Procuraduría alerta de crisis en centro de reclusión en Santa Marta
Dentro de lo que encontró el Ministerio Público hay hacinamiento, riesgos de incendio, poca protección para los reclusos y los guardias, y mala alimentación.
La Procuraduría puso en la alerta de crisis al Centro de Traslado por Protección 1 y 2 de Santa Marta, donde son recluidas algunas Personas Privadas de la Libertad (PPL). De acuerdo con el Ministerio Público, en la inspección que hicieron al lugar encontraron que “están poniendo en riesgo la vida e integridad de PPL, guardianes y visitantes”.
La comisión del ente de control que hizo la visita evidenció que durante las jornadas de visitas familiares, en la cuales asisten menores de edad, “se realizan simultáneamente y en los mismos espacios con las visitas conyugales, en las cuales los PPL sostienen relaciones sexuales con sus parejas”.
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Por otra parte, la Procuraduría señala que los policías encargados de la guardia en el lugar no tiene guantes, tapabocas, desinfectantes, ni ningún elemento de bioseguridad para la revisión de personas, alimentos u objetos que ingresan al penal.
De la misma manera, se evidenció que ese centro de reclusión “alberga a 248 hombres y 10 mujeres en un espacio cuya capacidad es para máximo 150 personas”. También, los funcionarios encontraron en el lugar “conexiones eléctricas hechizas, con cables a la vista, que implican alto riesgo de incendio”.
En cuanto al agua que llega al penal, la Procuraduría señala que “no llega el agua a los inodoros del nivel superior, lo que genera insalubridad y riesgo de enfermedades por el agua empozada, que deben surtir en baldes y canecas”.
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Dentro de lo resaltado por el Ministerio Público tras su inspección es que “hay PPL infectados con VIH, afecciones en la piel y enfermedades respiratorias que, según denuncian ellos, no son valoradas por médicos antes de realizar nuevos ingresos, lo que pone en riesgo a toda la comunidad”.
La alimentación, por otra parte, tiene deficiencias y quejas por parte de los reclusos, aunado a la falta de elementos de cocina, por lo que la guardia del lugar “se ve obligada a permitir el ingreso de cuchillos, tenedores y otros elementos, que pueden terminar siendo usados como armas”, dice la Procuraduría.
Con las cosas así, la Procuraduría Regional de Magdalena convocó una mesa de seguimiento en la que se reunirá con la Secretaría de Seguridad y Convivencia, Personería, Defensoría del Pueblo, Fiscalía e Inpec, entre otras, para tratar las problemáticas y solucionar urgentemente la crisis del lugar.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Procuraduría puso en la alerta de crisis al Centro de Traslado por Protección 1 y 2 de Santa Marta, donde son recluidas algunas Personas Privadas de la Libertad (PPL). De acuerdo con el Ministerio Público, en la inspección que hicieron al lugar encontraron que “están poniendo en riesgo la vida e integridad de PPL, guardianes y visitantes”.
La comisión del ente de control que hizo la visita evidenció que durante las jornadas de visitas familiares, en la cuales asisten menores de edad, “se realizan simultáneamente y en los mismos espacios con las visitas conyugales, en las cuales los PPL sostienen relaciones sexuales con sus parejas”.
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En cuanto al agua que llega al penal, la Procuraduría señala que “no llega el agua a los inodoros del nivel superior, lo que genera insalubridad y riesgo de enfermedades por el agua empozada, que deben surtir en baldes y canecas”.
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La alimentación, por otra parte, tiene deficiencias y quejas por parte de los reclusos, aunado a la falta de elementos de cocina, por lo que la guardia del lugar “se ve obligada a permitir el ingreso de cuchillos, tenedores y otros elementos, que pueden terminar siendo usados como armas”, dice la Procuraduría.
Con las cosas así, la Procuraduría Regional de Magdalena convocó una mesa de seguimiento en la que se reunirá con la Secretaría de Seguridad y Convivencia, Personería, Defensoría del Pueblo, Fiscalía e Inpec, entre otras, para tratar las problemáticas y solucionar urgentemente la crisis del lugar.
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