior de Uruguay.
“En una conferencia de prensa, las autoridades paraguayas señalaron que la red tenía un sofisticado sistema para transportar cocaína de Bolivia a Paraguay y luego a Argentina y Uruguay, desde donde se enviaba a Europa. La droga salía inicialmente de Bolivia en vuelos clandestinos, los cuales aterrizaban en pistas ubicadas en la reserva natural Cabrera-Timane en el norte de Paraguay”, explicó InSight Crime.
Detrás de esas pesquisas habría estado, entre muchos otros agentes, el fiscal Marcelo Pecci. Su esposa aclaró que no tenían amenazas y que, aunque en Paraguay el funcionario tenía un esquema de seguridad, viajaron a Colombia sin seguridad, pues no tenían ni un indicio de que había personas siguiéndolos. La persecución acabó el martes, cuando sicarios identificaron al fiscal en la playa de Barú y le dispararon. Minutos antes del atentado, la pareja había anunciado que esperaban su primer hijo.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Las autoridades colombianas trabajan a toda velocidad para dar con información que les lleve a los responsables del asesinato del fiscal paraguayo, Marcelo Pecci. Los hechos ocurrieron el pasado 10 de mayo en una paya privada de la isla de Barú, en Cartagena, cuando el funcionario se encontraba descansando en su luna de miel. Un sicario, que llegó por mar, desembarcó en tierra, hizo tres disparos y dos de ellos acabaron con la vida del fiscal.
(En contexto: Lo que se sabe del asesinato de un “héroe contra el delito” en su luna de miel)
La gravedad del asunto hizo que el presidente Iván Duque y su ministro de Defensa, Diego Molano, enviaran al propio director de la Policía, el General Luis Vargas, a Cartagena para liderar las primeras tareas en la búsqueda de los responsables del homicidio. Por eso, en las últimas horas aumentó la recompensa por información que ayude a dar con los autores del atentado y la misma Policía dio a conocer el primer retrato hablado de un hombre que sabría detalles de lo ocurrido.
Además, el general Vargas explicó que en las labores de investigación ya hay helicópteros, buzos, dactiloscopistas y peritos morfológicos como parte de un equipo interdisciplinario encargado de esclarecer el homicidio del fiscal Pecci. Por su parte, la Fiscalía designó a la vicefiscal, Martha Mancera, como la cabeza del grupo de esa entidad a cargo del expediente.
(Lea también: Recompensa de $2.000 millones por información sobre crimen de fiscal paraguayo)
Aunque las autoridades todavía no confirmar quién estaría detrás del atentado, fuentes de la Fiscalía le confirmaron a este diario que, por ahora, la investigación está enfilada en una posible conexión del caso con un expediente en el que participó Pecci. En concreto, el caso tiene que ver con lavado de activos y narcotráfico entre narcos de Bolivia, Brasil y Paraguay, cuyos nexos irían hasta bandas criminales de Panamá.
“No vamos a decaer. Por Marcelo y por todos los compañeros que día a día quitan lo mejor de sí para esclarecer los hechos cometidos por cobardes, como son los que se esconden detrás de grandes estructuras criminales para poner fin a una vida como la de Marcelo, que ha dado todo de sí por su institución, por su país”, expresó la fiscal general de Paraguay, Sandra Quiñónez.
(Lea también: Ya hay más de 100 pruebas: así va investigación por asesinato del fiscal paraguayo)
De los casos que tenía Pecci en su despacho, y que tendrían relación con mafias de Bolivia, Brasil y Paraguay, resalta una: A Ultranza Py. Según el portal InSight Crime, el caso estalló a finales de marzo de este año, cuando las autoridades de Bélgica incautaron 11 toneladas de cocaína en el puerto de Amberes y otras 4,7 fueron identificadas en Paraguay.
Las autoridades dieron con ese embalaje de droga, luego de 27 meses de investigaciones en las que participaron también agentes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), Europol, la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) y el Ministerio del Interior de Uruguay.
“En una conferencia de prensa, las autoridades paraguayas señalaron que la red tenía un sofisticado sistema para transportar cocaína de Bolivia a Paraguay y luego a Argentina y Uruguay, desde donde se enviaba a Europa. La droga salía inicialmente de Bolivia en vuelos clandestinos, los cuales aterrizaban en pistas ubicadas en la reserva natural Cabrera-Timane en el norte de Paraguay”, explicó InSight Crime.
Detrás de esas pesquisas habría estado, entre muchos otros agentes, el fiscal Marcelo Pecci. Su esposa aclaró que no tenían amenazas y que, aunque en Paraguay el funcionario tenía un esquema de seguridad, viajaron a Colombia sin seguridad, pues no tenían ni un indicio de que había personas siguiéndolos. La persecución acabó el martes, cuando sicarios identificaron al fiscal en la playa de Barú y le dispararon. Minutos antes del atentado, la pareja había anunciado que esperaban su primer hijo.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.