Procuraduría abre expediente por eutanasia del perro Cosmo

Cosmo era buscado por su dueño, lo habrían atropellado.

Foto: Archivo Particular

La Procuraduría es la primera institución de justicia que entra a buscar explicaciones por la eutanasia practicada por el Instituto de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) de Bogotá al perro Cosmo. Un animal que se perdió de su dueño el pasado 31 de diciembre, que fue atropellado por un carro y que, sin autorización, pero tras realizársele diversos estudios, fue sacrificado con intermediación del distrito.

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La historia de Cosmo se popularizó en redes sociales por cuenta de su dueño, quien buscó al perro durante días hasta darse cuenta de que había sido atropellado y que estaba en custodia del IDPYBA, el pasado 3 de enero. A pesar de que el dueño se comunicó con la entidad para traer de vuelta al animal, asegurando que podría costear un eventual tratamiento médico, ese mismo día la mascota fue sacrificada.

Una vez conocido el procedimiento de Protección Animal, la Procuraduría le solicitó a su directora, Mariana Martín Leyes, información detallada sobre el trámite seguido para practicarle la eutanasia a Cosmo sin autorización de su propietario. Según la indagación de la entidad, Cosmo tenía microchip de identificación.

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“La Delegada para Asuntos Ambientales Minero Energéticos y Agrarios de la Procuraduría exigió conocer entre otros, el procedimiento seguido por los funcionarios del Instituto durante el rescate y atención del animal, así como el protocolo médico y diagnóstico que justificó la eutanasia”, explicó el órgano de control.

Según Protección Animal, Cosmo fue atendido por sus funcionarios luego de que el pasado 2 de enero la ciudadanía, a través de la Línea 123, reportara sobre un canino en estado de calle, herido y encontrado en el Parque Nacional.

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En un comunicado de prensa, la entidad de distrito aseguró que Cosmo fue “atendido de forma oportuna por el programa de Urgencias Veterinarias del IDPYBA, realizando su estabilización en el sitio y procediendo a la verificación de la presencia de microchip; en ese momento no registraba información asociada a un cuidador, por lo cual y dada su condición clínica, se procedió al traslado a clínica operadora”.

En la clínica tratante, agregó Protección Animal, a Cosmo se le realizaron exámenes complementarios que arrojaron un trauma medular con compromiso neurológico, lo cual le causaba dolor severo, parálisis del tren posterior y perdida de control de esfínteres. Por ello, el equipo médico veterinario llevó a cabo el proceso de eutanasia con el fin de no prolongar indefinidamente su sufrimiento.

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