Publicidad

Año de transición Duque-Petro dejó más hectáreas de coca y mayor producción de cocaína

El último monitoreo de territorios con presencia de cultivos de coca de la UNODC reveló que, durante 2022, creció un 13% el área sembrada con coca y un 24% la producción potencial de cocaína. Estos son los datos clave de una problemática de la que Colombia sigue presa.

11 de septiembre de 2023 - 03:41 p. m.
Este es el único informe independiente realizado, al menos este año, en Colombia.
Este es el único informe independiente realizado, al menos este año, en Colombia.
Foto: María Camila Morales López

La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó oficialmente su monitoreo anual de los territorios con presencia de cultivos de coca, con respecto al año 2022. Las estadísticas muestran que el último semestre del expresidente Iván Duque y el primer semestre de Gustavo Petro, dejaron a Colombia con un nuevo récord de hectáreas sembradas con coca: 230.000 en 2022, lo cual significa un crecimiento del 13% con respecto al 2021, cuando se registraron 204.000. El nuevo informe supone un crecimiento también la producción potencial de cocaína y un dato sorpresivo: el 77% del incremento neto se concentró en Putumayo, con aproximadamente 20.000 hectáreas nuevas.

En contexto: Colombia vuelve a romper récord de cultivos de coca: hubo 230.000 hectáreas en 2022

Según el informe anual de monitoreo, por segundo año consecutivo el cultivo de coca alcanzó un máximo histórico en Colombia desde que hace la medición por parte de las Naciones Unidas (2001). Y, dado que Washington este año no dispuso recursos para realizar su propia medición, este informe de la UNODC es el único independiente con respecto a Colombia. Un país que siguió concentrando sus cultivos de coca en ocho “enclaves productivos” regionales, que en su mayoría crecieron. La región del Pacífico, con un 5,5%; la región Meta - Guaviare, con un 11%; la región de la Amazonía con un 4%; y la región Putumayo – Caquetá con un 68% (solo Putumayo fue del 77%). La región de la Orinoquía decreció en un 9%.

Con respecto a la producción potencial de la hoja de coca fresca, la UNODC encontró un crecimiento del 24%. Lo mismo sucedió con la producción potencial de clorhidrato de cocaína, con un 100% de pureza, que pasó de 1.400 toneladas métricas a 1.738 toneladas métricas. En cuanto a las labores de la Fuerza Pública, los gobierno saliente y entrante se rajaron, pues hubo menos incautaciones de cocaína, pasando de 669 toneladas a 659 toneladas; se desmantelaron un 18% menos los laboratorios ilegales de drogas, pasando de 5.750 a 4.707; y la erradicación manual forzosa de cultivos de coca también resulto menos eficaz: de 103.247 hectáreas a 68.893 hectáreas.

Antecedentes: Coca en Colombia: Duque cerró su gobierno con crecimiento del 43 % en hectáreas

“El cultivo de coca tiende a la concentración siguiendo la tendencia registrada en los últimos años. El 65% del área con coca en el 2022 se localiza en Nariño, Putumayo y Norte de Santander, departamentos que mantienen niveles similares desde el 2012 y que tienen como particularidad ser frontera terrestre (Ecuador, Venezuela y Perú), posición que puede facilitar tanto el tráfico de clorhidrato de cocaína al exterior como la importación de insumos fundamentales, lo que puede favorecer la configuración de otros eslabones de la cadena productiva del narcotráfico”, señala el informe de la UNODC.

Los enclaves productivos

La UNODC ha identificado un total de 15 enclaves productivos de coca en Colombia. El primer factore determinando en su consolidación es la región donde se ubican. Las investigaciones muestran que están en condiciones optimas para el cultivo. Esta influencia geográfica se manifiesta, inicialmente, en el acceso a ríos, necesarios para el cultivo y las infraestructuras de producción, y que terminan actuando como vías naturales de transporte y caminos menos monitoreados por las autoridades. De otro lado, los enclaves tienen acceso directo a fuentes de insumos y están muy cerca de las fronteras, donde encuentran ventajas en términos de tráfico y diversificación de mercados.

En contexto: Esta es la política de drogas oficial del gobierno de Gustavo Petro

“A pesar de que estos enclaves pueden tener acceso a fuentes de ingresos —posiblemente provenientes del comercio ilícito—, la infraestructura básica y los servicios estatales fundamentales siguen siendo inadecuados o directamente ausentes; por ejemplo, tasas de informalidad cercanas al 100% o privación en el acceso a fuentes de agua mejorada en hasta el 90,5% de los hogares. Estas cifras evidencian que el Estado no siempre logra dotar a las comunidades de estas regiones con capacidades y oportunidades de progreso de manera equitativa”, se lee en el informe.

