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El procurador Delegado para Asuntos Penales, Gabriel Jaimes, admitió que los niveles de corrupción que acechan las estructuras del Estado ya no son individuos que actúan bajo conductas aisladas, sino que integran grandes redes que responden a un proceder de carácter sistemático.
El alto funcionario manifestó que la cantidad de casos de los llamados falsos positivos y la parapolitica son una prueba fehaciente de la capacidad de infiltración del crimen organizado en los entes estatales.
Para Jaimes, es urgente fortalecer las herramientas con las que cuenta la Unidad Investigativa de La Procuraduría, con el fin de poder aportar elementos jurídicos en los procesos.
Añadió que el Ministerio Público también tiene un compromiso con el país, igual o más importante que el de otros organismos con la verdad en los hechos punibles que han emergido de las actuaciones indecorosas de los servidores públicos.
"Cada vez más la Unidad de Investigación tiene bajo su lupa la conducta de servidores en materia de corrupción, pero no como hechos aislados de este flagelo. Allí, no de corrupción individual y personal sino de verdaderas organizaciones de corrupción enquistadas a todos los niveles de la administración pública", añadió Gabriel Jaimes.
Recientemente, el fiscal General de la Nación (e), Guillermo Mendoza Diago, admitió que el país estaba viviendo niveles de corrupción similares a los que afrontan la mayoría de los países africanos, a quienes se les atribuye la mayor cantidad de casos de ese tipo a nivel mundial.