La entidad puso de presente que estos enclaves no solo concentran la mayoría de las plantaciones de coca, también se han consolidado como las zonas de mayor producción. Los lotes de coca en esas regiones presentan los mejores indicadores de productividad. Mientras el promedio nacional es de 6,4 toneladas por hectárea cultivada durante el año, estos enclaves producen hasta 8,6 toneladas por hectáreas cultivada. La mayoría de los lotes, además, están en sus etapas más productivas (entre los dos y cuatro años).

La situación de Putumayo

El departamento de Putumayo presentó una regresión diagnosticada por última vez en 2001, cuando alcanzó las 41.050 hectáreas en esa primera medición histórica. Después de llegar a tener menos de la mitad de esos cultivos, en 2022 hubo un incremento del 70%, quedando en 48.034 hectáreas. La UNODC evidenció una tendencia de expansión hacia el piedemonte de la Cordillera Occidental. “Existe una alta probabilidad de la persistencia del ilícito en un panorama de amenaza y presión por parte de grupos armados ilegales, como el evidenciado en Putumayo, que puede ser un factor que incida en el fuerte incremento del área con coca”, establece el informe.

Le puede interesar: Por delitos menores, consumidores de drogas irán a terapia y no a la cárcel

Por otro lado, la historia muestra que el Putumayo siempre ha sido un sitio de interés para la producción de cocaína, pues por décadas fue uno de los bastiones de la guerrilla de las FARC. Es un territorio geoestratégico por ser un territorio de frontera, con difíciles condiciones de control militar por parte de la Fuerza Pública y por las escasas condiciones de acceso vial. La UNODC encontró que los grupos armados con mayor presencia en esa región son el Frente Carolina Ramírez de las disidencias de las FARC y la Segunda Marquetalia, a través de los Comandos de la Frontea. Mientras los primeros tienen una operatividad más nómada, los segundos están arraigados en las comunidades, ejerciendo un control más directo.

Espaldarazo a la nueva política de drogas

El fin de semana pasado, el presidente Gustavo Petro, a través del Ministerio de Justicia, presentó oficialmente su nueva política de drogas, la cual promete frenar toda persecución judicial a los campesinos cocaleros y apuntar los recursos de seguridad nacional y antinarcotráfico contra los narcos. La meta es reducir la oferta de cocaína en un 40% en los próximos tres años y para ello habrá una inversión de $21 billones. La UNODC reconoce el diagnostico que motivó al Gobierno a intentar cambiar el paradigma de las drogas: “La producción de drogas ilegales se encuentra en sus máximos históricos y la demanda mundial se ha incrementado”, se lee.

Le puede interesar: Coca: acuerdo entre 19 países firmado en Colombia intentará legitimar la planta

La UNODC reconoció el trabajo liderado por el Ministerio de Justicia, el cual durante los últimos meses realizó una serie de mesas técnicas en alrededor de 30 espacios territoriales, en los cuales se concertó con las comunidades cultivadoras los cambios que necesitan para transitar a la legalidad. Una estrategia que concluyó en un documento de 80 páginas que muestra una iniciativa clara por bajar el número de hectáreas sembrada con coca, a partir del tránsito a economías licitas de los campesinos y el fortalecimiento de la interdicción por todos los frentes.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

Temas recomendados:

 

Raimundo(bqf6j)11 de septiembre de 2023 - 07:26 p. m.
Mientras a Colombia se le estigmatiza como productor de coca en EEUU la FDA aprueba la venta sin prescripción del Narcan, para salvar a drogadictos con sobredosis, porque los muertos dejan de consumir drogas! Así mejoran 2 negocios: el del consumo y el de las farmaceúticas!
Usuario(51538)11 de septiembre de 2023 - 06:32 p. m.
Embobado con el cuento de la paz total y mientras tanto los narcos haciendo su agosto y matando en forma. Ya todos le vieron las que sabemos a don Petro.
arturo(6208)11 de septiembre de 2023 - 06:03 p. m.
En este gran gobierno del pacto oscuro no se ha hecho una hectárea de erradicación el apoyo total a los narcotraficantes el gobierno de este presidente noble los dejó libres a cultivar felicitaciones
usucapion1000(15667)11 de septiembre de 2023 - 05:42 p. m.
Pero disminuyó notablemente el criminal tráfico y no hay aumento significativo del consumo. LA VERDAD PARCIAL ES LA PEOR Y MÁS DAÑINA DE TODAS LAS MENTIRAS.
luamo(itkq6)11 de septiembre de 2023 - 05:42 p. m.
Colombia se acostumbró, que las coimas, son las que marcan la legalidad, o ilegalidad, en contratos. Lo declarado por el ex viceministro, de Petro, sobre el Ministro de Defensa, es lo que todo Colombia conoce. Llegó a desmembrar a las FFAA, y al país. Semana y Díaz, relatan la corruptela hasta de los Benedettis.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar